037 (final alternativo)

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Disclaimer: este es un capítulo alternativo de la trama y continuación del capítulo 33 de la historia principal. es decir, estás en todo tu derecho de elegir con cual te quedas, sin más que decir, les dejo con el capítulo.
















Mirihmah le escribió una nota a la mujer, y le ordenó a un eunuco que viera si la mujer salía, y en caso de que lo hiciera le entregase la carta. Dio una última mirada a la puerta y se fue.

Aunque había alguien que lo estaba viendo todo entre las sombras...













—Su alteza... —Se acercó al príncipe Mustafa, que se encontraba bañado en sudor y solo vestido del torso hacia abajo.

—Que sucede? —preguntó molesto, mientras sentaba a su "concubina" en sus piernas, quien a duras penas se mantenía en pie.

—La sultana Mirihmah, ha estado deambulando por el pasillo desde hace mucho rato.

—Que hiciste? —Le pregunto a la chica en sus piernas.

—J...juro que n...nada —Respondió la chica, temblorosa.

—Te creeré por esta vez, sigue vigilando afuera, si Mirihmah o alguien se acerca aquí, échalos inmediatamente.

La criada hizo exactamente lo que su príncipe le dijo, mientras tanto Mustafa, se encontraba molesto, no había podido dejar a la "concubina" en su provincia porque era capaz de escapar, y todo el esfuerzo que había realizado por mantenerla oculta, se iría completamente por la borda.

—Havva, Aunque estemos en este palacio, nadie va a salvarte. —Empezó a hablar mientras pasaba su mano por el cuerpo de la chica.

Ella comenzaba a llorar, sus ojos estaban hinchados puesto que ya había llorado con anterioridad.

—Mehmed jamás aceptaría a una mujer sucia como tú. —Le dio un beso en el cuello.

—P...porqué no me... matas de una vez? —Pidió desesperada. La pobre había sido victima de todo tipo de abusos y maltratos en los últimos dos años.

—Aún no... aún no es el momento —Susurró en su oído. —. Pero lo haré, no te preocupes.

La chica no dejaba de sollozar, pensando si en realidad lo que deseaba era la muerte, ¿Mehmed realmente no querría volver a estar con ella por culpa de Mustafa? ¿Rechazaría verla así?

La joven de repente se sintió mareada, no había comido casi nada en la última semana, y eso ya estaba afectando su salud, probablemente ya tendría alguna enfermedad invadiendo su cuerpo, pero era casi imposible saberlo, porque ya no conocía lo que se sentía tener un cuerpo saludable y sin dolor.

—Otra vez estás mareada? —Preguntó el príncipe molesto.— Eres demasiado débil, inútil.

Mustafa se levantó de su asiento, dejando caer a Havva, pero ella no emitió ni un sonido si quiera.

La puerta sonó. Mustafa la abrió para encontrarse con Mirihmah, quien le hizo preguntas estúpidas y la mandó a paseo cerrándole la puerta en la cara.

Se volteó a ver a la mujer en el suelo, y confirmó que en efecto, estaba inconsciente.

Mustafa suspiró tal vez ya era momento de que Havva, partiera a otra vida.

Tomó un vaso y le roció un veneno fuerte que siempre llevaba consigo, luego tomó la jarra de agua y llenó el vaso hasta la mitad con ella. El veneno se disolvió fácilmente en el agua haciendo casi imposible de notar que estaba envenenado.

Levantó a Havva y la puso en su cama, luego se vistió y salió de la habitación; El veneno que había puesto en el vaso, aunque fuera muy fuerte, el efecto no se presentaba hasta al menos unos veinte minutos después de haberlo ingerido. Sonrió satisfecho, su plan no podía salir mal.

Havva se levantó de su desmayo, e inmediatamente buscó algo para tomar. Se encontró con la jarra y el vaso medio lleno, lo llenó por completo y luego bebió rápidamente el contenido del vaso. Se sintió aliviada.

Luego aprovechando que Mustafa no estaba,salió de la habitación, pero para su sorpresa Mehmed estaba allí, el la llamó pero ella intentó escaparse, el la tomó por el brazo y luego aseguró su agarre tomándola por la cintura.

—M...me lastima —Dijo apenas.

—Duele mucho? —preguntó Mehmed y ella solo asintió con su cabeza.

El la cargó y la llevó a sus aposentos, por supuesto que ya sabía quién era ella. La dejó en su cama cuidadosamente y empezó a llorar y a preguntarle, "porqué escapabas de mi" ella no podía contestar, hasta que él preguntó.

—Te... tocó? —Ella solo agachó su cabeza.

—Lo voy a matar.

Mehmed salió molesto de la habitación, ella intentó seguirlo pero al pararse de la cama inmediatamente se cayó, y no pudo levantarse, sus piernas no le funcionaban.

La chica se asustó, pero no podía gritar, algo se lo impedía, simplemente no podía hacerlo. Estaba completamente sola, a los minutos empezó a sentir un fuerte ardor en su pecho y garganta, como si algo la estuviera quemando por dentro.

Esta vez, sí, le era imposible pedir ayuda. Intentó arrastrarse hasta la puerta para tocarla pero no llegó siquiera a estar cerca de ella, hasta que ya no pudo moverse.

Las puertas se abrieron dejando ver a Mirihmah, pero ya era muy tarde, aunque Havva seguía consciente, era cuestión de segundos para que le dijera adiós a su vida. Mirihmah gritó horrorizada pidiendo por un médico.

Havva solo podía pensar en una cosa "Mehmed" intentó hablar con todas sus fuerzas.

—M...Me... —Mirihmah tomó su cabeza en sus brazos tratando de consolarla pero ella también lloraba y sus lágrimas caían sobre el rostro de Havva.— Mehmed. —Susurró en su último suspiro la joven.

Para cuando el médico llegó ya no había nada que hacer, la sultana Havva había muerto.




















Por otro lado, Mehmed tenía a su Merced a Mustafa, listo para matarlo de un espadazo, pero dudaba, le dolía, después de todo era su hermano a quien tenía en frente.

—Mehmed! —Llegó Mirihmah hecha un mar de lágrimas. —Havva... Havva... —Mirihmah cayó de rodillas.—Está muerta! —dijo finalmente.

Mehmed tiró la espada y corrió a su habitación donde ya se encontraban varios guardias tapando su cuerpo con sábanas.

Sus lágrimas no se esperaron más para salir, el cayó de rodillas frente al cuerpo de su esposa, mientras gritaba pidiendo porque fuera mentira, lastimosamente no lo era.




















El funeral de la sultana se llevó acabo al día siguiente, el funeral fue digno de una gran sultana, la enterraron en la mezquita de la sultana Hurrem, en honor a la relación que ambas habían forjado desde que Havva llegó al palacio.

Mientras tanto el príncipe Mustafa, se dio a la fuga, y jamás volvió a saberse de él, aunque se hizo una búsqueda por su cabeza no se le encontró por ninguna parte.

Sin dudas, la sultana Havva, había dejado una marca en el corazón del su majestad Mehmed, una marca que jamás sanó...






























Y este es el final alternativo :D.

Una disculpa, se que me tarde mucho en publicarlo, peeeero... no, no hay pero, de verdad lo siento. Aún tenía mis dudas por subirlo pero aquí está.

También aprovecho para agradecerles un Montón por el apoyo a mis historias, se los agradezco demasiado, no tienen idea de lo feliz que me hace y lo mucho que río leyendo sus comentarios, me encanta y les agradezco de todo corazón <3.

Nos vemos!

Havva, Sultan [ Principe Mehmet Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora