Epilogo.

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Epilogo.-Capítulo 23

"Somos completamente distintos la mayor parte del tiempo, pero lo que nos une el amor que tenemos por el otro. Él me cuida a mí y yo lo cuido a él. Yo tomo su mano cuándo la deja caer y él toma la mía cuándo tengo miedo de hacer algo y no quiero hacerlo sola. Él me hace reír y yo a él. O muchas veces soy yo quien me río de sus malos chistes. Él me comprende y sé que siempre estará para mí en el momento en que lo necesite. Él hace que cada vez tenga más ganas de vivir y yo quiero que él sea feliz.

Son muchas las diferencias que tenemos y nunca vamos a dejar de tener pero si en algo coincidimos, es en que los dos tuvimos suerte que alguien desee que él y yo nos encontremos. Porque nos cruzamos por destino o casualidad, nos encontramos y tuvimos la suerte o quizá la desdicha de hacerlo en una época tan conflictiva como la adolescencia. Sin embargo y a pesar de todos los problemas que se nos avecinaron por estar juntos, problemas que no merecíamos enfrentar de alguna manera algo en nuestro interior sabía que nuestro amor no era cualquier tontería,

El que diga que el "verdadero amor" no se encuentra en la adolescencia, miente; solo hay que saber buscar y el resto, dejárselo al destino. ¿Quién dice que el amor de tu vida tienes que encontrarlo a determinada edad? ¿Después de los veinte y antes de los treinta para que pueda funcionar? No, nadie elige de quién enamorarse y es eso lo que le da emoción y sentido a la vida.

Yo encontré las respuestas a mis preguntas, las piezas a mi rompecabezas, descubrí que para triunfar en el amor solo hay que encontrar a la persona indicada, si la encuentras temprano o la encuentras tarde eso ya depende de la suerte y el destino de cada quien. Muchas veces ni siquiera la encuentras y pasas tu vida con personas equivocadas. Por eso cuando yo encontré a mi esposo, a pesar de ser tan jóvenes, a pesar de todas las cosas que quisieron separarnos yo me aferre a él. Me aferré a todo lo que sentía por él y no lo dejé ir. Ahora ya han pasado 10 años y sigo a su lado, y espero seguir por siempre.

Tal vez hasta que la muerte nos separe, o hasta que el amor entre nosotros se acabe lo cual sinceramente lo veo muy lejos de suceder. Yo siento que cada día que pasa lo amo más..."

Alisson tecleaba las palabras en su ordenador lentamente y con un suspiro, escribir un pequeño discurso sobre el amor adolescente iba a ser más difícil de lo que había creído jamás, su mente se ponía en blanco cada vez que deseaba plasmar el como no importaba la edad, el lugar o el momento, si encuentras a esa persona a la que estas destinada a pasar el resto de tus días iban a poder superar juntos cualquier obstáculo y problema que se les presentara, tal y como Evan y ella lo habían hecho. Sea como sea, estaba muy entusiasmada por leer este discurso durante su conferencia de prensa y firma de libros.

Unos hombros se enroscaron suavemente por sus hombros y ella sonrió instantáneamente, el efecto del "amor verdadero" solía decir su papá.

—¿Estas lista amor? Ya guardé todo tu equipaje, y los niños están en el auto esperándonos.—su esposo le avisó tratando de leer las palabras escitas en la pantalla.

—Sí, estoy lista, solo estaba escribiendo el discurso.—contestó guardando el archivo y poniéndose de pie inmediatamente, recordando lo que estaba a punto de suceder en su vida.

—¿Uno nuevo? ¡Has escrito alrededor de veinte diferentes!—exclamó él riendo.

—Pero creo que este si quedó bien.

—Todos habían quedado bien, Alisson.—ella le sonrió agradecida, Evan había sido una persona sumamente importante para cumplir sus sueños y metas en la vida.

—Iré por mi abrigo.—dijo dirigiéndose al perchero y tratando de digerir con la mayor profesionalidad posible todo lo que le estaba ocurriendo.

Amor adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora