Capítulo 8.

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Esa misma noche salimos tal como lo habíamos planeado, y fue algo genial. Justin me llevó a una de las heladerías del pueblo, y pedimos un super cono para comer los dos juntos, pero luego de tanto reir, la frutilla terminó desparramada en su camisa. 

—¿Qué haremos mañana? —Preguntó mientras caminabamos por el pasillo hacia mi cuarto. 

—No lo sé, hum, quiero pasar tiempo con mi mamá y mis hermanas porque supuestamente vine de vacaciones con ellas. —Sonreí timidamente.

—Oh, hum, no hay problema. —Bajó la cabeza y colocó sus manos dentro de sus jeans. 

Girándome y poniéndome en frente de él, dije. —Pero si quieres podemos ir a la playa otra vez. Eso me encantaría. —Sonreí.

—Suena genial. —Sonrió y me acompañó el trayecto que faltaba hasta la puerta 136. 

—Adiós. —Dije una vez que nos frenamos ante la puerta. 

Justin rapidamente se acercó a mi y besó mi mejilla dejándome perpleja. 

—Te veo mañana —Dijo susurrando. Estaba casi se segura que él se había percatado antes que yo de que nos encontrábamos en el pasillo del hotel con gente durmiendo en sus habitaciones alrededor. 

Al despedirnos, no tuve mas opción que ingresar al cuarto, dado que estúpidamente no tuve reacción alguna luego del rápido beso que me había dado Justin. 

A la mañana siguiente, mi mamá me despertó en el horario cerca del mediodía.

—Con tus hermanas nos vamos a recorrer las tiendas. Vimos precios realmente buenos en la ropa. ¿Vienes? —ella tiró de las frasadas de mi cama y me destapó, haciéndome mas fácil enojarme ante su gesto. 

—No. Quiero seguir durmiendo. —Murmurré contra la almohada sin abrir los ojos. 

—Como quieras. Estaremos en la playa. Adiós.—Mi mamá jaló su bolso colocándoselo en el hombro, y tomando la mano de Cindy, salieron todas del cuarto. 

Me encontraba sola nuevamente, pero lo que mas deseaba en ese momento era poder continuar descansando. Además la habitación estaba lo suficientemente silenciosa como para poder dormir unas horas más. 

Al cabo de casi una hora, escuché un golpe en la puerta. Alguien estaba llamando. 

Decidí cerrar con fuerza los ojos, haciendo como que no lo había escuchado, pero luego de recordar, me dije a mi misma que podría ser Justin el que estuviera del otro lado de la puerta. 

Salté de inmediato de la cama, y me zambullí rapidamente en mis zapatillas, y luego de peinar un poco mi cabello, decidi correr hacia la puerta luciendo lo mas despierta posible. 

—Hola. —Le dije. Y mis sospechas habían sido confirmadas. Era él. Con sus bermudas de jeans y su camiseta blanca que tan bien las lucía. 

—Lindo pijama. —Me observó de arriba abajo sonriendo. 

—¿Qué? hum, ...—

Me interrumpió antes de que yo pudiese decir otra estupidez. 

—¿Estabas durmiendo? Lo siento. —Frunció el ceño y practicamente me pidió disculpas con la mirada. 

—No, solo estaba mirando televisión en la cama. Descansando un poco. —Sonreí y disimuladamente me acomodé la ropa liberándola de alguna arruga que pudiese haber. 

—Oh, lo siento. Debería irme entonces. —Dijo él agachando la cabeza y colocando las manos dentro de sus bolsillos. 

Se dispuso a caminar por el pasillo de regreso dándome la espalda.

—Espera. —Grité —¿A qué habías venido? —Pregunté. 

Justin se dió vuelta y me regaló una sonrisa mirándome. 

—Dijiste que iríamos a la playa. —Mencionó encongiéndose de hombros. 

—Ese plan todavía sigue en pie. —Dije. 

—Genial. —Sonrió.

Luego de esperarme afuera, yo me adentré en mi habitación para cambiarme de ropa, cepillarme los dientes y colocarme el traje de baño. 

Salí apresurada tomando mi bolso y una toalla. Dirigiéndonos hacia las playas en donde habíamos estado el día de ayer. 

—Justin, ¿te puedo hacer una pregunta? —Exclamé una vez que habíamos llegado y él se disponía a estirar sobre la arena la misma manta bordo que había llevado ayer. 

—Sip. —Respondió concentrado en lo que estaba haciendo mientras yo aún me mantenía de pie a su lado observándolo. 

—¿Por qué quieres pasar todo este tiempo conmigo? No me conoces. —Susurré esta vez mirando el océano. 

—Bueno, hum, tengo amigos que no les gusta hacer este tipo de cosas porque estamos acostumbrados, pero contigo es mas divertido. No lo sé. —Dijo una vez que colocó la manta y se sentó encima estirando las piernas, observando el mar. 

Su cabello reboloteaba sobre su frente y no podía dejar de mirarlo. Una vez que asimilé el hecho de que me había contestado la pregunta, decidí alejar aquellos pensamientos de mí. 

Me senté al lado de él y nos quedamos por unos cuantos segundos observando hacia mar. 

—Es divertido para mí también. —Exclamé luego de mucho silencio aún sin mirarlo. 

Él sonrió y giró la cabeza para observarme. Luego de unos cuantos segundos en donde yo aún tenía mi mirada en el frente, él se puso de pie y comenzó a deshacerse de sus ropas. 

—El agua debe estar hermosa. Vamos. —Se descalzó y corrió hacia el agua sumergiéndose. 

|Summer's Love| ONE SHOOT.Where stories live. Discover now