Capítulo 5 - Curiosidad

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Dicen que la curiosidad puede ser la peor enemiga del hombre precavido, por la curiosidad podría perder sus bienes, su trabajo, su familia y hasta su vida. Pero hay cosas que nunca se esperan que puedan suceder, porque están envueltas en una sombra oscura, tétrica, de un pasado más horroroso del que se pueda imaginar, cosas que sería mejor enterrarlas en el olvido para siempre, pero que -por más que lo intentemos- siempre vuelven a la luz.

Una de tantas noches Francisco vagaba por los pasillos del hospital, tal cual era su rutina, y cuando pasó por la sección de pediatría sintió esa nostalgia, o tal vez tristeza, que le acompañaba cada vez que se acercaba al lugar. Para él era injusto que niños tan pequeños sufrieran enfermedades tan complicadas y tan dolorosas. 

Algunas veces se quedaba mirando hacia adentro, y veía que los médicos de turno se le acercaban a alguno de los pacientes para aliviarlo, en otras ocasiones los veía dormidos y en otros momentos podía conversar con algunos. Le alegraba saber que muchos salían curados y se llenaba de dolor cuando se enteraba que alguno fallecía. Pero así es la vida de los hospitales.

Tenía casi una semana de no pasar por ese sitio, ya que sus superiores le habían asignado el piso inferior. Ese día, se extrañó de ver un niño que miraba fijamente la entrada, no lo veía a él, pero miraba, se escondía y aparecía de nuevo para mirar la entrada. Parecía no ver bien porque daba la impresión de hacer mucho esfuerzo. Sin embargo, no pudo preguntarle qué estaría buscando porque lo distrajo un nuevo mensaje en el teléfono:

"¿Quieres saber tu futuro? Envía la palabra astros al 1111, mensaje gratuito por hoy"

Francisco siempre desechaba estos mensajes de inmediato, pero por alguna razón le llamó la atención. Pensó que tal vez de verdad sería gratuito así que envió un mensaje de texto como se indicaba. Para su sorpresa el teléfono se apagó por completo y tuvo que volver a encenderlo, pero se había quedado sin carga entonces se dirigió a donde guardaba sus cosas personales para conectarlo y dejarlo cargando. 

"Con toda seguridad está fallando la batería —pensó—. Creí haberlo cargado totalmente hoy".

Uno de los enfermeros se acercó a la entrada de la sección de pediatría iluminando con un foco. Todas las luces del pasillo se habían apagado de repente. Accionó el interruptor y todo volvió a la normalidad.

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⏰ Última actualización: Jul 16, 2020 ⏰

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