▪︎☆🪷~💥●○•My Teacher Jeon•○●💥~🪷☆▪︎

▪︎☆🪷~💥○●•04•●○💥~🪷☆▪︎

Luego de tan...... magnífico despertar, Jungkook salió de la cama en dirección hacia el cuarto de baño, tomando de paso su bóxer qud yacia tirado a la orilla de la cama; donde preparo la bañera con agua tivia y con muchas burbujas para su pequeño, pues mas que nadie sabia que lo habia dejado bien jodido y que ahora más que nunca, necesitaba ser cuidado y mimado, a lo que él estaría dispuesto y más que gustoso al hacerlo.

Cuando la bañera ya estaba llena y las burbujas ya estaban formando una capa espumosa en la superficie, salió del baño hacia nuevamente la habitación, donde encontró dormido a su pequeño bebé entre las sucias sábanas, ya que no las había cambiado aún. Su pequeño bebé de algodón lucia tan bellísimo dormido que no quería despertarlo, más sin embargo debía hacerlo o de lo contrario se quedaría sin besos y galletas, cosa que sin ellas no sabría como sobrevivir y no estaba dispuesto a perder.

Así que, motivado por los besos y las deliciosas galletas que su omega le daba en el transcurso del dia, se acerco a la cama para así, apartar todas las sabanas que cubrian a su pequeño, para luego proseguir a tomarlo en brazos con cuidado y sin despertarlo, para así, con Jimin en brazos al estilo princesa se volvió a dirigir hacia el baño, donde se acercó a la bañera y muy lentamente lo fue remojando asta dejarlo sumergido en ella, colocando una toalla doblada detrás de la cabeza del menor para que estuviera cómodo.

Dejándolo descansar ahí, Jungkook se dirigió a la ducha, donde se quito su ropa interior y se adentro a la lluvia artificial remojando su cuerpo, el cual se encontraba sudado y pegajoso; lavándose su piel y de paso su cabello, terminó de bañarse para así salir de la ducha con una toalla rodeando su cintura y acercarse a la bañera, donde aún se encontraba dormido el omega. Una sonrisa adorno el rostro de Jeon al ver lo hermoso y angelical que lucia su pequeño, tan divino y bello que daba la sensación de que era irreal ,tan frágil y delicado que daba la impresión que en cualquier momento se podría quebrar. Y es que en parte así era, ya que Park Jimin era el ser las hermoso y puro que la tierra tenía, tan frágil y delicado en sentimientos y en físico que hacía querer cuidarlo y protegerlo pero a la vez tan fuerte y valiente que no había nada que lo parase cuando se proponía algo.

"Sublime" era la palabra que más se asemejaba a Jimin, pues este no era ni lindo, ni bello, ni mucho menos hermoso, él era sublime. Sublime a la belleza de la naturaleza misma y con un brillo más intenso que el mismo padre Sol. Haciéndo sin duda alguna a Jungkook el alfa más afortunado del universo, pues él era el único que tenía el privilegio de decir que Park Jimin era su precioso bebé de algodón, su más valioso tesoro, su irreemplazable esposo, su mejor amante, su más fiel cómplice, su peor enemigo, su ángel de la salvación y su demonio de su condenación, su mejor amigo y sobre todo "Su omega".

Ya que a él no le importaba encontrar a su destinado o destinada pues con Jimin ya tenía todo y más que suficiente, ya no había nada ni nadie que llamara su atención o despertara su deseo más que no fuera su hermoso omega de azúcar. Pues para Jungkook, no había nada más valioso que su bello tesoro, al cuál no estaba dispuesto a perder ni en un millón de años, pues tanto él, su lobo, su corazón, su alma y su fortuna e imperio le pertenecían nada más y nada menos que a Park Jimin.

Un suspiro más que enamorado escapo de su nariz mientras que su sonrisa adornaba su rostro, sus ojitos brillaban con fuejos artificiales en sus iris y su mano tatuada acariciaba el rostro de Jimin, quitando uno que otro rebelde mechón de cabello de su frente, degustando y apreciando la belleza del menor, quien ante aquellas caricias fue despertando poco a poco.

Jk: - Buenos días cariño, como estás?- saludo con cariño mientras se acercaba al menor a depositar un suave beso en la frente de Jimin, quien sonrió débilmente ante su acción -Como te sientes? Te duele algo?- volvió a preguntar alejándose lentamente del rostro del omega mientras que acariciaba su suave mejillacon gran cariño y delicadesa a lo que Jimin solto una risita divertida.