◆ Parte 1: ¿Cómo es la vida de trainee? (3)

17 2 0
                                    

— Ju..Jungkook. Llegaste. — Murmuré como un idiota, tartamudeando como si hubiera visto el mismo Diablo parado frente a mi.

— ¡Llegué! Justo a tiempo, como siempre. ¿Llevas mucho tiempo aquí?— Preguntó mirando hacia todos lados, buscando no sé qué, pero parecía querer comprobar que nadie estuviera allí.

— Algo.. digo, no mucho. Sólo que salí antes del departamento para comprar unas cosas. No hay nadie más. ¿Quieres sentarte o empezamos?

— Mhn, no... está bien. Entremos.

Sólo sonrió como si algo le preocupara, pero dio igual en ese momento. Me levanté sin su ayuda, cosa que me pareció extraño. Jungkook era alguien que pareciera estar para mi en los momentos más precisos. No recuerdo cuando fue la última vez que me levanté del suelo, sin que él me ayudara. Siempre que nos sentábamos de noche a conversar sobre sus sueños, al terminar él extendía una de sus manos, brindándome ese apoyo tan cálido, rematando la atmósfera con un ''Apóyate en mi''. ¿Seguirá diciendo aquello cuando sepa lo que pienso cada vez que lo veo sonreír? A veces me preocupa que esto avance y sea un problema para lo que se viene, para la convivencia con él, con el grupo. Temo que todo se vuelva en contra. Y debamos alejarnos. Jungkook no daba inicios de sentir aunque sea una mínima parte de lo que sentía yo. Él simplemente era cariñoso conmigo, pero de la forma en la que es con los demás. De esa forma amigable, que me hacía sentir mal conmigo mismo por pretender sentir atracción con él.

Cerré la puerta al ingresar a la sala de ensayo y comencé a caminar detrás suyo, ciego, mi vista estaba clava en el suelo mientras los pensamientos me comían la cabeza. Cuando de repente mi cabeza estaba siendo frenada por la espalda del menor, que no sé porqué razón se detuvo en el medio de la sala. Levanté la vista confundido y note que no se movía, que se encontraba de la misma forma que yo hace unos momentos antes. Apreté mis dientes con gracia y alcé los brazos, rodeando el cuello ajeno y tapé sus ojos con mis manos, como solía hacer en cada oportunidad como esta.

— ¡Jeon Kookie! ¿Quién soy?— Pregunté riendo de esa forma tan particular mía cuando me encontraba feliz, satisfecho.

— ¿Quién eres? Eres quien no deja de mirarme en las practicas, quien se duerme después de mi y quien no puede evitarse atorar con las palabras cada vez que le hablo. ¿Eres ese o me confundí de persona?— Preguntó con ese tono de voz seco, que destruyo por completo mi accionar acostumbrado a recibir otro tipo de respuesta. ¿Fui tan obvio todo este tiempo?... Quitó mis manos de sus ojos como si le molestarán y las dejé caer a mis costados atónito por lo que acababa de escuchar.

— Hyung, quiero saber qué hice mal para que te comportaras de esa forma conmigo. Hace semanas que lo noté y no sé qué hice, qué dije. ¿Actué mal? ¿Frío? Sabes, esto de que pronto debutaremos me está matando los nervios. Estoy ansioso, preocupado. Me quita el sueño y tú no duermes hasta que no lo haga. Te he visto, he fingido dormir para luego verte a ti como te desplomas sobre la cama, como si no durmieras en días. Han pasados días en los que no hablamos y tú cambiaste, es decir me miras como si esperaras que yo dijera algo. Y ... no sé qué decirte.— Finalizó mirándome como si me estuviera comportando como un loco, como si le estuviera cargando más peso del que ya tenía.

— No, sabes...— Aclaré mi garganta como pude y continué. — ¿Sabes?.. es el hambre. Sí, el hambre.

— ¿Hambre? ¿Es en serio? Hablo en serio.. dime. ¿Hice algo mal?— Cuestionó y sin más se acercó tomando con fuerza entre manos parte de mi buzo a la altura de la cintura.
Sentí como el pulso se me había ido hasta las nubes. Jamás se había acercado de esa manera, me había mirado de esa forma. No pude siquiera responder, no dejó que respondiera. Notó la inoportuna forma en la que me puse con su cercanía y continuó hablando con el ceño fruncido, como si quisiera evitar cualquier tipo de contestación sentimental de mi.

— Si es por la comida, sabes que puedes decirme y compartiré la mía contigo. No quiero comer más de lo necesario, no quiero verme mal en el debut, sabes lo importante que es para mi eso ¿no? No dejaría que nada me distraiga de nuestro debut, que nada lo arruine.

— No, no te pediría algo así.. sólo es que me gustaría bailar como tú para no tener que esforzarme tanto y no tener que atrasar a los demás y esas cosas. No tener que ser una carga para ti.

— ¡Ah, tonto! —Exclamó soltando mi buzo y punteando con su indice mi estomago— Sabes que no eres una carga para mi, TaeTae. Me agrada pasar este tiempo contigo y que aprendas cosas de mi. Pero bien, mejor comencemos o habremos perdido este tiempo hablando de cosas sin sentido.

Si bien no pude estar al 100% con la cabeza en el ensayo, di mi mejor esfuerzo. No More Dream, parecía haberse acoplado a mi modo de bailar. Cada paso bien que daba, el menor me felicitaba aplaudiendo como si me hubiese ganado un MAMA y yo cada vez que lo mirada de reojos a través del espejo, un pedazo de mi se rompía cada vez más. ¿Tan difícil era aceptar la idea de que esto era imposible?. No sólo por el hecho de que JungKook es sólo un niño que tiene su orientación sexual definida, sino porque él lo único que quería era debutar, ser un estrella, ser conocido por hacer lo que ama y porque nada lo iba a distraer de eso. Cuantas veces lo habré oído hablar de lo mucho que anhela estar en donde está y en donde estará. Era imposible que en su camino esté yo, formando parte de algo más que no sea este grupo.

Finalizó el ensayo y ambos nos dirigimos al departamento sin emitir palabra alguna en todo el camino. Estábamos demasiado exhaustos como para poder conversar en el camino.

Los días pasaron y cada ensayo se volvió cada vez más rutinario. JungKook parecía sólo querer ayudarme con los pasos e irse a hacer sus tareas. No hablábamos y ni reíamos como antes, lo notaba distante, pero ¿qué podría hacer? se acercaba la GRAN fecha y no quería distraerlo con mis preocupaciones. Y así fue, llegó el gran día y todos estábamos con los pelos de punta.
¿Cómo iban a reaccionar nuestras fans? ¿Las fans de los demás grupos? Las personas en sí.
Pero eso era algo menor, algo que no era nada, comparado con las ansias que teníamos de que nuestros familiares pudieran ver lo mucho que trabajamos, lo mucho que ansiábamos esto.

◤ Apóyate en mi ◥ ● VKOOK ●Where stories live. Discover now