Traiciones que matan #3

INTRUSO

Hello bbs, me dio la emoción por hacer este extra desde el pov de Kylian, en el que vemos como la pasó al tener que cuidar un hijo que no era suyo o sea Alaric por el castigo que le impartió a Mason y Leah. Es esa misma noche, no hay más datos y de antemano quiero que quede claro, lo más seguro es que NO haya más de estos extras en este libro, quedan dos más que hacen parte de la saga y tratan de Kylian y Denisse así que NO hay que tornar un libro que es de Aslan y Leah en el libro de otros personajes que ya tendrán su desenlace.

Disfrútenlo.

***

Kylian

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Tomo el vaso de cristal para beber un poco del líquido que yace en el interior.

—Necesito más hielo, está tibio.

—¿Cuántos, mi amor?

Mi esposa se pone de pie con el IPad en las manos para ir hasta el carrito de licores. Desde que la conozco ya no me tengo que preocupar de asegurarme de beber té negro, porque mi mujer sabe perfectamente la adicción que tuve hace muchos años, lo mucho que me estaba afectando y la manera que conseguí para sustituir el alcohol.

El té negro.

Mis labios se ensanchan y mi polla salta cuando recuerdo la ves que la monté en mi jet privado, pedí un vaso de té negro con hielos y ella creyó que era alcohol, ese cubo de hielo lo pasé por todo su coño caliente y...

—¡Yo quiero servirle, mami!

Salgo de esa nube llena de deseos y placeres para ver como mi pequeña bola de fuego corre hasta al carrito, Denisse deja el aparato a un lado para tomar el valde de metal con hielos y las pinzas.

—Deseo tres.

—Tienes que llevarle tres a papá, princesa.

—Okey, mami, yo puedo con eso.

—Claro —la anima—, claro que puedes, nena.

Kai también sabe que papá nunca toma ni tomará alcohol a menos que se amerite, aparte que es un olor que le disgusta, le ha dicho en su cara a Henry que le molesta mucho que huela a alcohol o a cigarro y el bastardo solo dejó el segundo. El primero no, aunque siempre que está con ella lo evita.

—Un hielo.

Camina hasta mí, que estoy sentado en mi escritorio y bajo el vaso a su altura para que suelte el hielo. Corre de nuevo hasta su mami para poder tomar el segundo hielo y vuelve a mí, hace el procedimiento una vez más.

—¡Tres!

—Muy bien, princesa, beso.

Me inclino para besarle su mejilla regordeta, ella se alza en la punta de sus deditos de los pies para alcanzar la mía y besarme la mejilla.

Las dos vuelven al sillón para que Kai vea la película mientras Denisse le suelta las coletas porque ya se está haciendo tarde. Cuando termino de ajustar detalles a mis cosas me pongo de pie para echar un vistazo por la ventana.

Los putos castigados están haciendo lo suyo.

Mason y Leah se están preparando para dormir, la comisura de mi boca se eleva con suficiencia al ver que mi hijo no reniega de la comida militar, no es la mejor y siempre se ha quejado conmigo para exigir que cuando él entre a la academia o a servicio renueve todo para satisfacer sus necesidades de rey.

Cosa que no haré.

Tiene que aprender lo que se siente dormir con una almohada que es de piedra, lo que es ensuciarse de lodo y correr de las tormentas, como también el aprender a entrenar a su estómago con la comida para nosotros que son especiales para las misiones. Allá donde vaya no habrá caviar, langosta ni esas putas cosas.