Capitulo 2 - ¿Enamorada?

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El despertador me sobresalto.

-“Ya es hora de ir al instituto”-me dije de mala gana.

Me puse el horrible uniforme, que consiste en una pollera gris de tablas, una camisa blanca, un pulóver, medias hasta la rodilla grises y zapatos negros. Como les dije, es horrible.

Puse todos mis libros en la mochila y baje a desayunar. Me prepare un té y agarre un paquete de galletitas. Engullí todo rápidamente y me fui al instituto. Tengo que ir caminando, ya que mis padres se niegan a darme un auto.

Cuando llegue al instituto nadie noto mi presencia, como siempre pasa. Fui hasta mi casillero, busque algunas cosas y me dirigí a mi primer clase, Matemáticas.

Las clases pasaron rápidamente, fui clase a clase sin muchas ganas y me enfrente a algunas burlas de mis compañeros, que me hacen diariamente que ya no les doy importancia.

Termine todas las clases y escape de esa cárcel. Estaba llegando a casa, cuando me cruce con el parque. Estaba más hermoso que el día anterior. La nieve era más abundante y hermosa. 

Decidí parar allí para descansar del largo trayecto desde el instituto. Me senté en un banco y me puse a admirar la vista. Esta vez había unas cuantas personas, una pareja joven estaba del otro lado del parque, había unos niños jugando en las atracciones y además había un señor sentado con la espalda apoyada en un árbol de espaldas a mí. No les preste mucha atención, sino que cerré los ojos y subí mi cabeza hasta quedar frente el cielo nublado. Estuve un rato así hasta que…

-Es lindo aquí ¿no?- dijo una voz sospechosamente familiar.

Me asuste, abrí los ojos rápidamente y mire hacia donde vino la voz de mi misterioso acompañante. Me estremecí al darme cuenta que Jason estaba a mi lado. Él era el que estaba sentado en el árbol. ¿Cómo pudo verme si estaba de espaldas hacia mí?

Lo quede mirando furiosa, pero también había una parte de mi que lo deseaba. Me di cuenta que todo yo lo deseaba. Eso me produjo miedo, pero también me gustaba sentirme así.

-¿No vas a decirme nada?- su hermosa voz hizo darme cuenta que lo estaba mirando muy fijo, entonces desvié la mirada hacia los arboles.

Suspire.

-Perdón, si es hermoso- dije sonriendo.

-¿Por qué pasas todo tu tiempo aquí? además de que es un lugar muy lindo- me pregunto muy serio.

-Aquí me traían mis abuelos cuando era pequeña- dije pensando en si no le estaba diciendo demasiado- No los he visto desde que tenía 6 años.

-Oh, lo lamento- cuando lo dijo sentí realmente su pena

-No, no murieron, ellos, em, solo desaparecieron-dije sin entusiasmo.

No hablamos mas, nos limitamos a mirar el paisaje. Jason, de vez en cuando me dedicaba alguna mirada, y debo admitir que yo también.

Estaba fascinada con su aspecto, tenía ropa negra, como siempre, pero no era como la de ayer, tenía algunos detalles de color azul y blanco. Su pelo estaba alucinante. Ese color negro le quedaba hermoso con su tez blanca, aunque sus ojos negros me asustaban un poco.

Otra vez me pillo mirándolo fijo y me sonroje. Trate de desviar la mirada, pero esos ojos negros eran tan misteriosos que no te dejaban separar la mirada. Empecé a darme cuenta que se acercaba cada vez más, levanto una mano y acaricio mi rostro con delicadeza, como si fuera hecha de porcelana y que con un solo apretón, me rompería. Su mano bajo mas hasta mis labios, donde se detuvo un momento, hasta que bajo hasta mi cuello y me atrajo hacia él para besarme. Fue el beso más hermoso de mi vida, fue el primero de mi vida, pero fue delicioso. Sus labios eran suaves como el terciopelo y se movía rápido pero con delicadeza. Se notaba que sabía lo que hacía y me encantaba. 

