Lazos de Sangre

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“Pareciera que en los últimos días el clima sigue empeorando, cada vez los vientos son más fuertes y las mareas mucho más altas, recomendamos a los televidentes que se mantengan alejados de las playas y permanezcan en sus casas para evitar pérdidas humanas”

La reportera del noticiero Japonés estaba transmitiendo en vivo en el distrito Kumage en la isla tanegashima, las grandes olas arrastraban las embarcaciones hacia tierra firme, los fuertes vientos  doblaban la poca vegetación en la playa.

“Nos acaban de informar que las mareas incrementan su altura conforme se acercan a la isla Yakushima….Oh dios! Miren esas mareas! Desde aquí les podemos decir que aproximadamente tienen 3 metros de altura o incluso más!!”

De repente la transmisión se cortó. La imagen regreso al estudio de televisión.

-Debido a fallas técnicas hemos perdido la comunicación con Kumiko-san,  en unos momentos les tendremos más información de los drásticos cambios climáticos que nuestro país está sufriendo…volvemos enseguida….

En lo profundo de la Isla Yakushima había una serie de cuevas las cuales se unían en el centro de la isla, a simple vista parecía una cueva común y corriente, sin embargo, en cuanto se adentraban a la oscuridad las paredes de rocas iban desapareciendo y eran sustituidas por unos grandes muros de mármol blanco decorado con cristales y árboles que crecían en el interior gracias a una luz natural que brillaba de los más alto del lugar, en el centro había una mesa hecha de la madera más fina cubierta con tatuajes tribales que se movían y cambiaban de color, las sillas que hacían juego perfecto estaban en su lugar, había dos mujeres sentadas alrededor de la mesa mientras otras dos estaban paradas discutiendo.

-¡No podemos quedarnos sentados! –Gritaba una mujer de cabellos rojos- ¡Debemos hacer algo!

-¡La humanidad tuvo su oportunidad! Es tiempo de que nosotros tomemos el control de este mundo –Le respondió la mujer alta de facciones muy finas, rubia y de ojos azules

-¡Los seres humanos pueden cambiar!- Grito la pelirroja

-¡Ellos no cambian Anastasia! Son y siempre serán los seres más egoístas y orgullosos que jamás fueron creados!

-¡No todos son así Alicia! Por favor hermanas –suplicó a las demás mujeres- debemos darles una segunda oportunidad….la humanidad puede cambiar…hay personas que son amables, bondadosas….

-¡Te equivocas Anastasia! Los humanos son unos…

-¡SUFICIENTE! –Dijo la mujer sentada en el extremo norte de la mesa- ¡Es ridículo ver como dos hermanas se pelean por el destino de unos seres insignificantes, el cual, ya fue decidido hace siglos! ¡Nosotras no podemos cambiar los mandatos de nuestros antepasados! Saben a la perfección que solo existimos para proteger los grandes secretos y nuestras tradiciones.

-Sabina tiene razón, apoyemos o no a los humanos, la decisión está tomada….nos guste o no…-contesto la mujer sentada en el extremo sur-

-Pero…

-Anastasia, Alicia, Sara…hermanas -suspiro- nuestro único deber es velar por nuestras leyes…

-Podemos cambiar las leyes! –interrumpió pelirroja, causando una gran conmoción entre las demás-

-¿Cómo te atreves? –Indignada, Sabina se levantó de la mesa tirando la silla

-¡Claro que podemos hacerlo! -Se defendió Anastasia- ¡Ya lo hemos hecho antes! ¿Recuerdan a Clara Hermanas?

-¡No te atrevas a mencionar a esa traidora en este lugar sagrado! –Le gritó Sabina- ¡Ella nos traicionó!

-¡Mientes! ¡No nos traiciono! ¡Solo siguió a su corazón! ¡Ustedes decidieron expulsarla a pesar de todo!

-¡Ella se corrompió!

-¡Estaba enamorada! ¡Eso no es traicionar! ¡Y además! Si los rumores son ciertos, vamos a necesitar el poder de la corte completa para cerrar el Ostium

-¡El destino de la humanidad esta dictado, y la corte no hará nada para evitarlo!

-Tal vez no quieras hacer nada por ahora Sabina, pero cuando llegue el momento, te guste o no, vamos a necesitar la sangre de Clara y ni siquiera tu podrás negarlo –Salió de la habitación y se dirigió hacia el bosque, después de caminar por varios minutos a través de un túnel, llegó a un gran acantilado donde se podía observar como las grandes olas golpeaban los muros de rocas y los fuertes vientos doblaban los árboles- Esto no está bien…nada bien…

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