Capitulo 8

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Zm zm zm zmmmmm

DIOS!!!!!!

Zm zm zm

Maldita alarma

Estaba soñando tan bonito.

Estiro un brazo para buscar mi celular, pero.... no me encuentro en mi cama.

Abro los ojos dándome cuenta que me quede dormida en el sofá de la sala. Localizo el celular encima de la mesita de centro, con pereza lo alcanzo y apago la jodida alarma.

Ni siquiera recuerdo a ver puesto alarma.

Dejo el celular en su lugar y vuelvo a acomodarme en el sofá, acurrucándome con una frazada que seguro Olivia me trajo anoche para dormir mejor.

zm zm zm zmmmmm

Qué carajo?

Me levanto enfadada, para volver a apagar la alarma.

zm zm zm zm zm!

otra vez. Mierda.

El sueño que tenía se me fue al carajo.

Comienzo a escanear la sala, para mi sorpresa me encuentro con que Marlene también se quedó dormida en el otro sofá grande y está muuy dormida.

Vuelve a zumbar un celular, es el de Marlene, lo tomo y veo que es una llamada entrante de un tal Mi Favorito.

Él es el que ha estado molestando.

Debería contestar?

En lo que pienso si contestar o no, se corta la llamada. Pero segundos después vuelve a zumbar.

No se cansará el dichoso Favorito -Diga- decido contestar, no creo que a Marlene le moleste.

-Marlene?- me contesta un hombre desde la otra línea.

-Es el teléfono de Marlene, pero ella está dormida.

Escucho un suspiro de alivio.-ah. Estaba preocupado porque no contestaba. Podrías abrirme la puerta por favor, llevo horas tocando.

Inmediatamente volteo hacia la puerta del apartamento, no escucho que estén llamando a la puerta.

-mhm... qué puerta estas tocando?- frunzo el ceño, como si la otra persona de la línea pudiera verme.

Se ríe -cómo que cuál? La de Marlene.

Me rió, tiene razón. Cómo sabría él que Marlene durmió en mi apartamento y no en el de ella.

-Marlene se quedó a dormir en mi apartamento. Es el numero 8.

-oh. Bien, llego en seguida. Gracias por contestar.

-no hay de que- le contesto amable y cuelgo.

Me quedo un rato observando como Marlene duerme plácidamente, me da mucho pena tener que despertarla. A mí no me gusta que me despierten, así que no la despertaré hasta que venga su Favorito.

Minutos mas tarde llaman a la puerta.

Abro la puerta. Oh DIOS!

-Hola!- Saluda el tipo con una gran sonrisa. Le pongo mala cara y me hago a un lado haciéndole una señal para que pase.

El imbécil primo de Marlene pasa sin dudar. No me puedo creer que este sea el Favorito de Marlene y que ahora esté en mi apartamento.

Al llegar a la sala veo que el imbécil está en cuclillas tratando de despertar a Marlene.

-Tiene el sueño pesado- me dice

-Ujum- le respondo cortante.

En la cocina me sirvo un vaso de agua y en el refrigerador veo que Olivia dejó una nota.

Fuimos al supermercado, vendremos más tarde.

Deje desayuno en el micro para que coman.

Besos.

No me gusta desayunar pero es imposible decirle que no a Olivia, es una mamá oso muy preocupona.

Pronto se acerca Marlene con una sonrisa. -Buenos días- saluda.

Ya quisiera yo despertarme de buen humor como ella.

-Buenos días.- le contesto. -¿quieres desayunar? Olivia dejó el desayuno hecho.

-Sí, gracias. Solo... ¿me prestas el baño para lavarme la cara?.

-Puedes usar el de visitas, es la primera puerta del pasillo a la izquierda- le señalo.

-Yo también quiero desayunar- el imbécil toma asiento en uno de los taburetes frente a la isla, como si estuviera en su casa.

-Hay una cafetería a unas cuadras de aquí, ahí puedes desayunar.- le respondo con falsa amabilidad.

-Eres una pésima anfitriona- se queja y finge hacer un puchero.

-No recuerdo haberte invitado para que digas que soy una pésima anfitriona.

-De acuerdo, no te molestes ya he desayunado. Mejor dime ¿por qué te caigo tan mal Lucia?

Lucia? Y este imbécil cómo sabe mi nombre? Y por qué lo dice con tanta confianza como si fuéramos grandes amigos? No recuerdo haberme presentado. Seguro Marlene se lo dijo o el imbécil lo leyó en el libro cuando firme al recibir mi bolso.

Enarco una ceja. -tú cómo sabes mi nombre?

Sonríe -Eso no importa ahora, responde a mi pregunta.

Me estoy enfadando. -No, a mi me importa.

Resopla- bien, no es la gran cosa. Marlene me lo dijo cuando la desperté, contenta?

No sé por qué, pero no le creo.

-ahora si vas a responder a mi pregunta?

-No- me doy la vuelta para calentar el desayuno.

-Oh vamos! Yo respondí a tu pregunta, lo justo es que tú también me respondas.

-Listo- aparece Marlene. -de qué hablaban?

-Tu amiga es un amor, me invito a desayunar.- responde el imbécil

-de verdad?- pregunta asombrada

-no- respondo aun de espaldas a ellos.

-Claro que sí, pero ya he desayunado y le dije que no se molestara. Ella es taaan amable-responde irónico. 

estúpido.

Mientras Marlene y yo desayunamos, el imbécil de su primo está revisando su celular sentado en el sofá de la sala. Marlene se disculpó conmigo porque sabe que su primo no me cae bien, al parecer hoy tienen un compromiso por eso él la vino a buscar.

Después de desayunar se fueron y pude respirar más tranquila, el tal Liam me molestaba mucho. Un día es un idiota imbécil y al otro aparece con una gran sonrisa y mucha confianza como si fuéramos grandes amigos.

En escala de grises y luego tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora