Como una hermana

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Llegue a eso de las once súper cansada, fui al gimnasio luego de la cena, tomé una ducha, decidí usar la franela de mi antiguo uniforme como pijama, me arrope, abracé la almohada y comencé a dar vueltas en la cama, exaltada, soy soltera hace un año y lo disfruto en serio, pero... ¡Dios extraño el sexo!, no diré que durante este tiempo he sido completamente santa, durante algunos meses fui fiel creyente del " te olvidare cueste con quien me acueste" asi fue como termine ocasionalmente en la cama de José del gimnasio y pablo mi joven, inteligente y sexy profesor de literatura contemporánea el pasado semestre quien me enseñó lo divertido de un cubículo, eso sin contar a los anónimos chicos con los que me bese borracha en la disco, hasta que un dia, sophi y yo estuvimos un poco demasiado borrachas al punto de que sin mare y sol allí, tendríamos en nuestra mente dos o tres horas de nada,   con mandar un mensaje bastaría para acordar el típico " tu casa o la mía" y pasar la noche entera teniendo sexo salvaje, sin hablar, sin sentimientos ni compromiso, pero he allí , el problema, eso ya no me llena, quiero el sexo, pero tambien la cena, la conversa, los paseos del domingo, con quien acurrucarme en la noche y hacer desayuno en la mañana, esas pequeñas cosas, que no necesariamente implican una relación seria ( Dios sabe que me gusta mucho reírme y dudo que pueda presentarle un novio a una amiga ) es estar con alguien con quien te diviertas, que te entienda y ,porque no, te quiera sin ponerle nombre a la idea.


Pero hace un mes no tengo sexo y aún tenia ganas, a falta de una arrebatadora figura masculina que sin tocarme me calentara, no quedo de otra que... Bueno, activar las manos para matarlas.

Fue una semana tranquila, aparte de una visita al spa de entes del gobierno y una reunión con el contador y mi abogada, todo pasó según lo normal, si no contamos  la risa y la inteligente conversación continua con EL, a quien vi dos dias mas, el miércoles fuimos a almorzar Sol y yo, y me contó que en el centro comercial se encontró a Nuria, y ya que Sol, es la única de nosotras que a veces la saluda , se quejo de mi y de como actúe en el café a lo que ella respondió -  mmm, si Beth es un poco rencorosa, pero eso no te pasa cuando eres buena amiga, por lo menos a mi nunca me han dicho eso -  la adoro pero somos mas amigas desde que se mudó, es a veces tan correcta que nuestras bocas sucias y  sumamente sexosas se sienten juzgadas en nuestras noches de vino y tertulia.

aún el recuerdo sigue vivo y con el, el dolor apegado aunque en menor escala ahora,   fui realmente ciega y lo admito si eso cuenta como error, aunque el subconsciente te avisa, te muestra lo que obvia la vista, soñé tres veces que  me engañaban, confiaba tanto en ella que se lo contaba - oye nur, sabes que soñé esta cosa loca... - ay Beth, estas loca, nosotras somos como hermanas -  era mi amiga desde niña, mi mamá la veía como una hija y ¡boom! de repente un dia todo acaba, Núria había estado de viaje una semana, visitando a su abuela que había enfermado, para hacerla sentir mejor las cuatro ideamos un plan que incluía un globo, vino, hamburguesas, palomitas, película y helado, ya saben "noche de chicas" Sol la buscaría en el aeropuerto mientras nosotras entrábamos a su casa y preparábamos la sorpresa, pero salio mal, ella no estaba cuando Sol llego al aeropuerto, abrimos la puerta del apartamento con la llave que nos había dejado para emergencias, entramos riendo y susurrando, pero cuando llegamos a la cocina todo se nos calló de las manos, allí estaban mi mejor amiga y mi novio desde hace tres años sin ropa teniendo sexo en el piso acostados.
Me congele alrededor de medio minuto, mis manos temblaban y podría jurar que  tambien mi cara, no fue hasta que Mare dijo - haces algo tu o lo hago yo - desperté, tomé el pote de helado con una mano y  las hamburguesas con la otra y se las estampé en la cara, o eso traté de hacer realmente tengo pésima puntería, luego atravesé el camino hasta los gabinetes a patadas pues Diego no paraba de agarrarme y decirme que el me lo explicaba- ¡Pueden creerlo! - tome una bolsa negra y entre a su cuarto, supongo que Nuria iba a acercarse a mi pues escuche a Sophi decir - ¡No!, ni se te ocurra, bitch- Sophi solo dice groserías en ingles, entre en el cuarto lo primero que vi fue nuestra fotos juntas sobre la mesa de noche, la rompí, abrí el closet- ¿en que te ayudo?- preguntó Mare que me seguía de cerca, mientras Sophi insultaba en ingles a los dos afuera - me llevare todo lo que le he prestado, esa perra pudo haberse quedado con mi novio, pero no hay manera de que se quede con mis tacones y carteras- Sophi rió al entrar a la habitación y comenzó a ayudar tambien - hey este vestido no es tuyo pero a ti te queda mejor, me lo llevo - cuando todo estuvo listo salimos, Nur me tomó ligeramente del brazo y me hizo voltear al verla llevaba pantis y la camisa abotonada de Diego - que gracioso, yo también he usado esa camisa - dije señalando, Diego estaba en jeans detrás de ella bajando la cabeza con los brazos al pantalón aferrados de esa forma sus tatuajes resaltaron, claro que pasaría, había confiado en el chico malo, la sola vista me causó nauseas y le vomite los pies, me limpie la boca con las manos tratando de ser ruda, tanto como puede serlo una chica bajita pecosa y de virginal cabello largo y  negro usando un corto vestido azul claro de verano, les mostré el dedo medio y dije - para mi estas muerta perra - salí apresurada del apartamento, no había botado ni una lágrima frente a ellos y asi planeaba mantener este encuentro, pero... Me desmayé al cerrar la puerta.


 

La sonrisa de BethWhere stories live. Discover now