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Varios meses antes...

Desde que a mi padre le transladarón a Londrés todo había sido una carrera cuesta arriba.
Nueva casa, nuevo instituto, nuevos hábitos , nuevos amigos... bueno esto último era algo discutible.
No era para nada antisocial, pero desde la muerte de mi madre me había encerrado bastante en mi misma...hasta el día que Niall Horan decidió aparecer en mi vida.

Varios meses antes...

Me despierto cansada y apresuradamente una vez suena la alarma, porque para mi desgracia, es lunes.
Lo que significa madrugar para ir a estudiar para mi y muchos mas adolescentes más.
¿A quien se le ocurrió la fantástica idea de abrir colegios e institutos?

Tras varios esfuerzos finalmente salgo lenta y pesadamente de mi cama, y en un intento fallido de parecer humana fuerzo una sonrisa ante el espejo del baño haciéndome recordar que sin una buena ducha y un poco de café, no pertenezco a la raza de los homo sapiens.

Una vez he terminado de arreglarme y finalme preparada, me dirijo a la cocina aperesurada a por mi apreciado dosis diaria de energía.Vulgarmente conocida como café topamdome con la figura de mi padre en el camino.

-Buenos días pequeña zombie, veo que hoy has decidido levantarte temprano- me saluda sonriente tendiendome una taza de humeante té y dándome un beso en la cabeza.

-¿Estas de broma verdad?-Susuró confundida.- Deberias saber ya que no me gusta nada el té.

-Siento que no sea café, pero la máquina ha decidido morir y no tengo tiempo de ir a comprar ahora, tengo una reunión dentro de 30 minutos-dice tras besar mi cabeza de nuevo apresuradamente mientras con una mano coloca su corbata y con la otra coje su maletín.-Iré a recojerte a clase, asi que no tardes al salir.

-Vale-respondo en busca de algo con lo que alimentarme.

-Te quiero-grita desde la puerta.

-Yo también te quiero papá.

Una vez se ha ido tiro el té por el fregadero y me dirijo hacia mi cuarto donde preparo mi mochila y reviso mi agenda asegurándome de no olvidar nada.

-Mierda, biología tenía que ser- susurró suavemente.

Aquel día sali rápidamente de casa, hasta llegar a The holmes dónde tras ordenar un café cargado con tres cucharaditas de azúcar comencé a hacer los deberes como alma que lleva el diablo hasta que llegastes tú y te sentastes frente a mi.

En mi mesa.

Creo que lo más fácil sería culpar a mi padre por no haber ido a comprar cáfe.
A la cafetera por decir morir aquel día.

Desde ese día supe que ibas a ser un problema, pero a pesar de ello, no te quería alejar de mi.

Ahora sí, ahora me doy cuanta del gran error que cometí, porque, mírame.

Llorosa, hecha un desastre y desorientada, y ¿sabes?, espero que tu también estes así, porque no tengo ni idea Niall.

No tengo ni idea de adonde van los corazones, ¿a dónde van cuando estan jodidamente rotos?

Where do broken hearts go?On viuen les histories. Descobreix ara