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––Me voy, mamá ––grito antes de salir por la puerta.

––¿Dónde vas? ––pregunta con el mismo tono de voz, pero acercándose a mí.

––Un amigo mío participa en el concurso de ajedrez, y hemos quedado para ir a animarlo.

––¿Animar en un concurso de ajedrez? ¿No es eso un poco raro?

––Esto... Apoyo moral, mamá ––suelto, saliendo del apuro.

––Que raros sois... ––musita ella––. Ah, llévate llaves. Me voy a una reunión y no habrá nadie en casa.

––Siempre las llevo ––digo, saliendo por la puerta––. Adiós.

Bajo las escaleras rápidamente y me espero sentada en el portal. Esta mañana lo hemos planeado todo durante las clases. La madre de Rubén me pasa a buscar en coche y nos lleva al instituto, Paula y Lena van en bus. Hemos mirado en que momentos creemos que habrá menos gente por los pasillos, así que tenemos que actuar por el principio, cuando la mayoría de participantes estén jugando. Lena y Paula distraerán a la secretaria y Rubén y yo nos colaremos a ver los archivos.

El sonido de un coche me saca de mis pensamientos. Para frente a mí y yo subo a él. El camino en coche es corto, pero se me hace interminable. Parece que necesito repasar una y otra vez el plan, y no puedo decirlo en voz alta delante de la madre de Rubén.

––¿Cómo está tu madre? ––dice esta––. Hace mucho que no la veo.

––Muy bien. Ahora mismo se iba a una reunión de no sé qué tema del trabajo.

––Vaya, tendré que hablar más con ella, la echo de menos. El otro día vi a tu padre y a tu hermana, pero hace muchísimo que no me encuentro con Víctor. ¿Sigue igual de alocado? ––pregunta con una sonrisa.

––Sí, sigue igual de pesado ––respondo con desdén y cariño al mismo tiempo––. Aunque ahora está malo y no da mucho la lata.

––Bueno, dile que se mejore ––gira a la derecha y frena el coche––. Hemos llegado. Abajo chicos.

––Vale, es la hora ––dice Paula––. Escondeos detrás de esa pared. En cuanto salga la secretaria...

––Entramos, lo hemos repasado mil veces ––suelta Rubén, arrastrándome de la mano hasta el escondite.

––¿Y si nos pillan? ––pregunto.

Paula y Lena están hablando con la señora G, como todos la llamamos. Parece que les cuesta un poco convencerla de que necesitan que les acompañe a algún lado para dejar vía libre.

––No nos pillarán. Vamos, ya se van.

Entramos por la puerta de secretaría y giramos a la izquierda. Hay un pequeño pasillo con puertas a ambos lados.

––La tercera a la derecha ––recuerdo en voz alta.

Entramos a la sala. Es una pequeña habitación, de paredes desnudas de color gris, estropeadas por la humedad. Al fondo hay una gran estantería de archivadores.

––Busca "Registro profesorado" ––dice Rubén cruzando el lugar de dos zancadas.

Rebuscamos por toda la estantería hasta llegar a lo indicado. Cogemos el archivador y lo ponemos sobre una pequeña mesa. Paso las páginas hasta llegar a la letra M.

––¡Aquí! Maya ––exclamo, con la intención de sacar los papeles de información. O más bien el papel. Solo hay uno.

––Esta en blanco ––susurra Rubén, pronunciando mi pensamiento.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2016 ⏰

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