Cantos de sirena

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Tiró los tacones entre los arbustos que decoraban las lindes de su casa, cinco años de matrimonio y cuando el ratero y pesetero de su marido abría ligeramente la mano, no la abría lo suficiente como para regalarle unos zapatos decentes cuyo tacón no cediese a la primera zanja de las muchas que podías encontrar en el bosque, una vez más los pies de Dafne tendrían que sufrir la dolorosa orografía del terreno en forma de ampollas junto con unas plantillas de esparto que lo único que hacían era aumentar la sudoración quebrando y magullando la piel del pie. Giró la cabeza en dirección a aquel que no la prodigaba y colmaba del amor que ella se merecía, ¿Por qué? Esa era la pregunta sin respuesta que llevaba atormentándola en sus cinco años de matrimonio.

Caminaban a la par, pero era como si un abismo los separase, con los ecos de su cavernosa profundidad incitándoles a saltar y probar como sus extremidades podían enzarzarse en una enfurecida reyerta condicionada por las leyes de la gravedad, las cuales se encargarían de que ambos cuerpos quebraran sus huesos contra el duro y afilado suelo, envueltos en un doloroso abrazo, pero un abrazo al fin y al cabo, algo que hacía demasiado tiempo, no sentía.

Llegaron al puerto, aunque el hedor a pescado precedió la aparición de los muelles, había llegado la esperada época de la pesca, sin embargo Dafne no lo decía agradecida por los futuros manjares que decorarían su mesa y saciarían su estomago, no lo decía con temor al mes en el que su marido tendría que hacer frente a las embravecidas aguas y las monstruosas olas del mar en las típicas y frecuentes tormentas gallegas, armado únicamente con una barcaza de endeble envergadura. Lo decía con sarcasmo e incipiente ironía hacía la vía de escape, de la que estaba segura, era ese trabajo para su marido, todo un mes sin verla ni oírla, no incluía tocarla porque esa abstención se había convertido en un habitual en su relación, se giró para despedirse.

En verdad era el hombre mas apuesto de toda la comarca, impresionante porte, amplitud de hombros, mirada cristalina y penetrante, piel tostada por la constante caricia del sol y melena leonina con algunos mechones rebeldes que se empeñaban en enmarcar las marcadas facciones que constituían su rostro. Se inclinó para darle el esperado beso, ella no se puso de puntillas, debía agradecer que aún estuviera dispuesta ha aceptarlo; comenzó con un vano intento de roce entre dos labios y finalizó con la fusión de ambas bocas. Aquella unión podría haber perdurado hasta que las trompetas del juicio final retumbasen sobre las cabezas de todo ser humano y la tierra se replegase sobre si misma y haber continuado en la eternidad de la otra vida, pero el muy bastardo la asió por los hombros separándose de lo que él mismo tanto ansiaba. Repentinamente ojeroso y trémulo la miró pero ella no le concedió el tiempo para pronunciarse, se desprendió de sus manos sacudiendo los hombros y colocándose seguidamente en la primera línea del muelle, con los llantos de las mujeres o futuras prometidas de los hombres que embarcaban tras de sí, y los compañeros de fatigas de su marido frente a ella mirándola con brillo lujurioso en sus ojos, algo que siempre la hacía sonreír y al mismo tiempo doblegaba a su querido hombre. Conseguido su objetivo dio media vuelta hacia su humilde morada, como todo en su vida, absolutamente humilde y pordiosero, pasando frente a las inesperadamente silenciosas mujeres.

Lo más probable era que para cuando llegase al umbral de su casa en vez de vestido, de su cuerpo colgasen harapos debido al continuo enganche de la tela con las ramas de los árboles, al fin la suave brisa marina alcanzó su enardecido rostro y cuando llegó al claro en donde se encontraba la casa, a escasa distancia del acantilado, su rostro habría mostrado el aspecto de siempre si no hubiese sido por la presencia de tres mujeres de pie en su terreno, cuando finalmente las alcanzó la mas joven dio un paso al frente, dispuesta a hablar.

---- Dafne, hemos venido para hacerte saber de nuestro apoyo en este mes tan doloroso que nos espera hasta que nuestros maridos vuelvan, si en algún momento necesitas hablar, llorar o simplemente estar con alguien, ya sabes donde estamos ------

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⏰ Last updated: Oct 06, 2016 ⏰

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