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-Por última vez ¡¡QUE ESTOY CASADA!!- Gritaste al mirar a ese pirata borracho que ya lleva un mes entero intentando acostarse contigo.
Osea si antes eras una bailarina de cabaret, pero no hacías esos servicios "privados"y solo tomaste ese trabajo por dinero para abrir tu propio bar, pero a veces se pasan tus ex clientes anteriores.
-Oh vamos~ Llevas diciéndome esa tonta excusa desde hace un mes~ Además ya he visto tus lindas piernas~ Qué hay de malo ver lo demás de nuevo- Dijo intentando sonar coqueto pero la verdad para ti sonaba repulsivo, es por esto que te alejaste lo más posible de tu isla de origen, pero al parecer los degenerados están en todas partes.
-Mi piernas son solo para mis maridos, igual que el resto de mi- Dijiste ya comenzando a sonar muy enojada desde el otro lado de la barra -Ahora si ya terminaste tu Grog, puedes irte al carajo de mi negocio, encima de asqueroso ni tienes para pagar alcohol de verdad- Resgañaste a este tipo para que se vaya de tu lugar.
Pero este ya estaba muy borracho y no aceptaría un no por respuesta, menos de una ex-bailarina.
-Tu no me mandas mujerzuela- Dijo ya parándose y agarrandote de la muñeca -Además ya debes estar acostumbrada a los hombres en tu cama, qué más da si hay otro más- Te gruñó a la cara, tuviste que oler su asqueroso aliento
-Neee... Con mi hermano y Púlpito ya somos suficientemente gracias... Ademas no quiero un apestoso surströmming este cerca de camaroncito...- Ya se escuchó detrás de ustedes y el sujeto ya iba a gritarles a estos hombres pero se le fue el alcohol al ver quienes eran.
-Yo si fuera usted le quitaria las manos a nuestra esposa- Dijo ya la otra anguila mirando de manera asesina a este sujeto mientras perdía la sonrisa.
-Y..Yo.. Yoo...- Tartamudeo el borracho asustado y soltando tu muñeca -E..Esto no es lo que parece, e.. Es que.. Es ella..- Intento culparte a ti mientras sudaba frío, ya veía entrar a toda la tripulación del Monster Lounge entrar al bar, siendo encabezados por su capitán y sus dos monstruos marinos, quiero decir su vice capitán y su lector de cartas.
-Jade... Floyd, Recuerden la regla de nuestra perla y esposa- Dijo ya un hombre de sombrero elegantes y lentes redondos -La basura se atiende afuera del local... Así que si... Encarguense afuera- Ordenó con frialdad el temido capitán Azul Ashengrotto.
-Pe.. Pero.. Yo no hice...-
-Ya escuchaste al capitán- Interrumpió Jade a este grosero tipo sujetándolo del hombro izquierdo
-La basura se atiende afuera del bar de camaroncito y llegaste justo a tiempo, el último trabajo aburrido como la mierda, no matamos a nadie- Dijo Floyd con una sonrisa perturbadora
-Así que jugaremos un poco contigo- Hablo Jade con tono divertido y aterrador al mismo tiempo
-Ay no... Por favor, no dejen el cuerpo en el callejón de junto, que ya no tengo excusas para quitarme de encima a la armada real- Te quejaste cruzando de brazos, pero en el fondo estabas aliviada de que llegarán
-Oh descuida mi querida perla, los gemelos le harán una pequeña advertencia ¿No es así chicos?- Hablo Azul con tono sombrío, mientras que caminaba a tu lado para abrazarte de la cintura.
Y los gemelos Leech solo rieron entre dientes mientras se llevaban a este pobre diablo a rastras fuera del local.
-Neeee, Púlpito.. No te emociones mucho quedandoté a solas con camaroncito~- Canturreo Floyd mientras salía
-Por qué no nos tardaremos demasiado- Añadió Jade con tono burlón -O tendremos que entrar de nuevo a la mitad de tu diversión- Ese último comentario te sonrojo de golpe, mientras que Azul prefirió centrar tu atención en ti
-Si, si, lo que digan~- Dijo mientras ya ignorando al pobre diablo que era arrastrado para afuera del lugar -Que gusto volverte a verte mi querida, te heche mucho de menos estas semanas, ese trabajo este último trabajo tomó más tiempo del que creí- Te saludo al fin Azul tomando tu mano y besándola con cariño
-Y también te extrañe mucho cariño- Le regresaste el saludo, solo que besándolo en los labios y luego le diste un leve manotazo en el pecho -Me diste un gran susto, comenzaba a creer que se hundieron en la última tormenta que hubo- Dijiste con fingida molestia, ya saliendo de tu lado de la barra del bar para sentarse junto al primero de tus tres esposos.
Azul te sonrio de manera dulce mientras te daba besos en la mejilla y te abrazaba, iba a aprovechar el poco tiempo que tenía contigo, mientras los gemelos se entretenían con su nueva víctima.
-¡Busquen cuarto!- Exclamó uno de los marinos de su tripulación y varios empezaron a reír por tus reacciones y las del pulpo.
-¡Callense Sardinas, tenganle respeto a su capitán!- Respondió ya Azul algo molesto mirando a su gente -Además si andan de celosos pues consiganse esposa-
-Mejor vamos arriba querido, para tener más privacidad y me cuentas como estuvo ese último trabajo para que tardará tanto en volver- Sugeriste aun muerta de vergüenza -Ya saben chicos, pidan lo que quieran, pero tampoco abusen, el bar no invita...- Le dijiste al resto de la tripulación que ya se había acomodado en las distintas mesas y tus meseros corrían a atenos
Pero antes de que dijeras algo más tu esposo pulpo te tomó de la mano para llevarte a la parte de arriba, tenía que aprovechar al máximo el tiempo contigo.... Antes de que los gemelos le quitaran tu atención.
