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—¿Qué me dices de esa? —preguntó Izuku

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—¿Qué me dices de esa? —preguntó Izuku.

Ambos estaban en la playa, cerca de una fogata, obteniendo el calor de esta y el calor de sus cuerpos abrazados.

Katsuki estaba recostado en el auto de Izuku, quien estaba entre sus brazos.

—Ah, esa se llama Derth y está a 13 años luz, así que la luz que ves ahora se creó cuando éramos muy pequeños —respondió el cenizo. El peliverde se quedó callado durante unos segundos, pensado en si decírselo o no —. ¿Sucede algo, Deku?

—El entrenador de berkeley me llamó por teléfono —respondió levantando la vista.

—¿En serio?

—Sí. Parece que... un nadador fue transferido y... tienen una bacante —explicó acurrucadose entre los brazos de Katsuki.

—Wow... que loco y... recuperarías tu lugar —el cenizo sonrió un poco.

—Bueno, en teoría sí. Habrá un encuentro muy importante en un mes y... berkeley enviará a su entrenador a verlo —Izuku suspiró —, pero tendría que ponerme en forma para entonces, algo imposible, y tendría que nadar el mejor tiempo de mi vida para demostrar que estoy rehabilitado. Pero...

—Claro que puedes hacerlo —interrumpió Katsuki. Le dio la vuelta a Izuku para que estuvieran cara a cara y así poder darle un suave beso en la frente.

—Tengo motivos para quedarme aquí el año que entre —observó al cenizo, quien solo lo abrazo —. Kacchan, quiero que tengamos una cita de verdad.

—De acuerdo —contestó en un susurró —. Y... conocerás a mi mamá, ¿Sí?

Izuku asintió, aunque tenía un poco de nervios y miedo.

...\°^°/...

El peliverde estaba en la sala sintiendo la mirada de Mitsuki sobre él, ella se cruzaba de brazos mirándolo con mala cara, viéndolo de arriba hacia abajo.

Izuku quería llorar.

Había veces que miraba de reojo a la ceniza, le sorprendía el parecido que tenían ella y Katsuki, eran iguales. Pensaba en algo tema para hablar y deshacerse de ese incómodo momento.

Aunque, no sabía que decir, era un friki fanático de super héroes como All Might, Iron Man, Batman, Spider-Man, etc. No podía simplemente empezar a hablar sobre algunos de ellos. No tenía otro tema de conversación.

Vió como Mitsuki le hacia una señal para que se acercara más.

—¿Por qué no te acercas un poco, Jisuko? —preguntó seria.

—Me-me llamo Izuku —respondió en un tartamudeo.

—¿Izuku? —preguntó riendo —. No tenia idea.

AMOR A MEDIANOCHE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora