Capítulo 2

544 26 2
                                    

Mi nombre es Scarlet, tengo 12 años, han pasado 4 años desde la desaparición de Will, mi hermano mayor. Desde aquel momento las cosas no han sido mejores, mi madre ahora está todo el tiempo en la casa o en la Iglesia orando para que mi hermano vuelva, ella renunció a su trabajo unos días después del acontecimiento. Me gusta un poco que ella haya dejado su trabajo, pues ya no me siento tan sola. Yo sé que mis padres se sienten culpables por la desaparición de Will, ya que ellos no le pusieron la atención que él se merecía, pero él sabía que si no recibía mucha atención era porque mis padres trabajaban para mantenernos, el apreciaba eso. Hoy mi padre ha pedido un día libre en el trabajo para vivir un momento en familia. Unos amigos de mi padre nos han invitado a una cena en su casa esta noche. La verdad es que no es exactamente una cena, es algo más cómo, una fiesta de té. En realidad nunca he ido a una de esas, pero he oído sobre ellas, suele haber galletas, y obviamente té. Es una tradición que viene de Europa, parece ser que de Londres, me gustaría vivir en un lugar como Inglaterra. Los amigos de mi padre deben de ser de allá, ya que es raro que en este país se hagan reuniones como estas. Las personas suelen asistir a dichas reuniones para hablar sobre temas de gran importancia.
Apenas son las 3:14 pm, y la fiesta de té es a las 7:00 pm, creo que comenzaré a alistarme a las 4:00 pm, por mientras que llega la hora, me pondré a ver televisión. Camino un poco, luego me dejo caer en el sofá de la sala. Comienzo a cambiar de canal en la televisión, no hay nada interesante, solo documentales y programas aburridos de Investigación. Ya quiero que sea la hora de ir a la casa de los amigos de mi padre, me entusiasma mucho la idea de asistir a una fiesta de té. Espero y esta no me decepcione. Sinceramente me entusiasma más la idea de saber que esta será la primera vez que salga con mis padres después del incidente de Will. Tal vez mi padre cuente de nuevo uno de esos chistes que solía hacer cuando salíamos de viaje con Will. La verdad es que extraño mucho a Will, él era la única persona que me entendía, él era mi mejor y único amigo, en serio lo extraño. Lo único que me mantiene fuerte es que yo sé qué el volverá, y a parte tengo que mantenerme fuerte por mis padres, si en algún momento ellos vuelven a caer, yo estaré preparada para volverlos a poner de pie, alguien tiene que hacerlo ¿No?
- Hola hija, deberías de comenzar a alistarte - Me dice mi madre.
- Sí, ya voy - Respondo mirando el reloj, ya son las 4:10 pm - Se me ha pasado el tiempo volando.
- Me alegro - Dice mi madre esbozando una sonrisa. Hace mucho que no la veía sonreír así. Definitivamente hoy será diferente.
- Me pondré mi vestido Rojo, mi favorito - Le comento a mi madre. El color rojo sigue siendo mi favorito.
- Te verás hermosa - Responde ella.
- Gracias madre - Le digo y sonrío.
- ¿Cómo están las mujeres más lindas del universo? - Interrumpe mi padre.
- Muy bien, ¿Y el Rey más apuesto de todos? - Responde mi madre.
- Mejor ahora que las veo - Dice mi padre sonriendo, luego le da un beso a mi madre. No los veía tan cariñosos desde mucho antes de que Will desapareciera, me gusta verlos así - Vamos, alístense, que va a llegar la hora de la fiesta de té y me las llevaré sin importar como estén vestidas.
- Está bien - Respondo.
- Primero vete a dar una ducha tú, Scarlet - Dice mi padre.
- Y luego ya voy yo - Comenta mi madre.
- ¿Por qué yo primero? - Protesto.
- Porque tú tardas más que yo - Dice mi madre.
- Está bien - Digo.

Me doy la vuelta y camino hasta el baño para darme una larga y refrescante ducha. En camino al baño me doy cuenta de que algo ha cambiado en mis padres hoy, los noto más felices y cariñosos, tal vez ya se les ha pasado lo de Will, que la verdad no creo porque hace apenas un día yo los vi algo decaídos, y es algo muy difícil de superar, y aún más si es de la noche a la mañana. No se la verdad que los haya hecho cambiar pero sinceramente sea lo que sea, me gusta.
Ya son las 6:20 pm, es hora de irnos a la fiesta de té, mi madre lleva puesto un hermoso vestido azul, por cierto como es de cabello oscuro igual qué yo, le sienta muy bien ese color. Los tres subimos al auto y viajamos juntos a la fiesta de té, me pregunto si los amigos de mi padre tienen hijos, no quiero ser la única niña en la reunión, y a parte me gustaría hacer nuevos amigos.
A pesar de que el auto es algo lento, no tardamos mucho en llegar a la casa de Helen la compañera de mi padre, tal vez en realidad no esta tan retirada de nuestra casa cómo dijo mi padre. Es una casa muy bonita, es demasiado grande y elegante, es color azul, un poco más bajo que el del vestido de mi madre, es casi celeste, tiene un barandal color negro y hace que el color de la casa resalte un poco. Me gustaría tener algún día una casa así de bonita. Cuando bajamos del auto, sale Helen de su casa y nos da la bienvenida, luego nos conduce al patio trasero donde será la reunión supongo. Por dentro la casa es igual de bonita que por fuera, tiene un piso muy reluciente blanco, las paredes son azules igual que afuera, la mayoría de los muebles son negros pero también hay algunos blancos, hay hermosas piezas de arte por todas las paredes. El patio trasero al igual que toda la casa, es muy bonito y grande, tiene un camino de piedras que lleva a un kiosco donde hay un par de mesas de té, a los costados del camino hay un verde césped y muchas flores de colores. Caminamos por encima de ese hermoso camino de piedras hasta llegar al Kiosco, al parecer somos los primeros en llegar a esta reunión, excepto por una niña rubia que está parada al final del patio, al parecer tiene más o menos mi edad, tal vez sea la hija de Helen.
- Alicia ven a saludar, no seas descortés - Le dice Helen a la niña.
- Ya voy madre - Responde la niña mientras se gira y camina hacia nosotros.
- Vamos date prisa - Le ordena Helen y la niña, Alicia, acelera el paso.
- Buenas noches, señor Baker y familia - Dice Alicia y hace una reverencia, casi como las princesas, porque a ella se le nota que es a la fuerza.
- Buenas noches pequeña - Responde mi padre.
- Listo, ya puedes ir a jugar Alicia - Dice Helen - Vamos, ve con ella Scarlet- Sigue diciendo, y sin dudarlo yo asiento con la cabeza y voy tras Alicia.
Después de unos minutos en esa casa, Alicia y yo ya somos amigas, hemos estado jugando a que somos princesas, es algo divertido, ya que yo en realidad nunca había jugado a esto con alguien más. Ya han llegado todos los invitados a la fiesta de té, el señor Earwicket, la señora Mallymkun y el señor Bayard con su familia. Invitaría a sus hijos a jugar pero aún son muy pequeños, no creo que los deje venir. Sinceramente Alicia y yo estamos muy bien solas por el momento.
Entre juegos y risas, yo y Alicia nos divertimos demasiado, ahora jugamos a que el piso es lava tenemos que ir saltando sobre algunas hojas de papel que dejamos tiradas en el suelo. De repente suena u golpe fuerte, al parecer el señor Earwicket ha aventado contra el suelo un taza de té, a propósito. Unos minutos después todos los invitados excepto mi padre y mi madre, están quebrando el juego de té contra el suelo, y todos ríen a carcajadas de ello. No puedo creer que todos rían, desde cuando es divertido que alguien quiebre una taza de té ajena a propósito, eso sí que es estar loco. Ellos están locos. Ahora sí que entiendo la razón de porque mi padre no sale tan seguido con ellos, espero y no lo haga más.
Ellos me alteran, su locura es demasiada, simplemente ya no quiero estar aquí, ellos ya han perdido la cabeza. Lo siento por Alicia, ella si me cae bien, pero en serio ya quiero irme, el sonido de las tazas quebrándose no me agrada mucho, pobre de Alicia ella tiene que quedarse aquí, soportándolos, hasta que la reunión acabe. Miro a Alicia, ella me mira a mí, ya no lo soporto, las risas, el ruido, mejor voy con mis padres y les diré que mejor nos vayamos a casa, ahora. Camino hasta llegar al Kiosco, ahí es todo un caos, hay pedazos de porcelana por todo el suelo y volando por todos lados, todos ríen a carcajadas.
