Queridos lectores

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¡Hola! Como podrán ver, esta es una carta muy especial, es para ustedes. Había querido hacerla desde hace mucho tiempo, pero no encontraba el espacio indicado para dejarla.

O, mejor dicho, no quería interrumpir la lectura con un falso capítulo de por medio titulado "nota", y distraerlos de lo que ocurría un capítulo atrás, por lo que decidí esperar.

Así que aquí está.

Mil gracias. Simplemente no me puedo creer que este libro haya conseguido tantas vistas y votos. Considerando que empezó siendo un libro cualquiera con diez partes publicadas y menos de cien vistas.

Tal vez para la mayoría 9K de vistas sea muy poco, pero para mí, es demasiado. Gracias, gracias, gracias.

Gracias por cada voto, cada comentario, cada mensaje colgado en mi muro, cada vez que releen mi libro y por hacer de él lo que es ahora. Simplemente gracias.

Recuerdo que al empezar a escribirlo, lo último que esperaba era un voto. El primer voto que recibí me sorprendió mucho.

¿Cómo era posible que alguien votara por eso tan loco que me estaba pasando? Para mí, en ese entonces, la idea de que alguien entendiera lo que yo sentía era algo totalmente descabellado.

Pero los votos no pararon ahí. Y pronto empecé a darme cuenta de cuántas personas tenían trastornos de ansiedad y lidiaban con cosas iguales o peores a las que yo sentía a diario.

El grupo de WhatsApp ha sido lo mejor que he podido hacer por mí. Empezamos siendo una chica con T.O.C (trastorno obsesivo compulsivo) y yo. Yo, que tenía un trastorno de ansiedad social y me aterraba que personas desconocidas tuviesen mi número teléfonico.

Hoy somos dieciocho integrantes en el grupo. Y juro que no habría podido lograrlo sin esas chicas. Estaré por siempre agradecida con ellas, y sé que ellas lo lograrán pronto también.

Mil gracias de verdad, por tomarse el tiempo de leer, votar, comentar, eso me sirvió como motivación durante muchísimo tiempo. Me alentaba tanto pensar en el gran final del libro, un final donde les hacía creer a las personas que era posible superarlo, seguir adelante, ser feliz.

Y me alegra pensar que eso es lo que he hecho. Todo es posible, con fuerza de voluntad y un poco de suerte.

Y si hay un techo sobre tu cabeza, ya tienes la suerte.

Querida ansiedadWhere stories live. Discover now