Nunca hablaba mucho. Era sonriente, con picardía y unos labios que invitaban a soñarlos, pero jamás abría su boca si no era para mejorar el silencia. Era lista, más que la mayoría de chicas de su edad, pero la inmadurez y la rebeldía de una niñata que odiaba sufrir y sufría por odiar hicieron mella en su preciosa forma de afrontar la vida.
Con apenas 9 primaveras presenció el asesinato de su madre a manos de su padre.
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Capital de Pecados
Short StoryReside algo oscuro dentro de nosotros, algo que va más allá de lo trascendental, algo que supera los límites de la realidad y que cuando son desatados crean una vorágine de peligro y descontrol que queman tu raciocinio y te dejan indefenso en un mun...