01. La deshonra de la familia.

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01. La deshonra de la familia.

Hacía una semana que Zarco había llegado a su casa. Echaba de menos a Dámaris y prácticamente no había tenido tiempo de escribirle, algo que le molestaba bastante. Su padre había estado haciendo que se reuniera con sin fin de letrados y nobles muy adinerados con el fin de que se ganara su simpatía y pudieran testificar a su favor en el juicio. Él de mala gana había aceptado pero eso conllevaba que no había tenido ni un minuto para él mismo.

-Señor.-dijo el mayordomo entrando en la habitación donde el príncipe tomaba su baño.

-Dime.-respondió Zarco.

-Su padre le quiere ver cuanto antes.-dijo el anciano trabajador mientras hacia una reverencia de disculpa al ver al joven en aquella situación.

-Dile que ahora no puedo.-

-Señor…-dijo el hombre en tono débil, como si le temiera al igual que a su padre.-Me ha dicho que deje todo lo que esté haciendo y vaya de inmediato con él.-

-Está bien.-dijo de mala gana Zarco.

Tardó unos veinte minutos en secarse y vestirse, seguramente el tiempo suficiente para que su padre estuviera más furioso si es que podía. Zarco movió el cuello para crujirlo como el luchador que se prepara para una dura pelea y abrió la puerta de la sala del trono, donde su padre le aguardaba.

-¡Maldito bastardo insolente!-gritó el rey al ver a su hijo.-¿Crees que debo esperarte durante veinte minutos?-

¡Yo también te quiero papá! Bromeó mentalmente el joven.

-Cuando digo que vengas enseguida significa que tienes que venir enseguida.-gritó el hombre.

¡Obvio! Volvió a bromear para sí mismo el joven.

-¿Has estado hoy con los nobles de Trikan?-le preguntó el rey más calmado.

-Sí.-respondió seco el joven.

-Espero que hayas causado una buena sensación, no quiero que por tu estúpida forma de actuar quieran que la dinastía de los Dark termine con mi reinado.-

-No se preocupe padre.-respondió el joven.

-¿Cómo has podido ser tan idiota? ¿En qué pensaste al matar a ese estúpido noble?-le gritó nuevamente alterado y furioso.

-Él..-

-¡No me importa!-gritó el hombre.-¡Eres la puta deshonra de esta familia! Eres…-

El rey suspiró furioso como un toro cuando resopla segundos antes de embestir a su presa.

-¡Vete! ¡No quiero verte más por hoy!-gritó el hombre.

Zarco hizo una reverencia a su padre y se marchó por donde había venido. Durante toda la semana que llevaba allí una o dos veces al día su padre lo llamaba para insultarle, gritarle, repetirle una y otra vez las mismas preguntas y sobretodo recordarle que era una deshonra para los Dark. El joven solía estar acostumbrado a esos abusos pero empezaba a cansarse, tal vez algún día tendría los arrestos necesarios para plantarle cara y darle a probar su propia medicina.

Réquiem:RedenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora