Amor propio

88 10 8
                                    

Capitulo sexto

Mara

Despierto confundida con dolor de cabeza, no tengo ni idea donde estoy, solo se que llevo puesta la misma ropa de ayer, cuando miro lo primero que veo es a Logan, está recostado en un sofa, me preguntó si habrá pasado algo entre nosotros dos y entonces es cuando entro en pánico y despierto a Logan que está dormido por completo:

―Logan despierta porfavor―digo con tono de preocupación.

―Hola antes que todo―dice el riendo.

―¿Que te causa tanta risa, acaso paso algo entre nosotros dos?―pregunto con cierto espanto.

―Pasaron muchas cosas entre nosotros Mara―dice con un tono gracioso.

―Te estoy hablando enserio Logan, porfavor dime qué no hicimos nada anoche.

―Por supuesto que no Mara, estabas completamente ebria, jamas me hubiera aprovechado de la situación, además que crees que soy un psicópata que anda aprovechándose de mujeres ebrias por la vida.

―Pues perfectamente podrías serlo―digo riendo un poco.

Logan se ríe junto a mi, y ambos sonreímos, me preguntó que seríamos sin las risas que nos acompañan a diario, sin duda son lo mejor del mundo, sobretodo ver sonreír a las personas que tanto queremos, eso sí que para mí es vida.

Logan

Me río junto a Mara, me quedo admirando su sonrisa, es tan bonita como ella, luego le ofrezco algo de comer, a lo que ella responde que no pero yo igual voy a la cocina y preparo tortitas de chocolate, cuando llegó a la habitación Mara ve las tortitas y comienza a llorar, no entiendo que pasa, de inmediato le pregunto que pasa, o si dije algo malo, a lo que ella me responde con una sonrisa, que no y me dice:

―Mi madre siempre me hacía de estás tortitas cuando pequeña, es por eso que me emocione un poco.

―Oh entiendo, lo siento mucho por hacerte recordar eso―digo con un tono triste, la verdad lo que menos quería era hacerte sentir mal.

―Que dices Logan, esto es espectacular, además están riquísimas, gracias por traerme aquí anoche, y por las tortitas, de verdad gracias.

―No hay de que Mara, siempre estaré aquí para ti, no lo dudes nunca.

Mara

Al comer las tortitas de chocolate Logan me fue a dejar a mi casa, me despedí de él y entre, mi abuela me vio y lo primero que me preguntó es como me lo había pasado en casa de Jenna.

Ohh si en la casa de Jenna, me fue super abue―digo.

Finalmente subo a mi habitación y comienzo a ver tiktoks para entretenerme, cuando en mi para ti me sale un tiktok de una chica super delgada, me pongo a pensar por un momento en mi transtorno alimenticio que desarrolle a mis trece años, y que tuve más o menos hasta los diecisiete, pienso en lo mucho que extraño a veces mi cuerpo de antes, si bien era un cuerpo enfermo, ya que vomitaba todo lo que digeria mi estómago pero a veces no logro evitar extrañarlo, sentir esa sensación de tener el estómago vacío, de sentirme bonita, y de sentirme amada, porque si ese siempre ha sido el pensamiento de mi vida, que si no soy delgada nadie estará dispuesto a amarme.

Después de pensar esto pienso en cuando va ser el día en que pueda amarme tal y como soy, cuando va ser el día en que finalmente vuelva a sentirme viva, porque si, no quererse a uno mismo es estar muerto en vida, es fundamental amarse a si mismo, porque si no te amas tu, que te hace pensar que otra persona lo hará, en cambio si tu te amas ya lo tendrás todo.

Trato de no pensar más porque si no me terminaré por destruir, así que optó por leer un libro, siempre e pensado que leer un buen libro es como sentirse en casa, a veces solamente debemos tomar un libro y olvidarnos de todos los problemas.

Logan

Me doy una ducha luego de ir a dejar a Mara a su casa, me pongo a leer, me encanta leer porque al fin y al cabo los libros me hicieron sentir que quizás no estaba completamente solo.

Siempre me sentía solo, mi madre nunca estaba en casa, asi que los libros, la música y los atardeceres eran mi única compañía, bueno y también estaba mi amigo Aiden que es un muy buen amigo, siempre trata de acompañarme lo más posible para que no me sienta tan solo.

A veces pienso y me doy cuenta que e pasado toda mi vida tratando de complacer a los demás y se me ha olvidado realmente lo que yo quiero, siempre e tratado de ser suficiente para mí madre o de tener buenas calificaciones para que se sienta orgullosa de mi, pero nunca es suficiente para ella.

A veces pensamos tanto en lo que diran los demás que nos olvidamos de lo que realmente nosotros queremos o pensamos.

Luego de pensar me duermo ya que mañana tengo universidad.

Voy a camino a la universidad cuando me encuentro con Ana, ella se acerca a mi de forma coqueta a lo que yo la ignoro, desde que conocí a Mara no tengo ojos para nadie más, si bien no tenemos nada en común con esa chica pero hay algo de ella que me atrae.

Llegó a la universidad, hoy me toca electivo de filosofía y lo primero que veo es a Mara sentada escribiendo en su computador, pienso en lo inteligente y bonita que es.

A ella le gusta escribir y a mí me gusta ella.

Me pongo a pensar que es lo que estoy empezando a sentir por Mara, la verdad es que desde que la vi me pareció una chica bastante interesante y me dió curiosidad saber más sobre ella, esto no me pasaba nunca, sin duda está chica es diferente, tiene algo que no sabría cómo describirlo, pero se que me gusta, y ni siquiera se porque si somos tan diferentes, lo único que tenemos en común es que a ambos nos gusta leer, pero fuera de eso nada.

Mara

Estoy en hora libre en la biblioteca escribiendo en mi computadora mi novela cuando alguien me habla, es Jenna, la cual me dice:

―¿Es cierto que te has quedado a dormir con Logan en su casa? cuéntamelo todo porfavor!!!

―Logan solo me ha llevado a su casa porque estaba ebria, pero no pasó absolutamente nada entre nosotros.

―Ni siquiera un beso―dice Jenna emocionada.

―Ni siquiera un beso―respondo.

Bueno me dice Jenna, ya verás que pronto pasará algo entre ustedes, se nota mucho que se gustan―dice Jenna emocionada.

Me quedo pensando un momento en lo que dice Jenna, será que a Logan yo le gustó o le atraigo aunque sea un poco, no creo, porque al le van las chicas más bonitas que parecen sacadas de una revista, y yo simplemente soy una chica pelinegra, que no tiene mayores rasgos físicos bonitos, así que es imposible que yo le guste.

Amor A Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora