Mundo humano.

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Alastor Laveau es un niño peculiar. El no es un niño normal, mientras los niños normales hacen amigos y juegan juegos todos los días él se queda en casa leyendo un libro y escuchando la radio con su madre. 

Hay pocas cosas que le gustan al pequeño Alastor y una de ella es su madre, la otra es la radio. 

Sin embargo a pesar de sus pequeños gustos peculiares algo que no le gusta es su padre… lo odia y para Alastor el no es su padre y no piensa reconocerlo como tal, nunca ha hecho nada bueno por ellos y posiblemente nunca lo hará pero él se ha excedido. 

Una noche su padre entró en su habitación, lo despertó y le dijo que le mostraría algo asombroso. Sin poder negarse a su padre y sabiendo que no había otra forma, bajó al sótano con él. 

En el suelo había un cordero muerto y con su sangre había hecho un símbolo en el suelo, su padre le ordenó encender las velas y Alastor no sabía que estaba haciendo. Su padre sostuvo en sus manos un libro negro que nunca a visto antes. 

Pero tuvo que detenerse cuando su madre entró corriendo, gritando su nombre.

— ¡Alastor! ¿Que se supone que le haces a mi hijo? — Su madre lo alejó de su padre, por supuesto él no sabía que estaba mal exactamente pero su padre lucía enojado. 

Pensó que discutirían o pelearían y sin embargo no sucedió del todo. 

Alastor jadeo y se sorprendió, cuando el símbolo en el suelo brillo y el cordero se empezó a quemar solo para mostrar una silueta en el fuego. 

El nunca a visto algo así, un ser que tenía dos cuerpos, sus ojos parecían brillar en la oscuridad de un rojo intenso. Las garras y la cola golpeando el suelo con dureza. 

Alastor no pudo dejar de mirar perdiendo parte de la conversación, cuando su padre lo jalo y quedó cerca de esta fascinante criatura no tuvo miedo, más bien tuvo un cosquilleo de asombro al verlo más de cerca, no había miedo, solo curiosidad por este ser. 

Su voz le dio un escalofrío, instintivamente sabiendo que este ser podría matarlo pero no lo hacía, esa clase de poder, Alastor quedó fascinado.

Cuando su madre lo sostuvo y este ser cambió a una apariencia más humana Alastor se asombró bastante, ¿Era un demonio no? A leído de ellos es cuentos y la biblia, ¿Si le pedía que le enseñara cosas él demonio podría cumplirlas? 

— Me llamo Alastor. Un placer señor demonio. — dijo cortés como su madre le enseñó. La sonrisa del demonio llamó su atención.

— Qué amable niño, fue un placer, él trato se dio por terminado. — Alastor abrió la boca, quería pedirle que se quedara un poco más de tiempo pero este se fue. 

Su madre le dijo que no pensara y que no le dijera a nadie sobre lo que había sucedido ese día. Alastor obedeció pero no dejo de pensar en dicho demonio. 

Fue fascinante desde su apariencia hasta sus habilidades. Sobre todo el poder que parecía tener, ¿El también podía tener esa clase de poder? 

Alastor empezó a hacerse preguntas que nunca antes se habría hecho si no hubiera conocido a ese demonio. Por supuesto, a su madre no le gustaba hablar de eso. 

No es como si la culpara por matar a su padre, él hombre era horrible pero su madre aún lloro por él. La podía escuchar en las noches cuando ella pensaba que no la escuchaba. 

Por eso a escondidas de su madre empezó a leer el libro que su padre dejó, al principio fue solo por curiosidad, no pensaba invocar nada pero con el tiempo pensó que podría hacerlo.

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora