16. Nunca Te Mientas A Ti Mismo

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Capítulo 16.

—¿Me puedes explicar cómo es posible que un fin de semana te volvieras tan asquerosamente popular?

Lucy se veía mas que sorprendida pero no la culpaba; el lunes había sido un poco tranquilo porque Riot no se había aparecido por ningún lado pero hoy había sido la locura total desde el primer momento. Cinco chicas me había gritado perra, otras solo me aplaudieron, y Emma casi me mata en el pasillo.

Aun estaba tratando de averiguar el porqué.

—Créeme que ni yo sé que está pasando.

Ella bufó.

—Nadie dice nada, solo actúan como locos. Creo que tu deberías saber que esta pasando.

—Escucha, solo fui a una cita con Riot y todo se complicó con la psicópata de Emma pero no creo que eso sea el porqué, si siempre estoy peleando con ella.

—¿Entonces qué pasa?

Alguien brincó a nuestro lado en la mesa de la cafetería, era Dan. Y no venía contento.

—¿Qué te pasa?

—¿Qué hiciste, Skye?

Se veía la urgencia en su rostro.

—¿De qué hablas?

—¿Estas engañando a Riot?

Me atraganté con mi saliva y mis ojos lo miraban a todo dar, sorprendida por su acusación pero me sentía mas sorprendida y confundida porque ¿de donde había sacado él eso?

—No ¿Estas loco?

—¿A dónde fuiste ayer entonces?

Él demandó.

—¿Y eso qué importa?

Lucy paró la inminente pelea y nos miro a los dos confundida.

—Paren esto antes de que terminen peleando ¿Qué está pasando aquí, Dan? 

Él rodó los ojos molesto, como si lo que fuera que estuviese pasando fuera culpa de nosotras y nosotras no estábamos al tanto de eso.

—Skye está saliendo con un chico.

Los ojos de Lucy peligraban de salirse de su órbita pero los míos iban por el mismo camino.

—¿De qué demonios estás hablando? Yo no estoy engañando a Riot.

—Ayer te vieron salir de la casa de Darnell Wrap.

Rodé los ojos. 

—Estoy en un trabajo con él.

—¿Lo estás?

—¡SI! ¿Qué está pasando?

Él saltó de la silla, lo cual nos sorprendió mucho a las dos, seguido a eso, me tomó de la mano obligándome a pararme del asiento y luego corrió por toda la cafetería arrastrándome con él. Y Lucy.

—¡Suéltame! ¿Qué demonios estás haciendo?

—¡No! Tienes que parar esto.

Casi caigo en la curva del pasillo y apenas pude recobrar el aliento antes de que viera a Riot, con su brazo apoyado en la pared y su sonrisa coqueta, junto a una chica que ni siquiera recordaba su nombre, y si yo no lo hago, menos él. Caminé lo más decidida que pude, decidida a golpear a Riot. Llegué a la escena del crimen y les di una mirada fulminante, que la chica notó pero Riot ignoró.

—Riot ¿Puedo hablar contigo?

Él rodó los ojos.

—No lo creo.

Amor por conveniencia ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora