Amor por accidente |Niall Horan| TERMINADA

Capitulo 3: No es una cita

Nada más llegar a casa tiré la mochila al suelo y vi en el contestador un mensaje de Lore.

"Enana, sólo quería llamarte para saber como te han ido los exámenes y para decirte que William y yo te echamos de menos y que puedes venir con nosotros a Nueva York siempre que quieras, te queremos"

Lorena siempre fue la más impulsivo de las dos y lo fue aún más al tomar a decisión de casarse con William a los cinco meses de conocerle.

Desde que Lore se fuera tuve que aprender a vivir sola, me gustó tener mi propia independencia, vivir como me gustaba, sin reglas y sin nadie que me dijera lo que tenía que hacer, aunque aveces echaba de menos la voz de mi madre diciendo "_____ como vuelva más tarde de las once te quedas sin ir al concierto de Ed Sheeran" cuando me decía esas palabras yo reía me acercaba a ella y le daba un beso en la mejilla antes de irme, como lo hecho de menos...

Tengo una hora y media para comer, ducharme y arreglarme para ir a casa de Carol, así que no tengo mucho tiempo.

Me preparo un poco de paella, gracias a madurar antes de tiempo me he convertido en una reina de los fogones.

Después de comer me meto en la ducha y eligió que ponerme, creo que unos pantalón cortos y una camisa semi transparente negra quedan genial con unas sandalias romanas. Miro el reloj, aún me queda media hora.

Me peino dejando caer el pelo por mis hombros y mi espalda en cascada para después maquillarme un poco.

Cuando las puertas están a punto de cerrarse, Pablo entra en el ascensor como una lagartija escurridiza. Que daría por no estar allí.

-Hola, ____- dijo con una sonrisa en los labios, le devolví la sonrisa.

-Hola

-Es mucha casualidad que nos encontremos los dos en el ascensor

Puse los ojos en blanco -Sí casualidad... No te lo crees ni tú- pensé para mis adentros, Pablo era una especie de acosador, me mandaba miles de flores por el día de San Valentía, me proponía citas, usaba a su hermana para sacarme información sobre él, hasta que me canse y su hermana me confeso que Pablo sentía algo por mi, pero aquel sentimiento no era mutuo.

-Sí...- dije en bajo mirando al frente

-Mira lo que tengo- dijo emocionado y sacado dos entradas para la Premier de Fast and Furius. Me quedé con la boca abierta, era mi película favorita, hice todo lo posible para conseguir algún pase pero no lo consegui, cogí las entradas de entre sus manos y las mire.

-¿Pero como las has coseguido?- pregunté sin mirarle

-Tengo mis trucos- dijo quitandomelas y mirándome con una sonrisa de suficiencia- La Premier es hoy. ¿Quieres ir conmigo?

Trago saliva ¿me estaba pidiendo una cita? ¿otra vez?

-Pablo...

-No es una cita, sólo seríamos dos buenos amigos llendo a una Premier

¿Mi dignidad a cambio de una Premier? Definitivamente, no.

-Lo siento, Pablo, pero ya tengo plan para esta tarde

-¿Has quedado con algún chico?

-No- dije, las puertas del ascensor se abrieron y salí de allí

-¿Entonces por que no quieres ir?

-Por que ya te he dicho que tenía planes para esta tarde- dije llegando a la puerta y abriendola, mire a Pablo- Adiós.

-Adiós...

Menudo chico, pero no podía hacer que me gustara, simplemente no me salía, no se sí era su arrogancia o el hecho de que me pedia siete citas en un mismo día.

El verano que conoci a Pablo fue cuando me mude después de la muerte de mis padres, no quería nada relacionado con mi otra vida... simplemente no quería recordar nada de lo sucedido, solamente me hacia sufrir, nadie en el edificio sabe la historia de mi familia pero aún así oigo como cuchillean a mis espaldas sin conocerme de nada.

Cuando llegue a casa de Carolina, Lidia estaba maquillando a Sara para dejarla mas mona de lo que es, me senté en el sofá junto con Paula mientras esperábamos que las demás terminarán de arreglarse para poder salir, Paula iba pendiente de Twitter mientras yo me mordia una uña.

-¿Has sabido algo de tú "ángel"?

-Nada de nada- dije y cogí el móvil se Lidia y mire la última conexión del WhatsApp, abrí los ojos cuando vi que alguien tenía mi móvil y habia leído mis conversaciones

-¿Estas bien?- pregunto Paula

-Alguien tiene mi móvil y ha leído mis conversaciones- dije indignada

-¿Qué?¿Pero quién?

Carol, Lidia y Sara aparecieron y se sentaron con nosotras en el sofá para contar que alguien tenía mi móvil.

-Llamate- propuso Lidia.

Paula me pasó su móvil y me llame, aquella persona no tardó nada en descolgar la llamada.

-¿Hola?- pregunté poniendo el altavoz.

-Hasta que porfin llamas niñata- dijo la voz al otro lado de la línea, era el chico de esta mañana .

-¿Quién es?- preguntaron mis amigas .

-El kamikace del que os hable esta mañana- dije sin importarme sí me habia oído

-Niñata cuidado con lo que dices porque puede que me ría mucho con las cosas que hay en tu móvil.

-Esta bien...- bufe, ahora sólo quería recuperar mi móvil y después le imposibilitaria para tener hijos

-¿Quieres recuperar tú móvil?

-No, te lo puedes quedar- dije con sarcasmo, oí risas al otro lado de la línea por lo que llegué a la conclusión de que no estaba sólo.

-Esta bien, entonces cuelgo.

-No, espera...

Dije mirando a mis amigas, que afirmaron con la cabeza.

-Recoge el móvil y luego nos vamos- dijo Sara, suspiro frustrada, no quería encontrarme otra vez con aquel rubio de ojos azules

-¿En los cine de Callao en media hora?- propuse

-Claro, es una cita.

-No, no es una cita- aclare.

-Sí lo es, nos vemos en media hora niñata.

Dijo y colgo, le devolví el móvil a Paula y todas me miraron con una sonrisa en los labios.

-¡____ tiene una cita!- gritaron emocionadas

-No es una cita- aclare- Es un encuentro que durará menos de cinco minutos que servirá para que recupere mi móvil.

-Sí claro, _____ te has colado por él, sí no fuera asi habrías sido más directa- dijo Carol mirándome.

-No inventes, Carol- dije.

-¿Nos vamos?- propuso Paula.

-Sí, tengo ganas de ver como es la cita de ____

Cogí una almohada y se la tire a Lidia a la cara haciendo que se sobresaltara y me la tirara de vuelta a mi.

-____ guarda tus energías para tú "ángel"- bromeo Lidia

-Zorra...- dije para que me oyera, me sonrisa y me un beso en la mejilla