2 semanas después

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LakeWood, 12.56 A.M

Cansada, me hinqué por milésima vez en el día para tomar una de las tantas cajas marrones que se encontraban en la sala de estar.

-¿Necesitas ayuda amor? -mi padre me dio un corto beso en la nuca para luego revolver mi cabello castaño con su mano.

-Es cierto que estoy algo atareada con esto de la mudanza, pero va todo muy bien -mentí, en serio que necesitaba la ayuda para llevar las cajas a mi cuarto, hasta las gotas de agua que salían de mi cara me delataban.

-Tranquila, mañana estaremos como nuevos -se quedó en silencio por un rato- Si quieres podemos ir a conocer el pueblo y...

-¡Y conocer chicos! -mi hermana de 14 años le interrumpió emocionada por la idea de conocer a personas nuevas, en especial si se trata de hombres, una locura.

-Y conocer chicos -Mark, mi padre, habló con un todo de voz burlesco el cual nos sacó algunas carcajadas.

-¿Dónde está tu madre? -papá se rascó la nuca- No la veo desde que se bajó del auto ¡Elena!, ¡Elena! -gritó a todo pulmón, aun así, no tuvo respuesta alguna.

-Demonios, despertaras a los vecinos -reí ante sus gritos desesperados, mi madre siempre se perdía.

-Bueno, será mejor que sigan ordenando sus cuartos, mañana será un gran día -suspiró pesadamente- Iré a buscar a tu madre.

Y seguidamente salió de la estancia dejándome sola con mi hermana menor, no nos llevábamos tanta edad, solo unos 3 años de diferencia. Violet, mi hermana, subió corriendo con tres cajas a su cuarto, a veces me impresiona toda la fuerza que tiene, no es de esperarse de alguien que practica defensa personal junto a un entrenador personal en el gimnasio.

Subiendo la escalera intento familiarizarme con la casa, es amplia y cómoda. Lo que más me gusta es la vista de mi habitación, la cual queda frente al lago del pueblo. No es un lago de los sucios como algún pantano o así. Este tiene el agua tan clara como un cristal, tanto así que es algo transparente. Y lo sé porque cuando llegamos salí disparada a verlo, fue fácil ya que nuestra terraza está conectada con el lago. Estaba muy emocionada, y lo mejor de todo es que tiene un mini jacuzzi al exterior.

Otra cosa que me gustó mucho fue que la casa consta de tres pisos. Abajo está el cuarto de mis padres y todo lo demás. Arriba el cuarto mío y el de mi hermana, más los baños y en el tercero está la sala de descanso, que es como la llamamos nosotros. Donde está el computador, la televisión con los puff y cosas como esas.

Y por cosas como estas es que amo a mi padre, aparte de que es mi padre y bueno...le tengo cariño. Su trabajo siempre le ha permitido darse lujos como estos.

Luego de haber organizado todo el cuarto me eché en mi cama con mi portátil y comencé a buscar información del pueblo. Encontré cosas tan interesantes como el hecho de que en el condominio en el cual quedaba nuestro hogar solo constaba con 7 casas máximo y que era el más caro con otro que quedaba a la vuelta.

-Chica prestigio, eh -pensé en voz alta.

Siendo sincera no me considero alguien a quien le importe el dinero y todas esas cosas, pero cuando se trata de comodidades sí que estoy de acuerdo con ello.

Lo que más me llamó la atención fue el enterarme de que solo había una escuela en todo el pueblo, y claramente no me gustó eso. Pues si había problemas o si no me sentía cómoda no me podría cambiar a otro.

"Será un año difícil" recordé las palabras de mi hermana cuando nos enteramos que nos íbamos a cambiar de casa, por tercera vez.

Ya atareada con tanta información en mi cabeza cerré el portátil y lo dejé en el suelo para luego seguir con mi rutina de la noche que tanto amaba, dormir.

Al siguiente día...

Me reí por décima vez en el desayuno de los tan aburridos chistes que contaba mi padre, era todo un cuento.

-Y bueno, ¿Por qué debería de dar tanta risa? -mi madre levantó una ceja a modo de confusión a la vez que terminaba de hacernos las tostadas que tanto amaba de ella.

-No lo sé, cuando te lo contaba en nuestra luna de miel siempre te reías -le guiñó un ojo.

-Pues ahora no le veo la gracia -le sonrió y le dio un beso casto en los labios.

-Esa información para después, por favor -mi hermana hizo arcadas falsas.

-Respeto señorita, respeto -mi madre le dejó frente a ella una leche de chocolate.

-Y bien, ¿Hoy que haremos? -me atreví a preguntar, pues no quería salir de casa hoy, anoche había quedado muy agotada.

-Estaba pensando en ir a dar un paseo por el parque y luego ir a matricularlas a la escuela Gabriel Hess, ¿les parece una buena idea?

-¡Me encantaría! -Violet respondió con tanta emoción como siempre. Luego, mi padre volteo su cara para mirarme, esperando alguna respuesta.

-Pues... -madre respondió por mí.

-Le encantaría también -aseguró- Ustedes vayan y yo me quedo en casa para terminar de ordenar algunas cosas y de paso ir a solearme al lago.

-Oh vamos, las clases comienzan mañana, no creo que nos matriculen tan pronto, además hace un día perfecto como para ir al lago a bañarse -bufe molesta.

-Bueno, eso lo veremos, terminen de comer y al auto -mordió la tostada para luego atragantarse con su café caliente.

Ya en el auto comencé a pensar en las mil posibilidades de cómo sería el recibimiento de las personas en la escuela, solo espero lo mejor.

-Deja de morderte las uñas Tess -mi hermana me tomó de la mano -Todo irá bien -me regaló su sonrisa más sincera para luego soltar mi mano y volver a fijar la vista en la ventana. Se le veía nerviosa, pero aun así tenía el valor de brindarme su apoyo. A veces ella parecía la hermana mayor.

-Llegamos -mi padre habló con su voz grave mientras estacionaba el auto en un aparcamiento que se situaba al lado de la escuela, seguramente es ahí donde estacionan los autos los profesores y algunos alumnos, hasta hay lugar para las bicicletas.

-Es inmenso -dije impresionada -En las fotos se veía mucho más pequeño

-¡Hasta tiene cancha de fútbol! mi padre dijo emocionado -Lastima no tener algún varón en la familia

-¡¡Oye!! -dijimos al unísono con mi hermana a lo cual nos reímos.

Y fue así como terminé matriculada en la escuela Gabriel Hess, y así mismo fue como lamentablemente el director nos dijo que todo se encontraba en perfectas condiciones y que no había problema en ingresar al colegio por la mañana, pues era cuando comenzaba el segundo semestre para los alumnos, tendremos que ponernos al día. Que felicidad.

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