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Pasaba por el año 2013 en la secundaria Técnica 49. Todos están impacientes por que la hora del receso llegara, puesto a esto, nadie pone mucha atención en la clase anterior al descanso.

-¿Qué te parece la idea? Está cagada, ¿no?- susurró un chico medio alto y corpulento de tercer año a una chica sentada a su lado en el laboratorio de química.

-¿Cambiar parejas?- susurró sorprendida una chica delgada, de baja estatura y con el cabello teñido con mechones rubios.

-Claro. Mira, es por diversión, para intentar algo nuevo. No se vale enamorarse ¿eh?- le dio un codazo bromeando.

La chica suspiró.

-Ándale, es para divertirnos, una semanita y ya, todo a la normalidad. Tú y yo de nuevo. ¿No te parece divertido salir con alguien más por unos días y ya?

La chica puso los ojos en blanco y finalmente accedió asintiendo con la cabeza.

Ella siente que lo amaba, no lo puede perder, tiene muchos problemas en su familia y el es su único sustento, estaría absolutamente acabada si lo pierde en ese momento. No puede decirle que no.

-¡Eso, amor!- celebró el chico un poco más alto.

-¡Ey! Christina y Eduardo, si vuelven a hablar los separo.- regañó la maestra de química que daba clase en ese momento.

Los chicos se hacen los distraídos como si nada hubieran hecho y se acomodan la bata de laboratorio y el cabello para disimular.

...

El timbre por fin está tocando. Ya son todos libres. Salen casi corriendo tropezándose consigo mismos al tiempo que pelean con las batas blancas para quitárselas y que nos les ganen las canchas de fútbol.

Eduardo y Christina van a una jardinera donde el pasto estaba un poco seco y descuidado pero es el único lugar donde no hay gente.

-Yo me voy a encargar de conseguirte a tu nuevo novio temporal y a la mía.- dijo con la cara toda iluminada.

-Ajá.- contestó Christina. No está de acuerdo ni le ve sentido al "juego" de su novio pero había accede por amor, según ella.

-Dime, ¿cómo te gustaría?

-Mmmm- pensó.- que parezca gringo.- dijo finalmente.- O sea, que sea güero de ojo azul y así.

En la mente de Eduardo ya hay alguien. Lucas. Un chico que reúne las características que Christina pide por tener familiares extranjeros.

-¡Ya lo tengo!- exclamó una vez la chica terminó de hablar.

-¿Ah si?- añadió sorprendida por su velocidad.- ¿Quién?

-Lucas de 3-B



Continúa...

Flores que sangran Where stories live. Discover now