Capítulo XIX.

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Una semana después, Ellie saltaba feliz porque acababa de pulsar el botón para enviar el archivo con la canción a Arch Huggins

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Una semana después, Ellie saltaba feliz porque acababa de pulsar el botón para enviar el archivo con la canción a Arch Huggins. Incluso hizo un baile extravagante en su sala de estar, aprovechando el hecho de que vivía sola y podía hacerlo sin sentirse un poco avergonzada.

 Incluso hizo un baile extravagante en su sala de estar, aprovechando el hecho de que vivía sola y podía hacerlo sin sentirse un poco avergonzada

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Ella le cantó a su Marion Carter de cartón y sonrió emocionada, agarrando su móvil en un instante. —¡Oh, tengo que contárselo a Luke! Esto es algo grande.

Las últimas semanas habían sido como una escena de una película musical sin fin, ya que la chica todavía tenía que ir al teatro para dar huesos y cuerdas vocales a Éponine y en su tiempo libre, tenía que escribir la letra de la canción además de practicar para la actuación que tenía que dar en el cumpleaños de la prima de Luke. Decir que sólo estaba ocupada era un eufemismo.

—Hey, muñeca —Seth la saludó y podría haber parecido como si estuviera coqueteando como de costumbre, pero su divertida sonrisa decía lo contrario.

Naturalmente, Ellie no pudo evitar la risa gracias al juego de palabras y decidió seguirle la corriente. —¿Cómo te va hoy, payaso?

El sentido del humor estaba alto esa tarde, el día que Elizabeth Clarkson cumplía ocho años de edad, y todo se debía a una cosa divertida y tonta, pero también un poco genial; la cosa era que ambos estaban vestidos como los personajes principales de Chitty Chitty Bang Bang²⁹, una película musical de la década de 1960, e iban a cantarle a los chicos una canción de la película. La escena donde ocurría la canción requería que Ellie usara un disfraz que parecía un vestido alemán tradicional además de otras cosas que la hacían lucir como una muñeca de tamaño humano, y él, por otro lado, tenía que vestirse como un payaso con una peluca llena de colores y una nariz roja.

En esa tarde, eran el payaso y la muñeca en una caja de música.

—No puedo quejarme —dijo Seth—. Las primas de Luke son ardientes.

—Deja de ser un bicho raro, antropomorfo seminaturalista.

—No soy el que crea apodos extraños aquí, monstruo.

Halcyon.Where stories live. Discover now