Prólogo

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Aunque pestañera podía verlo. Las memorias intactas a pesar de los años aparecieron frente a sus ojos sin que pudiera evitarlo.

No importaba que la habitación estuviera casi a oscuras, a excepción de la pobre y lúgubre luz que atravesaba la delgada ranura entre las cortinas, o los suspiros que salían de sus bocas y que se perdían en el aire, puesto que también había dejado de oírlos. En medio de las caricias que ya no satisfacían ni los besos que en vano eran esparcidos por su cuello hasta bajar a su pecho, buscando traerlo de vuelta a la realidad y así despertar algún atisbo de pasión para recibir a cambio; no pudo evitar recordar aquel momento de su niñez que creía perdido.

El sonido de sus cuerpos al chocar hacía eco en sus oídos, pero la imagen de Hiro, con su sonrisa más bonita y acurrucado sobre él, no desaparecía.
Un cosquilleo se hizo presente en su vientre, y la imagen en su cabeza sólo se hacía más nítida.

Para cualquier otra persona, el pensar en su hermano menor durante un momento carnal sería inimaginable... porque eso eran...  hermanos.

Nadie –en su sano juicio– mancharía tan descaradamente un momento tan puro con la suciedad de su realidad.

Y Taka no pensaba diferente. Sin embargo, en aquel instante su razón estaba embriagada al igual que sus otros cinco sentidos, tanto así, que no notó el momento en que había acabado hasta que su acompañante salió de entre sus piernas. Permaneció acostado boca arriba, en la gran cama de hotel en el que se hospedaban; su mirada se perdía en la nada, como si no hubiera podido despertar por completo del letargo al que se había sometido.

El rubio, mucho más alto que él, se sentó por un rato sobre el borde de la cama, mientras se colocaba la ropa interior, sin que alguna palabra se escurriera por sus labios. Una vez vestido de la cintura para abajo, salió hacia el comedor y se dispuso a fumarse un cigarrillo cerca de la ventana.

Taka llevaba acostándose con su mejor amigo desde hacía unos meses, pero lo cierto era que –aunque lo hubiera intentado–, no mantenían una relación de noviazgo. Sólo tenían sexo.

Sorprendentemente, la primera vez que Hiro apareció en sus pensamientos se odió aún más a sí mismo. Con desesperación deseaba llenarse del amor que Toru le podía ofrecer, por lo que la siguiente vez, cuando susurró el nombre de su hermano en lugar del de su amante quiso morirse.

La habitación se hacía cada vez más grande, abrumándolo, haciéndolo sentir más solo que nunca, y ya no eran únicamente las sábanas las que estaban revueltas, si no también su estómago. Con mucho esfuerzo se reincorporó hasta quedar sentado, haciendo caso omiso al ligero punzón que sintió en su retaguardia; su vista recorrió lentamente el piso y luego se detuvo en el clóset, cuyas puertas de par en par permitían ver todas las prendas que había traído consigo a los gloriosos Estados Unidos de América.

El sonido de un portazo provenir de afuera le confirmó que ahora sí estaba solo, y una idea se enterró en su cabeza, como si un bombillo le acabara por iluminar el camino.

Lo único que deseaba en ese momento...

Desaparecer.

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We are


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¡Hola~! Adivinen quién vuelve con un nuevo proyecto especial 😍
He estado muy ansiosa por escribir esta historia ya que que les gustará a la mayoría y porque además es algo a lo que le pondré mi 120% de empeño
No será el típico drama de amor color rosa, no busco eso.

Espero les guste ♥

We are || One ok rock & My firts story [BL] Where stories live. Discover now