III

4 0 0
                                    



-¡Alguien se comió mi chocolate!- Se escucha un grito de lejos, mientras salimos de la casa, mi madre y yo. Trato de aguantar una risa, pero me delata ante los ojos de mi madre.

-Lysandra...- con voz acusadora.

-Alizée...-Me rio- Lo siento mamá, tenía un hambre muy atroz y fue lo primero que encontré, para que se me calmara un rato.

-Bueno, pero tendrás que comprarle uno a Bastiaan.-Mandándome.

-Si mamá.-Digo mientras pienso que podrá comprarme uno para mí también.

Mientras caminamos, puedo notar el frio; por el hecho de que se me puso la piel de gallina. Lo único que hago es abrazarme, sobándome mis brazos, para calentarme. Pero aun así me encanta este clima. Por lo menos no me quemo tanto la piel, por los rayos del sol. Así estoy a gusto. Mi madre no sé cómo le hace, pero tiene la piel beige; ¡Y se la pasa en el jardín! Bueno, eso no quita lo hermosa que es. Tiene el cabello corto, con aquellos rizos interesantes que a veces se alborotan con el viento. Una mirada matadora, cuando quiere regañarme a mí o a mis hermanas. Gracioso pero cierto.

Llegamos al centro comercial. Lo note porque mi madre, se veía más emocionada que yo antes de llegar, diciéndome que ya quería verme en algún vestido. Genial. No soy fanática de los vestidos, pero solo por esta vez, puedo aprovecharlo.

Pero parecía que no era la única emocionada en verme así. Frente a nosotros estaba Angie. Mi mejor amiga. Aquel cabello largo rojizo, alborotado como si hubiera venido corriendo, lo reconocería desde lejos. De aseguro alguien le dijo de esta ocasión.

-Mamá...- Digo con cierto tono de acusación.

-No podía evitarlo, no siempre ocurre cosas así.-Me dice riéndose.-Aparte, sé que ella te ayudara mejor.

-¡Esto será divertido Lys!-Decía Angie, emocionada.

-Me dan miedo, pero está bien, vamos a dar la vuelta Angie.-Le dije.

-Angie, me avisas cuando creas que Lys, este con un vestido ¡No me lo quiero perder!-.Otra emocionada más.

-¡Claro que si Alizée!- Aun más emocionada. Dios ayúdame en lo que me espera.

Mientras recorríamos las tiendas, Angie estaba como loca, diciéndome que color se me vería bien. Me decía que me esperaba en un tono claro, ya que soy de oscuros. Quería verme de otra forma. Y sabía que me vería genial o eso dice ella.  Soy muy difícil, había vestidos con colores bonitos, pero los que me enseñaba Angie, no era tanto de mi agrado. Mientras vagaba en los pasillos de la tienda. Podía ver vestidos de todo estilo.¿Como se supone que sabre cual es el indicado?. Caminaba tranquilamente por los percheros, rodeándolos con mis pequeñas manos morenas claras. Creo que tendré pintarme las uñas, para esta tal cena. Alcance a voltear de reojo a la gran ventana, que tenia la tienda, varias personas pasaban en busca de algo, bueno es fin de semana. Que se espera de...

Esperen un momento, algo acaba de atraer mi atención. Algo conocido, algo que hacía que mi cora... corazón.- ¡Maldición!-. Es el, sabía que era él. Esa mirada no la olvidaría jamás. Dios mío lo tengo tan cerca. Me va a dar algo aquí. Necesito esconderme. Angie. ¿Dónde está?

Estaba buscando aquella cabeza conocida, pero ninguna me era familiar. ¿Dónde se habrá metido? ¿Tanto dure en shock?-¡Angie!-.Grito. Ninguna respuesta. Genial ahora estoy sola. ¿Qué hago ahora? Tendré que salir, a lo mejor anda esperándome por allá afuera, y yo aquí dentro de esta gran tienda, pareciendo loca.

Salí, lo más disimulada que pude, pero con mi mirada en busca de Angie. O esta pequeña estará en problemas si no la encuentro. Hasta que choque con aquella mirada. O esa mirada que tanto me mata. Me está viendo. Dios mío, sus ojos me miran. No puede ser, ¡muévete Lysandra!, ¡No puedes ser tan obvia!

Rápidamente me di la vuelta, siento que soy fugitiva. En estos momentos quisiera ser encontrada. Auch. He chocado con gente mientras camino rápidamente. Me falta el aire. Siento mis piernas temblorosas. En algún momento voy a caer. ¿Cómo diablos se llega a poner una persona así? ¿¡Por una mirada!? Me va a terminar matando.

-¡Lysandra!-Escucho que gritan. Me detengo. Por más que quiera no puedo huir de aquella voz.- ¿Estás bien?-. Me pregunta a mis espaldas. Mientras me giro lentamente.


-¿Nic?-. Digo asombrada.- ¿Qué diablos haces aquí?-. Pregunto curiosamente.

-Pues estaba pasando por aquí, casual ya sabes, pero la pregunta aquí es, ¿Por qué te ves tan... no sé, tan rara?-Me mira con ojos muy observadores.

- Na.. Nada, es que no encuentro a Angie-.Siento mis pómulos ardiendo, espero no se noten.

-¿Se perdió en los vestidos?-. Pregunta riéndose Nic.

-Sí...Oye, y tu ¿cómo sabes que por vestidos?-.Pregunto alterada. Vaya esta parece ronda de preguntas. Veo como él pone ojos de asombro, y empieza a revolver su cabello, empezándose a reír. Eso es lo que hace cuando está nervioso, lo conozco tan bien.

-¡Nicholas! Estas aquí-. Grita Angie, mientras salía de una tienda corriendo. Creo que ya se quien le dijo.- Oh lo siento Lys, pero esto no pasa todos los días.

-¿Por qué lo dicen como si fuera el fin del mundo? Primero mi mama, ahora ustedes.-Digo algo indignada. Pero la verdad no aguanto la risa, no podría estar enojada con ellos.- ¡Los odio!-. Digo riéndome, mientras lo abrazo.- ¡Y tú!, no te vuelvas a perder, casi me da el infarto.

-¡Aja!, el infarto porque no me veías o ¿porque por ahí andaba Leander?-.Lo dice con aquella sonrisa picarona. De aseguro fue idea suya. Oh me las vas a pagar Angie.

-Ah, así que andaba por aquí Leander. De aseguro por eso te veías tan agitada.-Dijo Nic, mientras me miraba con cierta mirada de burla.

Si señores, tengo a los mejores amigos del mundo. ¿Cómo les voy agradecer este momento? Siento mis pómulos mucho más ardientes que antes. Miro como ellos me miran con sus sonrisas burlonas, mientras trato de disimular lo que tanto me arde ahorita. Algún día me tocara a mí, y ya lo verán.

CrossroadsWhere stories live. Discover now