Una segunda oportunidad.

CAPITULO UNO

¿Te has preguntado porque en el mundo hay personas malas? ¿Porque a ellas le van mejor que a mí, que soy bueno? Alguien me dijo que solo a las personas malas les pasaban cosas malas... Entonces ¿Yo soy una mala persona..? No lo se, pero seguro fui un desgraciado en mi otra vida para merecer la vida que tengo ahora...

Suspiré al solo ver cervezas en la nevera...

- Creo que hoy también te irás sin desayunar, Sonic. - tome dos cervezas, las abrí y las dejé en la mesa. - Ya me voy madre... - me despedí de una eriza que estaba dormida en la mesa con una cerveza vacía en la mano. - Adiós... - susurré saliendo de casa.

En la vida muchas veces las personas no tienen la suerte de crecer con sus dos padres juntos, otros no tienen la dicha de poder ser padres, otros ni siquiera deberían conocer el amor...

- ¡Papi! ¡Papi! Empujame. - vi como una niñita le pedía en un columpio a su papá.

- ¡Oye! - interrumpió mis pensamientos. - ¿Vas a quedarte ahí? - me habló molesto. Yo tartamudee. - Entra ya mocoso. - me dio en el hombro con su periódico. - Eres el nuevo no es así... - yo asentí. - Espera aquí, te traeré tu orario. - entro a su oficina.

Un par de chicos salieron de un salón detrás de ellos un señor ya grande con una flauta musical en mano.

- Malditos mocosos, ¡Vayan a clases! - les grito. El noto mi presencia y me vio por un momento. - ¿Y tu qué me ves? - pregunto molesto mientras entraba a su salón aún balbuceando cosas.

- Aquí tienes. - dijo el director dándome una hoja. - Tu sección es la A. Buena suerte. - estaba por entrar cuando le hable.

- Pero no se en donde está el salón.. - El director me vio molesto.

- ¿Ese es mi problema por que...? - yo negué nervioso.

- Lo buscaré yo mismo. - el director no dijo nada más y entro a su oficina.

Suspiré agotado y vi mi hoja.

- ¿Como se supone que encontraré ahora la sección A. - pasaba por los pasillos cuando alguien me chita.

- ¡Oye! ¿Quieres llegar a la sección A. - confundido vi hacia mis lados sin lograr ver a alguien.

- Eh.. ¡Si! - la voz volvió a hablarme, está ves reconocí que venía de mi lado izquierdo.

- Podría llevarte, si me sacas de aquí. - vi que la voz venia de un casillero.

- Estás... ¿Ahí adentro? - pregunté acercándome logrando ver unos mechones rubios salir de de las hendiduras. Escuché un suspiro y después habló de nuevo algo desanimado.

- ¿Puedes sacarme de aquí? - pidió casi suplicando. - Prometo ayudarte a buscar la sección A.

- Está bien. - le dije antes de que llorará, su voz se oía quebrada, como apunto de soltar en llanto. - Tiene candado.

- La contraseña es 19, 92. - el casillero se abrió cuando puse la contraseña, de el salió un zorrito amarillo.

- Pero... Eres un niño. - me alejé un poco de el.

- No soy un niño... - se quejó. - Soy un chico de secundaria. - se defendió.

- Eres un niño. - me crucé de brazos.

- ¡Ash! - se acercó a mí nomás se levantó. - ¿No querías llegar a tu sección?

- Ah sí.. - me acordé. - ¿Puedes llevarme a tercero A? - el chico asintió.

- Por cierto, eres nuevo ¿No? - asentí. - ¿Como te llamas?

- Sonic, Sonic The Hedgehog. ¿Y tu? - al chico por una extraña razón le brillaron sus ojos.