Dragones Contra Ángeles.

Frio y saguinario.

Después de conocer al director de BRIDRA entraron todos los reclutas a los dormitorios que estaban distribuidos para hombres, mujeres y en rangos, se les había indicado que tomaran una ducha y descansaran ya que al día siguiente iniciaría las pruebas, los novatos tenían unos cuartos enormes llenos de pequeñas camas individuales, sobre cada cama había una toalla y un uniforme de color gris, era el uniforme de cadete tenía el símbolo de un águila con las alas extendidas con una serpiente en sus garras en el lado izquierdo del pecho, sobre el uniforme una pequeña boina con el mismo símbolo, entraron todos a los baños, después de disfrutar el agua caliente salieron sintiéndose mejor, regresaron a los dormitorios donde se empezaban a conocerse y a contarse sus desdichas.

Para muchos fue una noche difícil pasarla fuera de su hogar, aunque algunos tenían algún tipo de conocimiento sobre dragones y en armas, Will solo sabía sobre el cultivo sembrar, cuidar, cosechar etc. Solo era un agricultor que sabía sobre los cultivos, pero se dio cuenta que varios venían de granjas los encargados de que llegara un poco de carne a las villas, se dio una idea de que en cada villa aportaban algo para las otras comunidades.

William no dejaba de recordar esos momentos cuando caminaba a la iglesia, cuando llegaban frutas que nunca había probado tan jugosas y disfrutabas las fascinantes historias de la radio. Era poco tiempo, pero ya extrañaba pláticas y chistes que decían las personas de su villa, aunque la mayoría de las conversaciones eran sobre chismes, con esos momentos hermosos para el por fin consiguió quedar dormido.

A la mañana siguiente una trompeta desafinada obligaba a todos a ponerse de pie, el tipo que la hacía sonar demostraba un gusto en el rostro por hacer sentir incómodos a los reclutas que lo miraban molestos al interrumpir tan profundos sueños. Era demasiado temprano aun no salía el sol, pasaron al comedor un gran salón donde convivían todos los cazadores de BRIDRA comiendo cómodamente en docenas de largas mesas mientras al fondo se encontraban la mesa principal con solo un caballero degustando sus alimentos, después de un desayuno apresurado a base de una pasta hecha de cereales, los llevaron a otro piso donde ya tenían un auditorio listo para los nuevos reclutas donde se les daría la información sobre el examen para los cazadores nuevos.

Con el estómago lleno fueron guiados por guerreros que llevaban un uniforme similar al de ellos, pero de color azul marino con botines negros y el mismo símbolo de BRIDRA en los hombros y pecho.

Will buscaba a su nuevo amigo Josué entre las filas que seguían a los guerreros, tras entrar con prisa hacia el auditorio, todos tomaban asientos ansiosos por saber que les depararía en sus próximas pruebas, después de caminar por uno de los pasillos por fin lo encontró se acercó dando unos saltitos que no pudo disimilar y al saludarlo los dos tomaron asiento en la primera fila.

—Es demasiado temprano para empezar esto no lo crees Josué— dijo Will sonriendo mientras dejaba caer su mano sobre el hombro de su amigo.

—No lo creo, pensé que comenzaría desde que llegáramos, además yo no dormí así que creo que me ira fatal— dijo Josué bajando la cabeza.

— No seas negativo todo saldrá bien, ¿Oye tu sabes de que tratara esto? — pregunto William viendo como Josué clavaba sus ojos en las chicas que estaban unos cuantos asientos atrás.

Josué no tuvo tiempo de responder ya que un guerrero lo callo con una mirada directa cuando intento saludar a una chica rubia, los guerreros que mantenían el orden lo vigilaban constantemente como si fuera a cometer un error o delito. Will al girar su cabeza y ver a todos obedientes en el gran auditorio recordó una pequeña explicación que les dieron en su villa en cuyo caso hubiera un ataque de dragón dirigirse lo más rápido posible al bunker, ayudar a mujeres y niños, se les mostro un video de como los dragones atacaban las aldeas, para su suerte nunca fue atacado su hogar en los diecisiete años que vivió allí. Will se perdió en sus recuerdos y en vagos pensamientos mientras todos se impacientaban en sus asientos, ya deseaban escuchar las palabras de sus superiores, un nuevo caballero se colocaba al frente en el escenario, era un hombre de pelo castaño claro un poco largo, de piel morena clara con cicatrices en la cara y en los brazos, de ojos color miel pareciendo los de un dragón, musculoso de espalda ancha y brazos gruesos, un poco alto pero por su forma erguida intimidaba más, llevaba una rasgada armadura de color plateada, con varias señales de batalla.