Quería acercarme más a él, ser uno los dos, fundirme en sus labios y nunca más separarnos, en ese momento pensé que habíamos nacido para estar juntos. Pero él se fue separando de mí, hasta quedar a unos centímetros de distancia. Me desilusione, quería que ese beso durara para siempre y que sea así de perfecto toda la vida.

El noto mi decepción y me volvió a besar. Esta vez yo se lo devolví, no sabía qué hacer, solo lo hacía y se sentía maravilloso. Algo me decía que él era para mí y que no lo dejara escapar nunca.

Nos acercábamos cada vez más, hasta que me termine sentando en sus fuertes piernas. Quería más, quería hacerlo mío, pero sé que no estoy lista para más, no ahora, no en este lugar. Me separe de su deliciosa boca sin muchas ganas y Jason abrió los ojos algo confundido, pero después volvió a mostrar su sensual sonrisa. Sabía que me había gustado y seguro que se aprovecharía de eso.

Nos quedamos mirándonos por lo que me pareció una eternidad. Yo lo miraba con ojos deseosos de más y él me miraba provocativo con una sonrisa picarona. Me está provocando, lo sé, pero tengo que mantener el control y no hacer nada estúpido.

Me levante del banco y me dirigí a casa. No me gire para ver si me seguía, era el momento de que yo lo provocara a él. Tendría que hacerme la difícil y la que no me interesaba por él. Se me escapo una risilla ante la idea.

Sentí pasos atrás mío, me di cuenta de que Jason si me seguía y eso me hizo sonreír aun más. Lo deseaba, pero él tendría que ganarme, no como un premio, sino que tendría que demostrar algún sentimiento hacia mi o algo.

Abrí la puerta de casa y cruce el umbral de la puerta con Jason pisándome los talones. Me detuve, me gire y me puse frente a él.

-¿No ibas a quedarte solo por ayer?-le pregunte curiosa.

-Tus padres me dejaron quedarme hasta que encuentre un departamento-dijo divertido.

"Mierda" pensé, no podía creer que el chico más sexi de la ciudad se quedaría en mi casa, lo peor es que creo que me estoy enamorando de él. 

Me aparte de la puerta, lo deje pasar y cerré la puerta con llave. Subí las escaleras rápidamente y me puse a hacer las tareas que me habían dejado los profesores. Estaba tan concentrada que no me di cuenta de que alguien había entrado en mi habitación. Me percate de eso cuando puso sus manos en mis hombros, me di vuelta asustada y ahí estaba otra vez Jason, igual de sexi que siempre. Me dio la vuelta para quedar enfrentados, me levanto de la silla y clavo sus labios en los míos, tan suavemente como la primera vez, pero cada vez aumentaba su confianza y lo hacía con más decisión. Dejo mis labios y empezó a darme besos en la mejilla y en el cuello. Estaba muy agitada, pero fue el mejor beso de mi vida y quería mas, así que le agarre la cara con mis manos y lo bese, me pareció que le gusto porque me lo devolvió. 

-¿Sabías que el uniforme del instituto te queda muy sexi?-Me dijo al oído entre jadeos.

El sonido de su voz en mi oído hizo estremecerme, pero también me hizo sonreír.

-¿Sabías que siempre estas sexi?-me puse en puntas de pies para decírselo en el oído.

Me abrazo y me levanto para quedar a la misma altura, el es unos centímetro más alto, y me beso otra vez, pero fue más corto y delicado que el anterior. Me dejo en el suelo y se sentó en mi cama y con una mano me indico que me sentara a su lado.

-Cuéntame de tu vida-le dije curiosa.

-No hay mucho que contar, tengo 18 años, no estudio, no tengo familia ni me interesa tenerla, solo quiero tenerte a ti.

Me sonroje.

-Prefiero escuchar de tu vida.

-No hay mucho que contar, soy una chica común y corriente, que vive con sus padres, va al instituto y tiene una vida bastante aburrida.

-Entonces, ¿por qué no la hacemos más divertida?- me dijo mientras me agarraba de la mano y me conducía corriendo hacia afuera.

Peligroso AmorWhere stories live. Discover now