Capítulo 9 - J.D.

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- Sed bienvenidos... - dijo la mujer esbozando una tímida sonrisa.- Todos...- puntualizó, mirando a Bruno.

- Emmm... gracias...- dijo Bruno, algo azorado.- ¿Alguien me puede explicar de qué va todo esto?- les preguntó a los demás en voz baja, que se habían quedado igual de anonadados mirando a la mujer.

- El bosque está en peligro... la mano del hombre nos está haciendo un daño casi irreparable con todas esas máquinas y contaminación.. pero gracias a Brenda, nuestro espíritu despertó a tiempo para intentar detener la catástrofe.- respondió ella.

Rosalynn miró a Bruno y le explicó:

- La mayoría de los árboles están enfermos y la basura que arroja la gente está haciendo mella en este lugar...-

- Y hay algo más...- interrumpió la mujer, muy seriamente. Darien, Rosalynn y Brenda abrieron los ojos, sorprendidos... pensaban que eso era todo, pero lo siguiente que dijo, hizo que se alarmasen: - Alguien pretende arrancar de cuajo todos y cada uno de los árboles para construír aquí...-

Un escalofrío recorrió la espalda de los presentes y sus ojos se desorbitaron.

- Pe... pero eso es imposible...- balbuceó Brenda.

La mirada que le dirigió la mujer la dejó sin habla.

- Queridos míos... hay cosas imposibles... pero que un rico multimillonario compre este terreno para construír aquí horribles casas humanas es sólo cuestión de tiempo...- dijo, con voz abatida.- Tenéis que averiguar de quién se trata y detenerlo, de lo contrario todo habrá sido en vano...-

- Tenga por seguro que haremos lo que haga falta... señora...- dijo Darien, dándole pie a la mujer para que les dijera su nombre.

Ella se relajó un tanto, viendo que estaban dispuestos a ayudar, y volvió a sonreír levemente.

- Las ninfas tenemos muchos nombres, Darien... pero vosotros podéis llamarme Briseida. Siempre que queráis poneros en contacto conmigo, usad las cenizas, sólo tenéis que agarrarlas y desear con mucha fuerza conectar con el alma del bosque...- alzó el otro brazo donde no estaba posado el búho y los matorrales a las espaldas de los cuatro muchachos se abrieron.- Ahora marchaos, tenéis mucho que hacer...- ellos hicieron un gesto con la cabeza a modo de despedida y dieron media vuelta.- Espera, Brenda...- la llamó la ninfa.- Acércate.-

Ella se sorprendió y se quedó un tanto rígida... mirando a los otros.

- Te esperaremos donde dejamos las mochilas...- dijo Darien, y junto con Rosalynn y Bruno salió del claro, dejando a la chica sola con Briseida.

Brenda se quedó en el sitio, le inquietaba la seriedad con la que la ninfa la miraba.

- No tengas miedo... acércate...- dijo de nuevo.

Ella, muy lentamente caminó hacia ella.

- Extiende tu brazo... trata de alcanzarme...- le ordenó.

Brenda alargó su brazo e intentó rozarle el suyo, pero atravesó el etéreo cuerpo de la ninfa, y tal y como si hubiera metido la mano en un charco de agua, se crearon varias ondas concéntricas en su superficie. La chica apartó el brazo de pronto, y el búho salió volando como si se hubiera sobresaltado, perdiéndose entre la espesura.

- No estoy en mi mejor momento... al igual que todo este bosque. En tiempos de bonanza yo era tan material como tú... tan real como tú...-

- Siento mucho que esté pasando todo esto, de verdad... voy a hacer... Vamos a hacer todo lo posible para ayudaros. - se corrigió.

El mensaje del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora