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Llegue una hora antes de lo normal y toque la puerta de su despacho. Oí su voz dándome el permiso de ingresar por lo que abrí la puerta y puse mi mejor sonrisa.

—Buenas noches señora Lincoln...Espero no interrumpirla—Ella negó y acomodo sus papeles.

—¿Que pasa Hayley? No vendrás a pedirme un adelanto ¿No?—Rió y cuando vio mi cara seria se puso seria también—Oh Hayley...

—Vera, Entiendo si es que no puede dármelo pero déjeme explicarle qué pasa—Ella asintió y yo suspire—Mi hermano...El está en la universidad y trabaja al mismo tiempo. Tiene que pagar su escuela y también el departamento, La comida, la luz, el agua. Ahora estamos debiendo y si no pagamos nos sacaran...

—¿Y sus padres?—Pregunto frunciendo el ceño.

—Murieron—dije no queriendo entrar en detalles—Solo somos mi hermano y yo. Solo le pido...le prometo que mejorare en mi trabajo. Si es que no pago la renta...

—Está bien, Vamos a hacer un trato—Asentí rápido—Yo te voy a pagar todo tu mes por adelantado para que puedas pagar tu renta si tú me prometes esforzarte en el trabajo—Yo asentí—De acuerdo.

—Muchas gracias señora—Dije y le di Una débil sonrisa.

—Por cierto, Tu novio vino a buscarte. Me dijo que estaba preocupado por ti porque no contestabas el teléfono y pensaba que te había pasado algo...Está esperando, En la sala de reuniones—Yo fruncí el ceño.

—¿Mi novio?—Pregunté y luego asentí como estúpida—Ah, sí. Una pregunta...¿Vio usted sus tatuajes?—Ella asintió sonriendo. Acomode mi cabello y me giré nerviosa. Así que él chico del callejón estaba aquí...y había dicho que era mi novio.

Con pasos temblorosos avance hasta la sala de reuniones y trague al verlo sentando en una de las sillas.

—Pensé que nunca llegarías, Hayley Miller—Me quede en donde estaba parada ¿En donde había conseguido mi nombre?—Tu jefa es muy...manipulable. Solo mencioné la palabra "novio" y ella me dijo todo sobre ti.

—¿Que tanto?—Pregunté y él soltó una carcajada—¿Se puede saber quién eres y por qué andas diciendo que eres mi novio?

—Resulta que...No me gusta que escuchen mis conversaciones ajenas—Me tense y él volvió a reír.

—No se de que hablas—Dije caminando por la sala.

—Hayley...—Dijo y se puso de pie para acercarse hacia mi. Mire hacia el costado sin embargo pude ver que llevaba varios tatuajes en la piel.

—Como sea que te llames...—Sabía que su nombre era Wesley...aunque quizá era el
Nombre del otro chico de ayer.

—Wesley—Asentí y me apoye en la pared cerca a la salida—¿Asustada?

—Tengo que cambiarme para empezar a trabajar—Sonreí falsamente y me giré dispuesta a irme cuando su mano atrapó mi brazo—¡AH!

—Lo siento ¿Te hice daño?—Pregunto frunciendo el ceño pero luego volvió a su posición de Macho-poderoso.

—Tu hermano...¿Son gemelos?—Pregunté y el soltó mi piel como si le quemara.

—No se de que hablas—Se cruzó de brazos y yo rodé los ojos—¿Que escuchaste ayer?

—Nada—Entonces me acorraló contra la pared impidiendo que escape.

—Eres una pésima Mentirosa. Si no escuchaste nada...¿Como sabes que tengo un hermano?—Yo rodé los ojos como si fuera obvio.

—Pues el ayer estuvo aquí tratando de hablar conmigo y luego te vi a ti...una versión idéntica pero con tatuajes. Luego hoy en la Mañana me
Lo encontré a él cuando iba a pagar mis compras y pues ahora te veo a ti—El frunció el ceño—No es mi culpa haberme cruzado con ambos...está claro que son hermanos, Son idénticos sacando los tatuajes.

—¿Está mañana era él?—Me pregunto y yo fruncí el ceño—No lo reconocí...

—¿Qué? Escucha, Se me hace tarde y no quiero que me descuenten. Fue un gusto hablar contigo, Wesley. Aunque es espeluznante que vengas a buscarme al trabajo ya que no me conoces...—Sonreí y lo deje solo mientras corría al baño para cambiarme.

Suspiré cuando estuve lejos y me encerré en uno de los cubículos. Cambie rápido mi ropa y cuando fueron Las ocho en punto salí del baño.

Vi a Wesley sentado en la barra y cuando mire hacia la puerta me encontré con el gemelo tratando de entrar. Un impulso me hizo correr hasta Wesley y lo sujete del brazo.

—¿Ya me dirás que oíste?—Meneé la cabeza y sonreí un poco.

—Tu hermano esta aquí—Casi se atraganta cuando solté esas palabras. Miró hacia atrás y luego me miró—Lo distraigo, Si quieres.

—Gracias...Te debo una—Sonrió y luego se levanto. Corrí hasta la puerta y me plante delante de él sonriente.

—¡Hola!—Salude y me trepé de su cuello haciendo que quede de espalda al local.

—Hola...¿Te levantaron el castigo?—Fruncí el
Ceño pero luego asentí—Bueno...te quería invitar a salir.

—Ah...es que estoy en trabajo no puedo—El soltó una carcajada.

—Hablo de mañana—Yo mire hacia el suelo riendo.

—Tengo prohibidas las citas. Me han quitado el castigo para venir a trabajar pues quieren el dinero pero luego...no puedo—El de seguridad de la puerta soltó una corta carcajada y se quedó callado cuando le mande una mirada.

—Bueno...cuando te levanten el castigo—Saco una tarjeta y me la entregó—Avísame.

Atracción Mortal Where stories live. Discover now