5. Cumpliendo el castigo

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Yo, Maia Rodríguez ¿haciendo ejercicios un domingo por la mañana?. Estoy segura que mi profesor de Educación física, pagaría por ver esto o tal vez me miraría con la misma cara de desconcierto que mi mamá.

— ¿A dónde vas tan temprano?

— Iré a dar unas vueltas al parque.

Mi mamá abrió los ojos como platos.

— Nunca es tarde para empezar una vida sana, madre –agrego antes de cerrar la puerta.

Llego al parque de la zona en donde vivo, grandes árboles y flores de distintos colores, le brindaban vida al lugar. ¿Cómo es que nunca me había detenido a pasar un tiempo aquí?

— Bien, aquí vamos – me digo a mi misma.

Comienzo a trotar, justo como las demás personas lo hacen, al rededor del parque. Unos segundos después saco mi celular del bolsillo de mi buzo y la grabación de mi "rutina" empieza.

— Bien, no sé cómo empezar, así que... Reto cumplido, aquí estoy, trotando a las 6 a.m. y la gente me mira raro porque le hablo a un aparatito ¿Así se sienten los youtubers? Es una sensación rara. En fin, ¡espero tu video Alesio!

Video enviado. Castigo cumplido.

La falta de actividad física se hace notar, mi respiración es muy agitada. Las personas con las que estaba corriendo van en la tercera vuelta y yo ni siquiera voy en la mitad de la primera. Esto no es lo mío. Cama y almohada, allá voy.

— Te lo dije, ¡me debes 2 billetes! -exclama mi madre

— Maia ¿Por qué no te quedaste un rato más en el parque? Viendo las flores, aunque sea -dice mi papá

— ¿De qué hablan?

Era la única que no entendía nada.

— Tu padre y yo apostamos. Si durabas más de una hora haciendo ejercicios, tu padre ganaba. Obviamente perdió- Dice mi mamá haciendo una "L" en su frente en señal de "looser"

— ¿Es en serio? A veces son como niños – digo subiendo las escaleras hacia mi habitación.

Ellos me encantan, simplemente son perfectos. Mamá es enfermera y papá trabaja en una agencia bancaria. A lo largo de sus años de matrimonio, él le ha preparado el café que tanto le gusta y un sándwich para sus fríos turnos de madrugada en el hospital.

Tal vez, en un futuro lejano, logre tener una familia igual de bonita, por ahora lo único que me interesa es dormir hasta la hora de almuerzo.

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Por la tarde, recibo mensajes y un video de Alesio. Sí, ambos perdimos.

— Juro que aún me duele la barriga de tanto reír ¡Deberías ser actor!

— Fue muy vergonzoso, en serio, algunas personas sacaron su celular para grabar el momento. Tal vez soy viral en Internet

— De seguro que sí. He reproducido el video unas 6 veces y sigo riendo

En el video se podía ver a un Alesio pasadísimo de copas, hablándole a persona que transitaban de manera normal en la calle. Les lloraba y contaba sus desamores.

— Yo fui más bueno contigo, Maia. Apuesto a que lograste dar una vuelta al parque con tu balón de oxígeno al lado

— Jaja Ni siquiera lo intenté, tenía mucho sueño

— Lo imaginé. Oye ¿podemos vernos?

— Claro, enciende tu cámara

Conocer a personas como Alesio, te llenan de buen ánimo. Ahora sé un poco más de él y a pesar de que tiene 19, 2 años más que yo, su manera de pensar es parecida a la mia. Me agrada mucho.

Hasta donde estés Where stories live. Discover now