You Don't Know Me

(Capítulo 3) El viaje y la presentación

Mire despectivamente la maleta color negro en mi cama. Había creído que lo de la gira era una vil mentira para asustarme, pero no, era verdad, yo tenía que irme con James durante seis meses de un lugar a otro, lo cual no era muy bueno que digamos. De mala gana y sin siquiera preocuparme de ordenar las blusas, los pantalones y todo lo que llevaba comencé a tirar las cosas en la maleta. Una pila desordenada de ropa se hizo presente en el espacio interior de la maleta, cerré la tapa a como pude y me senté sobre ella para poder cerrarla correctamente, maldije unas cuantas veces antes de con mucho esfuerzo cerrar la cremallera de la maleta. Tome una pequeña bolsa y deposité en ella unas cuantas “sustancias” no era necesario que James se enterara de que llevaba eso a su tour, o lo que sea que ellos hicieran. El simple hecho de pensar en dormir en una pequeña cama en un autobús con 4 hombres desconocidos, el montón de gritos de muchachas que creen que esos chicos son sus príncipes azules y los constantes viajes me daban nauseas. Unas voces bastantes familiares se hicieron presentes en la sala de la casa, obligando a mi 

-Trae tu maleta Skylar –ordeno James, yo estúpida curiosidad a bajar las escaleras. 

 

La ya muy reconocible figura de James y un gran y robusto cuerpo fue lo primero que divise al llegar al último escalón, me percate que eran mis últimos momentos de libertad. 

 

-Ella es –le dijo James al hombre gigante mientras se percataba de mi presencia-

 

-¿Ahora qué? –dije evidentemente cansada- 

hice una mueca- ¿Qué pasa? 

 

-Esta algo pesada –sonreí- 

 

-Eván acompáñala a recoger su maleta –aún tenía ese poder de consentimiento en James- 

 

El guardaespaldas o lo que fuera de James, me siguió a pasos grandes por las escaleras justamente deteniéndonos en la puerta blanca que decía “Skyler” abrí la puerta y Eván inspecciono la habitación con la mirada, claramente aún no podía creer que una simple chica de diez y ocho años fuera una drogadicta casi muriendo. 

 

-¿Cómo son? –Dije pasándole una maleta- 

 

-¿Disculpe? –Dijo el gran hombre- 

 

-¿Cómo son esos chicos? –le repetí- 

 

-Cada uno tiene su personalidad –sonrió como un padre orgullo de sus hijos, en parte era algo dulce- 

 

-Soy Skyler o Amber como quiera –dije divertida, si iba a estar seis meses con personas desconocidas por lo menos tenía que hacer amistad con el guardaespaldas- Aunque prefiero que me digan Skyler, solo me dicen Amber cuando están molestos conmigo –él rió- 

 

-Eres una niña muy dulce Skyler-dijo tomando la ultima maleta- 

 

-Lástima que mis padres y hermano no piensen lo mismo que usted Eván-él rió denotando diversión ante mis palabras-

 

Bajamos las escaleras mientras yo sonreía triunfante, no quería complicarle más las cosas a James, pero no me quedaría de brazos cruzados, tenía que tener un poco de diversión durante estos seis meses.Eván salió por la puerta principal y yo me acerque a las tres personas que estaban. Mamá se acerco a mí y me envolvió en sus brazos, en parte era algo irónico pero lentamente la abrace, nunca se me había dado eso de los sentimientos. Dan se despidió de mi con una seña de mano y una sonrisa melancólica, a pesar de que yo era un jodido dolor de cabeza él había podido manejar un poco la situación conmigo.James se despidió de ellos, ya era algo normal que lo hiciera. Me empujo levemente poniendo una mano en mi espalda y me tope con una lujosa camioneta negra, en la que Eván yacía en el lugar del copiloto. La cara confundida de James al notar mi gran sonrisa de triunfo se hizo presente durante todo el viaje, él sabía que algo iba mal y no pararía hasta que le dijera que rayos tenía planeado.