Dragones Contra Ángeles.

La selva reptil. 2da parte

Will se encontraba en una fogata que lanzaba sus brasas hasta las copas de los arboles, alrededor de ella tres chicos se encontraban tomando un poco del calor, dos chicos altos con túnicas negras que los ocultaban del cuello a los pies con mascaras y una chica que dejaba ver mechones de su pelo que se refugiaba en la oscuridad.

—¿Donde estoy quienes son ustedes?— pregunto Will con un tono perturbación

—Sigues en la selva, somos un equipo que solo quiere ser cazadores de dragones— respondio la chica que en ese momento se levanto quitándose la capucha de la túnica  

Era una chica de largo cabello negro como la noche recogido en una cola de caballo, de piel morena clara, de ojos negros profundos con una mirada de frialdad, delgada de figura atlética, estatura media aunque por su cuerpo delgado aparentaba ser más alta, llevaba un chaleco negro con el símbolo de los caballeros de BRIDRA, un pantalón negro que resaltaba un cinturón lleno de herramientas y algunos cuchillos.

—Mi nombre es William ¿cual es su nombre?— pregunto Will mientras se acercaba mas al fuego

—Para que quieres saber nuestro nombre, no te basta con que te salvamos— respondió la chica subiendo el tono de su dulce voz

—Cuanto tiempo estuve inconsciente— pregunto Will mientras se revisaba su pierna

—Dos días, al parecer quedaste agotado niño, si no soportas esto mejor vete ah casa a criar cerdos— dijo la chica con un tono grosero

—Eso nunca, yo no renunciare a ser cazador de dragones— dijo Will mientras intentaba pararse, miro detenidamente a los chicos que parecían inmóviles mientras que la chica lanzaba ramas hacia la fogata

—Niño sigue soñando, esta guerra no es para ganarse, es solo para sobrevivir ni con los ángeles se ah recuperado las ciudades, no los enviaron para ayudarnos solo para aprender sobre los dragones— dijo la chica mientras se sentaba y estiraba las piernas hacia dirección del fuego

—Yo no sé nada sobre los ángeles, no me importa si nos ayudan los ángeles, yo me esforzare, seré el mejor, el más grande paladín y ahora me reuniré con mi equipo muchas gracias— dijo Will molesto mientras que se adentraba hacia la selva cojeando

—Aun no sanas de tus heridas, descansa mejor no iremos a salvarte otra vez— dijo la chica que se enchinaba el pelo con su dedo índice

—No me quedare con ustedes, agradezco su ayuda y mi equipo necesita saber de mi— dijo Will mientras se perdía su silueta en la penumbra de la selva

Al perderse Will en la selva los chicos que parecían estatuas se pusieron de pie y se descubrieron su rostro, uno de cabello dorado rizado que caía sobre sus hombros, de piel blanca un poco bronceada, de ojos azules muy intensos, musculoso por naturaleza, y alto sus alas las contraía en su espalda, el otro de cabello castaño, un poco largo tapándole las orejas, del mismo tono de piel, de ojos verdes apenas delatados por el fuego, musculoso de igual manera, y más bajo, este tenía sus alas retraídas.

—No tenias autorización para comunicar esa información, aunque ese chico era muy extraño, sus heridas sanaban muy rápido, su pierna estaba muy herida, debes investigarlo Kary, no es normal en los humanos— dijo el tipo más bajo con un tono molesto

—Cállate Uriel, tu nunca me darás ordenes— dijo Kary mientras se ponía de pie sin dejar de ver el movimiento del fuego

El chico se molesto y se acerco a Kary mientras la miraba extendió sus alas, era un ángel que vigilaba a los chicos nuevos en la selva, llamado Uriel, aunque no lo pareciera era amigo de Kary, ya que crecieron juntos.

—Eres una insolente, solo eres una humana que no tiene honor, una huérfana— dijo con un tono agresivo Uriel

—Silencio los dos, siempre pelean, Kary investiga ese chico, sentí un aura diferente en el— dijo el tipo más alto, causando miedo en Uriel y Kary que se sentaron apenas escucharon su voz