Capítulo 22

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                                                                                                  .  .  . 

¿Cuánto tiempo debe pasar para que se considere que es suficiente tiempo para que dos personas se casen? ¿2 años de relación? ¿3...4 o tal vez 5? ¡Y ese es el punto interesante de esto! ¡Nadie lo sabe! No hay reglas, no hay un manual que te diga como hacerlo, no hay un cartel que te señale si dicha persona es la indicada o no. Y Alisson lo sabía, ella estaba segura de que amaba a Evan con todo su corazón, lo seguía haciendo después de que 8 años habían pasado, y muchas cosas habían sucedido sin embargo todas y cada una de ellas las habían enfrentado y superado.

Enfrentaron su crisis a dos años de relación cuando Alisson decidió mudarse a Italia con su padre porque él lo necesitaba, y Alisson solo quería ser buena hija. Superaron estar un año en distancia comunicándose solo por llamadas telefónicas, mensajes de texto y vía scape. Superaron su ruptura de tres meses, cuándo el estrés fue demasiado y ninguno estaba completamente seguro de lo que iban a ser cuando terminaran la universidad. Pero siempre regresaban al mismo punto de partida, y solucionaban todo, porque estaban destinados a ser, y porque cuando mas intentaban alejarse, era cuando más se encontraban sin querer.

Si de algo ella estaba completamente segura era que no necesitaba de un papel para sentirse feliz y segura con Evan, no necesitaba un titulo para estar segura del amor que se tenían el uno al otro. Pero teniendo en cuenta que estaban hablando de comprar un apartamento para irse a vivir juntos a España, teniendo en cuenta que Alisson estaba a nada de terminar su carrera profesional, teniendo en cuenta de que tenían 8 años juntos y no todo iba de maravilla siempre pero seguían juntos, unidos y amándose, ella creía que no estaba de más, tener el lujo de poderse llamar la esposa de Evan. Podría ser un capricho o una ilusión, pero definitivamente era algo de lo cuál quería discutir con él, pero siempre se ponía tan nerviosa que nunca salían las palabras ni llegaba el momento adecuado.

Y es que a veces no tenían tiempo ni para verse, con las clases de ambos en la universidad, la tesis sin terminar de Alisson, los trabajos a medio tiempo para cubrir los gastos, las horas en el gimnasio para mantener la cordura y las pocas horas que podían brindarle a sus amigos y las aún más pocas horas de sueño que podían permitirse el lujo, muchas veces ni siquiera podían darse un beso antes de quedarse con las extremidades entrelazadas y dormidos por el cansancio. Por eso, este era un día lindo y bonito para ella, un domingo con el clima perfecto, sin ningún pendiente—o por lo menos no un pendiente de vida o muerte—donde ella y su novio podían salir a una cita a caminar por el parque.

Alisson se encontraba en una banca, esperando por Evan ya que este había ido a comprar unos helados para contrarrestar el calor. Este lucía algo cansado y estresado, pero igual, no podía culparlo, muchas cosas sucedían al mismo tiempo pero estaba segura de podrían superarlo juntos. A pesar de que todavía no podía entender como lograron estar juntos por tanto tiempo siendo tan diferentes, pero por más cliché que sonase eran como imanes cuyo polos se atraían sin poder evitarlo. Su mirada verde y reconfortante era como una chimenea que acogía su corazón, Alisson siempre creyó que era una de esas chicas que nadie soportaba y que jamás alguien la podía llegar a amar de verdad, sin embargo Evan le hizo darse cuenta de que en realidad era todo lo contrario, alguien podía entregarse como ella lo hacía y quererla sin límites.

Cuándo Evan regresaba con los helados en mano, ella se acercó a él, y le dio un corto pero necesario beso en los labios antes de tomar su helado de vainilla y comenzar a caminar por el sendero del parque, era época de otoño, las hojas de los arboles caían cubriendo el suelo de pequeñas hojas amarillentas transformándolo a un bello panorama. Alisson amaba cuando las escuchaba crujir bajo sus pies, y cuando el viento refrescaba su rostro dándole esa sensacion de plenitud y volaba su rubio y largo cabello. Una tranquilidad asombrosa inundó su persona, hacia tanto tiempo que no se sentía así, tan relajada y ¿feliz?, quizás tras todos estos años había madurado de sobremanera y había aprendido a sentirse completa con simples cosas como el solo hecho de tener a Evan a su lado.

Amor adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora