Mi odioso duque omega ( trilogía corta Palacio de Cristal I)

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Si había algo que muchos habían aprendido a lo largo de los años era que con lo que era de un alfa nadie se podía meter. Y en cuanto a Lyon la mayoría pensaba que se había comportado así por la interrupción y el susto que se había llevado Milan, a quien cortejaba desde hacía tiempo y que ya consideraban su pareja desde hacía mucho. Aunque la realidad era distinta. Pero una persona estaba muy clara que las cosas no eran así.

Charles conocía muy bien a Lyonhart. Como mismo Ashary se había criado casi a la fuerza a su lado, a él le había tocado protegerlo y eso significaba pasar mucho tiempo a su lado. Que no le conocía... pues muy pocas cosas. Sin embargo, ya llevaban tanto tiempo junto que pocas veces necesitaban palabras para saber que pasaba por sus mentes.

Razón por la cual Charles podía afirmar al 100 que Lyon había reaccionado así por cómo había quedado Ashary.

Ambos podían pelear la mayor parte del tiempo, apenas respirar el aire al alrededor del otro sin que fruncieran el ceño, intercambiar más de tres palabras sin soltarse alguna maldición, pero era increíble como inconscientemente se cuidaban las espaldas. Y sobre todo Lyon era capaz de darse cuenta de detalles de Ashary que a él le parecían insignificante, pero solo una persona interesada en la otra podría percibirlos.

Y en medio de sus pensamientos el cuerpo del asesino fue lanzado a los pies del rey. Lyon no habló, no era necesario. Tampoco parecía estar en la mejor condición.

-Llévenselo e interróguenlo- ordenó Jeremy sin dejar de mirar a su hijo. Incluso podía sentir un ligero escalofrío ante aquella mirada penetrante, y las densas feromonas danzando a su alrededor. Definitivamente Lyon sería un alfa incluso más fuerte que él- Lyon, ve a limpiarte y curarse si tienes heridas- estaba preocupado, pero como rey no podía mostrar muchos sentimientos, lo menos que podía hacer era soltar feromonas tranquilizantes en torno a su hijo para que supiera que le importaba.

Sin embargo, Lyon gruñó. No tenía esas intenciones. Y por suerte Charles se dio cuenta.

-Majestad- se inclinó al lado del rey- Yo me encargo del príncipe heredero y lo pondré al tanto de la situación.

Jeremy desvió la mirada hacia él y asintió.

-Te lo encargo- y se dio media vuelta pues debido a todo lo ocurrido esa noche, pues había mucho que arreglar sobre todo con los nobles. Sabía que no le tocaría dormir. Un buen rey no solo vivía de los impuestos del pueblo.

Charles esperó a que el rey diera la vuelta y entrara de nuevo al palacio antes de caminar en dirección a Lyon pero mantuvo precaución. Su instinto le dictaba que tuviera cuidado. Era como si su amigo estuviera en una guardia total y pronto a despertar como alfa aun cuando faltaban 3 años para que lo hiciese.

-Lyon, vamos adentro- le dijo manteniendo un tono neutro.

El príncipe lo miró por el rabillo del ojo y su pregunta no lo sorprendió.

-¿Dónde está Asha?

Charles tragó en seco.

-Te llevaré a verlo después que te limpies. No puedes verlo en esas condiciones. Se está recuperando y su herida tiene que estar en un ambiente lo más limpio posible- mentir no llevaría a nada.

El rostro de Lyon se giró hacia él y frunció el ceño que hizo retroceder a Charles, Pudo jurar que vio danzar el dorado en medio de aquellos orbes azules. Alzó las manos en son de paz.

-Primero cálmate, respira. Ashary está bien, es una herida superficial, lo más importante está vivo. Ahora está descansando, no querrás que se sienta incómodo- esperaba que razonara.

Para su suerte Lyon cerró los ojos y respiró para cuando los vio caminar en dirección al palacio. Charles sentía su espalda completamente mojada de sudor. Este no era el chico relajado con el que siempre trataba. Esa mirada, ese porte, su forma de reaccionar, la forma en que había dejado a quien había tocado lo suyo... realmente sería alguien de temer en el futuro.

***

Lyonhart no demoró mucho en el baño. Al terminar salió aún húmedo y sin ropa a la habitación donde Charles lo esperaba. Este último no se incomodó. No era como si fuera la primera vez que se vieran sin ropa. No era una historia igual con Ashary y menos con Milan.

Milan.

Charles se dio cuenta que hasta el momento su amigo no le había mencionado al chico. Por el contrario. Era como si lo hubiera olvidado por completo.

-Oye, Milan estaba muy asustado con toda la situación. Ya fue llevado a su casa. Lo más probable sea que tengas que ir a verlo tú para saber su estado. Estaba llorando a mares- de todas formas, intentó, después de todo se suponía que Lyon estaba pretendiendo a Milan, si toda esa situación era porque el chico lo había llevado fuera de la fiesta. Solo Ashary no hubiera intervenido quizás la sangre que correría sería la de otro. Y quizás no con tanta suerte.

Lyon, que se vestía con un simple pantalón y una camisa que dejó en parte suelta alrededor de su cintura alzó los hombros con desinterés.

-Está bien, veré que día tengo libre para ir a verlo antes de...- se quedó mirando los bordes de sus mangas que abrochaban- Charles... yo soy realmente débil.

Charles alzó una ceja. Decir débil estaba un poco fuera de lugar, Lyon era una maldita bestia en cuanto a pelea se trataba y por lo visto cuando despertara su parte alfa sería imparable, aunque bueno... supuso que se comparaba todo el tiempo con Ashary para llegar a esa conclusión.

Es que bueno Ashary... él era especial. Era como si Lyon no pudiera ganarle en nada aun cuando no parecía que este fuera más débil que él.

Es que Charles lo más que había quedado con Lyon era en empate, pero nunca ganarle, y aunque Ashary era fuerte y habilidoso había muchos que podrían competir con él. Acaso inconscientemente Lyon no le ganaba.

Ahhh, esos dos le estaban quemando el cerebro, en serio. Ya prefería que se hicieran pareja de una puñetera vez, y no que estuviesen luchando por la misma persona. Pero sabía que si lo decía no sería uno solo el que le arranaría la lengua.

-No eres débil Lyon- le dijo sinceramente, solo que quieres hacerte más fuerte.

Este asintió con la cabeza.

-Le voy a pedir a mi padre ingresar en la academia militar.

Esto sorprendió al otro chico. Normalmente se entraba con 16 años, para salir a los 18 justo antes de la manifestación en caso que hubiera, aunque la mayoría eran betas. Que Lyon lo decidiera hacer a sus 15 años significaba que se había dado cuenta de sus debilidades.

Quizás la academia fuera lo mejor para él. Aumentarían todas sus habilidades... solo que... si Lyon entraba a la academia tan joven... él también sería arrastrado. Casi le dio por llorar allí mismo.