"Olvídame" - Justin Bieber&Tú. | EDITANDO |

"Adelanto"

Adelanto capítulo 1.

– Nada. – Dice Harry en la ventana.

– ¿Cómo supiste mi dirección?. –Digo impresionada.

– Contactos, cariño. – Me guiña un ojo. –¿Puedo pasar? – Pregunta.

– ¡Ah!, lo siento. – Me disculpo y me muevo a un lado para que Harry pueda pasar. – Y...¿Qué te trae por aquí? – Le digo sentándome en la cama.

– Nada, sólo quise venir a verte. – Dijo encogiendoce de hombros.

– Harry, yo te conozco lo suficiente cómo para saber que te traes algo entre manos. – Ruedo los ojos.

– No traigo nada entre manos. – Pausa. – ¡Mira! – Me muestra sus manos a lo que yo sonrío.

– Harry estoy hablando en serio. – Digo poniéndome sería.

– ¡Yo igual! – Bromea.

Se dió cuenta de que hablo en serio.

– Ok, bueno. – Se calla un rato. – Me preguntaba ... Que si ... Que sí quieres ... Quieres ir a ... Una cita conmigo? – Pronuncia nervioso.

No, Dios, me muero.

– ¡Me encantaría! – Exclamé feliz.

Estuve esperando hace mucho este momento.

Justin no ha ido al instituto hace una semana y eso es raro.

¿Qué? ¿Que tiene que ver él?

– ¡Estupendo! – Me abraza. – Comprobaré que si te beso no vendrá el estúpido de tu ex a golpearme. – Dice con una sonrisa.

Se iba acercando y yo sólo miraba sus labios.

¡Maldita sea, apura!

Me besó.

Fue un beso lento, muy cariñoso, me recordó a Justin...

Y que hasta en momento así el llega a mi mente .

*¡SACATE A JUSTIN DE LA CABEZA QUE LO MÁS PROBABLE ES QUE HAYA SACADO A PASEAR A LA RUBIA ESA!*

El beso términó, él me sonrió y yo, pues yo le devolví una sonrisa igual de cálida.

– Te vengo a buscar mañana a las 8:00p.m. – Me guiña un ojo.

– ¿Hay que ir formal o normal?

Rezo para que sea lo más simple posible.

– Formal. – Sonrió.

¡JODER!

Maldito, mejor llévame a Starbucks, así me visto casual.

– Ok. – Digo a regañadientes.

– En realidad, es tu decisión, solo no es formal ni normal. – Dice Harry. – Con tal de que llegues yo soy feliz, aún que lleves un pijama seguiré creyendo que te ves hermosa.

– ¡Ok! – Exclamé sonrojada. – Ahora vete que mi madre o la mocosa te pueden ver. – Empujo el cuerpo de Harry con mis manos.

– ¿Sabes que no me muevo, cierto? – Se burla.

– Cállate y vete. – Ordeno.

Se largó y cerré la ventana, me fui a saltitos al armario.

Estube buscando hasta que encontré unos jeans rotos y una polera gris junto con un chaleco color negro y unas converse.

No es formal pero es casual.

¡Listo! ya tenía la ropa para mañana.

Me voy al baño y me meto a la ducha para luego acostarme en mi cama. Termino y me pongo mi piyama.

Estaba pensando en todo lo que ha pasado en este último tiempo, hasta que caí en un profundo sueño.

—

Estaba en clases, sentada con Perrie.

Perrie es una chica que se puede decir que es de mi agrado, nos llevamos bien.

Perrie tiene los ojos verdes, es de pelo castaño y su tez no es ni pálida ni morena.

Entra la directora.

– ¿Pero qué mierda hace la anciana aquí? – Dice Perrie quejándose.

– No losé. – Digo confundida.

– Bueno, alumnos, les vengo a dar una noticia no muy buena  para el instituto, para ustedes, ni para los amigos del estudiante. – Así que es un hombre.

Me doy vuelta y veo a Cris, Ryan, Chaz y los demás bajar la cabeza.

Justin no estaba ahí.

¿Qué mierda pasa aquí?

– El estudiante Justin Bieber Se ha ido del Instituto. – Se me paró el corazón.

No, no, no.

Creo que no escuché bien, mejor le pregunto a Perrie.

– ¿Qué ha dicho? –Digo rogando que sea lo contrario a lo que pienso.

– Dijo que Bieber se fué. – Dice Perrie con indiferencia.

– Ok. – Pronuncio controlando las lágrimas, o al menos intentando.

Tocaron la campana para el almuerzo y me dirijo donde Ryan que está en el arco de fútbol.

– Ryan. – Lo observo.

– ¿Si? – Dice mirando al frente.

– ¿Que te pasa?

– Él infeliz de Bieber nunca me dijo que se iba a Canadá. – Dice con enojo y tristeza.

Espera

– ¿Que Justin qué? — Le digo sin créerlo.

Él se volteó hacia mi.

– Justin se fué hace dos días a Canadá. –Observa el piso. – Y créeme que sé el porqué, pero no quiero disparar a la persona equivocada. – Dice para luego irse.

—

Ya en mi casa, arreglada para la cita con Harry, que era en una hora más, pensaba tirada en mi cama con el teléfono en mano, peleando por si llamar o no a Justin.

Me decidí por llamarlo.

– Un pitido

– Dos pitidos

– Tres pitidos

– Cuatro pi ...

¡Contestó!