- Padre, creo qué es mejor que nos vayamos - Digo.
- ¿Por qué lo dices? Esto apenas comienza - Responde él.
- El ruido me altera - Comento.
- Si, será lo mejor - Dice mi madre, apoyándome, cómo siempre.
- Está bien, le diré a Helen que ya nos vamos - Responde mi padre.
- ¿Quién se va? - Pregunta el señor Earwicket. Luego todos guardan silencio.
- Nosotros - Respondo.
- ¡Scarlet! - Exclaman mis padres, creo que me he escuchado muy irrespetuosa.
- Lo siento - Digo en voz baja.
- Y... ¿Por qué se van tan pronto? - Pregunta la señora Mallymkun.
- A Scarlet le duele un poco la cabeza - Dice mi madre.
- Oh, es una lástima, esto apenas comienza - Responde la señora Mallymkun.
- Lo sabemos, pero es hora de irnos - Comenta mi padre.
- Hasta luego entonces - Dicen los amigos de mi padre, luego siguen con su loca fiesta.
Nosotros caminamos juntos hacía la casa, para luego salir e irnos a casa, me alegro de dejar esta fiesta porque me estaba volviendo loca, que irónico, pero no me alegra haberme ido así sin decirle adiós a Alicia, no tuve tiempo para pedirle siquiera su e-mail, espero en serio volverla a ver, me agradó mucho. Salimos de la hermosa casa, luego subimos al auto, Mi padre primero, luego yo y al final mi madre, yo voy en los asientos traseros y mis padres en los delanteros obviamente. Mi padre enciende el auto, lo deja calentar unos minutos, pues el auto ha estado fallando últimamente y teme que se detenga a medio camino, mientras, mi madre va encendiendo la radio, buscando alguna estación que pase buena música, no hay muchas en realidad pero con una que encuentre, nosotros estaremos bien.
Es hora de irnos, el auto comienza a avanzar, lento pero avanza, llevamos 5 minutos de camino, ya nos hemos alejado un poco de la casa de Helen, pero aún falta mucho para acercarnos a nuestra casa, ahora si le creo a mi padre, la casa de Helen está muy retirada a la nuestra, en la tarde no lo noté por la emoción, pero ahora lo noto, el camino es larguísimo y aún más por la velocidad a la que vamos avanzando, vamos por la autopista principal. Todo marcha perfecto, el camino era cómodo y silencioso, me agrada, mis padres van felices y calmados, hoy no han estado tristes por Will. De repente, el auto se detiene a medio camino, mi padre no logra echarlo a andar.
Son las 11:49 pm y nosotros estamos varados en la autopista principal, todo está muy oscuro, para ser una autopista principal, casi no pasan carros por aquí, mi padre lleva 20 minutos tratando de hacer que el auto encienda, y nada, parece que no encenderá nunca más. Mi padre decide bajar del carro para moverle a algo del motor, o algo así entendí. Baja del auto, luego abre el cofre y se pone a moverle a todo lo que encuentra, él si sabe en realidad lo que hace, pero en cambio yo, no tengo ni una mínima idea de lo que hace. Parece que funciona ahora al menos las luces del auto an encendido. Él cierra el cofre y camina a un lado del carro, algo lo hace detenerse antes de entrar, queda entretenido con algo, cuando giro la cabeza veo un auto que se dirige contra él.
- ¡Papá! - Grito desesperada.
Logro que él voltee, pero ya es demasiado tarde, él no logra entrar al auto, así que el otro auto lo arrolla, mi padre cae contra el suelo, el responsable no se detiene, sino acelera, huye. "Mi padre tiene que estar con vida, no pudo haber muerto" me digo a mi misma. Mi madre baja corriendo del auto, mientras yo llamo a la ambulancia, mi madre y yo lloramos y gritamos, es uno de nuestros dolores más grandes, primero Will desaparece y ahora esto, no puede ser posible.
Los paramédicos han llegado, lo primero que hacen es checar el pulso de mi padre, tal vez haya indicios de vida en él, no puede estar perdido, debe haber pulso. Noto la expresión del paramédico que revisa a mi padre, es tristeza, dolor, culpa de no haber llegado a tiempo.
- Lo siento, no hemos podido hacer nada - Dice él.
Yo ahogo un grito y comienzo a llorar, es cómo si me apuñalaran, es un dolor intenso y será difícil de superar.
- ¡No! ¡No puede ser! ¡No puede estar muerto! ¡Él no, por favor! ¡¿Por qué nos está pasando esto?! ¡¿Por qué a nosotros, Dios mío?! - Grita mi madre entre llantos, desesperada, mientras se tira al suelo junto a él, ella está derrotada, ahora sí lo está.

Mi nombre es Scarlet, y a los 12 años asesinaron a mi padre.

La Reina de CorazonesWhere stories live. Discover now