4. Dudas.

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Pisé el acelerador y me dispuse a conducir a casa de Jim. Encendí las luces delanteras del automóvil ya que la noche ha caído y las calles estan poco iluminadas.

—¿Tienes mi morral? —pregunto.

—Sí.

—Toma mi móvil y marca el número de Jim.

—¿Jim? Ya te dije que no conozco ningún Jim.

—Pero yo sí, búscalo en mis contactos.

Por el rabillo del ojo la observo escudriñar mi morral hasta dar con el aparato. Desbloquea la pantalla y empieza a deslizar su dedo por la superficie.

—Listo.

—Ponlo en alta voz. —le indico y ella obedece.

Se escuchan alrededor de 3 tonos antes de que conteste.

—¡Te dije que ya no quiero más tocino, mamá! —grita Jim desde el otro lado de la línea. Frunzo el ceño y Drew alza sus cejas.

—Soy Andy, baboso—ruedo los ojos.

—Ouh... ehmm—vacila—Lo siento. ¿Qué sucede?

—Necesito que llames a Rudie y le digas que vaya a tu casa.

—¿Por qué?

—Es algo urgente. Voy en camino.

—¿A dónde?

—¡A tu casa!

—No me grites, Andy.

—Sólo... llama a Rudie. Estaré en unos minutos allí.

Drew cierra la llamada y guarda el móvil en el morral.

—Entonces... ¿Ese es Jim?

—Afirmativo.

—¿Y quién es Rudie?

—Su novia.

—¿Por qué dijiste que esto es urgente?

—Yo no dije eso.

—Sí lo dijiste.

Rayos, se me había pasado de alto ese pequeño detalle. Por todo lo que he podido observar hasta el momento de Drew, doy por hecho de que ella no es consciente de que es un personaje ficticio—hecho realidad— y mucho menos de que he sido yo quién la ha creado. Creo que no sería favorable hacérselo saber hasta el momento. Ella cree que es una persona común y corriente, y es mejor que lo siga creyendo.

Tras conducir unos minutos más en la carretera por fin llegamos a casa de Jim. Drew baja con un salto de la camioneta seguida por mí. Subimos el porche y allí, ella se toma la libertad de tocar la puerta seis veces seguidas con su puño componiendo una pequeña melodía. Lleva sus piernas ceñidas mientras se balancea de un lado a otro y da pequeños saltitos desesperados. Segundos después la puerta se abrió.

Jim aparece con una sonrisa y un pedazo de tocino en la mano. Al ver a la chica, retrocede y se mete el resto del tocino a la boca mientras mastica con rapidez.

—¿Qué tal Jimmy? —saludo, tratando de sonar lo más casual posible.

—Ho...hola—vacila nervioso mientras mastica—Pasen—se hace a un lado permitiéndonos entrar.

Drew entra y yo la sigo. Jim cierra la puerta tras nosotros, me toma del hombro y me acerca salvajemente a él mientras susurra.

—¿Quién es? ¿Por fin una novia?

AnDrew.Where stories live. Discover now