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—Qué? —el abrió sus ojos como platos y yo asentí.

— Tómalo o déjalo,

El pareció pensarlo un momento, de veía tan lind... Dios no! Que es esto.

Por mi parte me sentía nerviosa, por su respuesta, en realidad no tenía el valor de contárselo a la sultana Hurrem, pero en serio deseaba que se diera cuenta por si sola.

—Havva! —volví a mi realidad cuando escuché a Mehmed.

—Lo siento, dime...

— Está bien, acepto tus términos. —Yo contuve una sonrisa y estreche su mano.

—Bien, guardaré tu secreto y cuidaré de tu concubina, para que sea mas discreto sugiero que ella venga aquí como si fuera una criada —El me miro desconfiado.— No voy a ponerla a trabajar, si esta embaraza lo mejor es que se quede quieta, pero junto a mi. —El me miró confundido. — Tienes un plan mejor Mehmed?

—La verdad es que no, acepto tu plan.

—Gracias.

—mañana iremos con el sultán, la boda será en un mes entendido?

-Sí -el silencio empezó a reinar en la habitación

Nuestras miradas se encontraron y mantuvimos el contacto visuals por varios minutos hasta que el sonrió y bajo su mirada.

—Creo que debería irme —Dije mientras lo miraba, el se encontraba con una mano en su boca.

Yo asentí y salí de los aposentos. Suspire pesadamente.

Acabo de aceptar cuidar a esa... genial


[día siguiente..]


— Entonces quieren casarse el próximo mes? —El sultán nos miró confundido.

—Así es su majestad —conteste. —Que sea lo antes posible

El no parecía muy convencido, y lo noté, miré a Mehmet y el parecía no saber que hacer tampoco. Suspire levemente.

Me acerqué más a Mehmed y tomé su braza entre mis manos, haciendo que estuviésemos pegados, esta acción hizo que el sultán se sorprendiera y mehmet también pero supo esconderlo.

—Por favor su majestad, permítanos casarnos en un mes.

Le sonreí al sultán y el nos miró una y otra vez.

—Bien, les doy mi permiso pero, deben tener en cuenta que los preparativos le corresponden a la sultana Hurrem, si desean algo en específico, díganselo a ella.

Ambos asentimos y salimos de los aposentos de el sultán.

—Bien, estamos listos —Sonreí.

—Havva... mi brazo. —señaló nuestros brazos entrelazados con su mano libre.

—Oh si, lo siento. —di un pequeño brinco y me solté.

—Está bien, iré a mis aposentos, enviaré a Melek contigo.

—Melek? —lo miré confundida.

—Mi favorita —Solté un ahh y baje mi cabeza.

—Envíala, me encargaré de cuidarla.

El asintió y se dio la vuelta para irse, lo miré alejarse en el pasillo, embobada, como si me llamara tanto la atención, como un diamante brillante estuviera frente a mi. Sin embargo salí rápidamente de ese trance para darme cuenta de lo que estaba sintiendo.

Moví mi cabeza de un lado a otro y me alejé del lugar también, evitando pensar en todo lo que estaba sintiendo por ese hombre.

—Sultana bienvenida —Me recibieron mis criadas en mis aposentos.

—Escúchenme, ahora en unos minutos vendrá la favorita del príncipe Mehmet, ustedes no van a servirla, aunque se moleste, entendido? —ellas asintieron.

Pasaron algunos minutos hasta que tocaron la puerta y esta se abrió, dejando ver a la misma mujer que hace unos días estaba en la cama de su alteza.

—Sultana —Dijo la mujer e hizo una reverencia.

—Bienvenida señorita. Porfavor toma asiento.

—Su alteza el príncipe me envió para mi protección —habló recalcando lo obvio. Por supuesto que ya lo sabía

—Entiendo, que más comentó su alteza?

—También dijo que usted cuidaría de mi —Yo sonreí de lado.

—Claro que si, pero tengo mis reglas. —ella elevó una ceja.— Algún problema? —pregunté y ella negó con su cabeza.

—Primero, mis criadas, son mis criadas, me sirven a mi. Aquí  tu no eres una sultana aún, por lo que no tienes poder para ordenar o exigir.

Ella asintió suavemente.

—Segundo, el príncipe vendrá a verte ocasionalmente no siempre, y esto solo es posible con mi permiso, sin el, tu no verás al príncipe. —Ella abrió sus ojos.

—Pero su alteza me visita todos los días... el —No la dejé hablar y la interrumpí.

—Puedo hacer que te expulsen, no olvides eso, conozco el secreto de ambos, y por eso estás aquí. Se obediente y podrás quedarte.

Ella se levantó de golpe y Justo se abrió la puerta dejando ver a Mehmed.

—Su alteza —Hice una reverencia.

—Su alteza!! —chilló la mujer corriendo hasta el.

—Melek, Ten cuidado, podrías caerte —Dijo atrapándola en sus brazos. — Havva, muchas gracias por cuidar de ella.

Yo solo asentí con la cabeza levemente y el sonrió, al ver su hermosa sonrisa mi corazón latió más rápido que nunca al mismo tiempo sentí mis mejillas arder, así que me volteé a una de mis criadas.

—Hande, prepara mi comida, comeré en el jardín privado. —Ella asintió y salió de la habitación.

—Esto... Me gustaría que su alteza me acompañara —Dije volteándome a ellos otra vez.

—Su alteza prometió comer conmigo —chillo la mujer a su lado.

— Entiendo, será en otro momento entonces —Forcé una sonrisa. — Bien, me voy, Les recomiendo hacer lo mismo, ya que, estos son mis aposentos —Hice una reverencia a Mehmet, cuando me incorpore noté una mirada desafiante por parte de la concubina.

Miedo? O tal vez... celos?


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Hola hola! Espero que disfruten este capítulo, y muchas gracias por leer mua 😘

Que tipo de Historia les gusta más ¿cortas o más extensas?

Havva, Sultan [ Principe Mehmet Fanfic ]Where stories live. Discover now