MANADA

Chocolate

❤（っ＾▿＾）NAI 

Se acercaba el fin de año y como en cada año, los de sexto semestre organizaban la kermesse y las actividades a realizar en el festival de verano. Muchos de los de sexto semestre aprovechaban la kermesse para terminar de pagar su viaje de fin de año y de cerrar círculos.

La kermesse sería este viernes y coincidía con el 10mo aniversario de la muerte de papá.

Ya habíamos decidido, mis hermanos y yo, en no asisitir a la kermesse este año. Pero...

Todo empezó un día antes de la kermesse....

Estabamos en clase de naturales y un chica de sexto pasó a saludar a nuestro maestro. Pero desprendía ese aroma férrico, tal como Trevor... Sin duda alguna era un vampiro.

El corazón de Trevor palpitaba erráticamente, y cuando la chica se dio cuenta de la presencia de Trevor voltió hacia donde estábamos y le dio un aviso de su clan. "Estás sobre tu límite, ya pasaron casi 6 meses que fuiste convertido y no has probado sangre humana. La invitación a formar parte de nuestro clan sigue en pie hasta mañana al atardecer. Si no consumes sangre humana perecerás."

Trevor apretó sus puños hasta que sus uñas rompieron sus guantes y su piel, aparecieron pequeñas lunas menguantes de sangre en sus palmas. El olor de su sangre era muy intoxicante y familiar. Mi loba estaba inquieta.

Sus heridas sanaron muy rápidamente, un parpadeo y ya no había rastro de ellas. Los vampiros de verdad son escalofriantes. La vampiresa no se percató de mi presencia y cometió el grave error de decirle eso a Trevor en una frecuencia que no era perceptible para los oídos humanos pero para un humana lobo como yo, sí.

Trevor es un nuevo vampiro, quien lo imaginaría... Ya había terminado la clase pero mis pensamientos rondaban a las palabras de aquella chica. Solo quedábamos Trevor y yo en el salón... 

6 meses sin probar sangre humana, no 1 mes como teníamos entendido. 

Guardé mis lápices torpemente y al estar tan distraída no vi las asas de mi bolsa y tropecé llevándome al piso a mi compañero de banca.

Fui a dar con los lockers detrás de nosotros y rasgué mi hombro al chocar contra la manija de uno de ellos. Mi blusa escolar se tiño de rojo. De un segundo a otro los ojos de Trevor se tornaron morados y me miraban como a su presa. A centímetros de ser mordida Trevor fue lanzado hasta el otro extremo del salón rompiendo bancas y dañando el pizarrón. Ian me ayudó a incorporarme y cubrió mi blusa ensangrentada con su suéter.

Los ojos de Trevor pasaban del morado al café, del café al morado tan rápido que se estaba saliendo de control.  Si alguien no lo detenía correríamos grave peligro. Ya sabía que curaba sus heridas muy rápido y ya había roto sus guantes, sus uñas también crecieron y podía ver el veneno en ellas.

No podía seguir así, si necesitaba sangre humana. Nosotros, yo... se la podía ofrecer...

Corrí a buscar entre mis cosas y saqué un chocolate.

No era el típico chocolate, proveniente del cacao. Era sangre, sangre humana empaquetada como chocolate... Ian trató de detenerme, pero fui más rápida en llegar a Trevor y ofrecerle la botana. Sus ojos se volvieron rojos y brillaban con gran intensidad. Sus colmillos empezaron a soltar el veneno y sus uñas desgarraron por completo sus guantes.

Aborazadamente tomó el pequeño paquete y succionó el interior. Volvió a la "normalidad" una vez saciado su sed. Sus ojos habían vuelto a ser cafés.

Ian lanzó un grito de angustia. Trevor y yo volteamos a verlo casi al mismo tiempo, en eso llegó la chica vampiro con una cara de terror impresa en su rostro.