Capítulo 4

394 15 10
                                    

Aquí os traigo otro nuevo capítulo de Oscuridad, en el por fín conoceremos a los miembros del consejo y en que lugar se esconden. Este capítulo esta enteramente contado por James. Espero que difrutéis con el al igual que yo he disfrutado escribiendolo, este capítulo es muy especial para mi por que aparecen nuevos personajes y esta contado por James. Disfrutadlo !!!!!!

Este capítulo y todos los demás estan estan registrados en safe creative, prohibida su copia o distribución !!

-------------------------------------------------------------------


James

Entrar en la guarida era como entrar en una capilla solo que decorada de un modo peculiar. Múltiples columnas de mármol rodeaban el enorme emplazamiento y a cada lado separadas por un pasillo se encontraban repartidas varias filas de asientos de piedra, cada uno de ellos tenía esculpido en el respaldo la imagen de un ángel caído simbolizando el paso de mortal a vampiro, al final de la sala varios peldaños de mármol conducían al *presbiterio y situado en él se encontraban los tronos de los líderes del consejo. Estos habían sido fabricados con piedra obsidiana y sus respaldos estaban decorados con rubíes que rodeaban el borde interior, situados de forma estratégica sobre la cabeza de los líderes simulando una corona, los reposa brazos estaban tallados representando la forma de un cráneo y en las cuencas de estos dos rubíes enormes simbolizando el deseo por la sangre. Los tronos eran cuatro, dos a cada lado separados por un altar de piedra. Detrás de este, un enorme vampiro alado con los brazos extendidos agarraba cada extremo del mismo. Sobre el altar y situada en el techo de la bóveda, se encontraba una trampilla metálica con el dibujo de un sol y de la cual colgaba una gruesa cadena con el símbolo de la luna en su extremo, esta servía para dar fin a los vampiros condenados a morir. Al tirar de aquella cadena el sol cálido y mortal entraba por la trampilla. Su luz caía sobre el altar donde el vampiro se colocaba previamente sentenciando su final, reduciéndolo a cenizas.

Como me habían indicado los guardias, los líderes del consejo y los demás vampiros de la comunidad estaban esperándome. Avancé por el pasillo mientras aquellos vampiros me observaban en silencio. El olor a sangre desvió mi atención, sobre el altar se encontraba un joven desnudo con múltiples mordeduras, casi desangrando y respirando con dificultad, algo habitual entre aquellos vampiros, un aperitivo antes de salir a cazar.

Joram, Fabrice, Daria y Fausto ataviados con sus solemnes y oscuras ropas me observaban inmóviles como estatuas desde sus tronos. Me detuve al llegar a las escaleras y les saludé con una reverencia.

Joram nació en Jordania, tenía el pelo moreno y rizado y poseía unos profundos ojos negros. Estaba enfermo cuando le fue entregado el don oscuro como lo llamaba él, gracias a eso evitó su muerte. Era una persona culta y tranquila, solía pasar largas horas deba-tiendo sobre filosofía y religión con él. Solo tomaba la sangre que necesitaba y podía pasarse días sin alimentarse, había aprendido a controlar su sed hasta límites insospechados demostrando así, que no era necesaria la ingesta de sangre descontrolada para sobrevivir. Era justo en sus sentencias y sopesaba todas las opciones antes de dictar su veredicto.

Fabrice era francés, tendría poco más de 20 años cuando fue transformado, era alto de pelo rubio y profundos ojos verdes, un demonio con cara de ángel. Le gustaba su condición de vampiro y no sentía mucho apego por los humanos, no se molestaba en ocultar su opinión, considerando a estos mero alimento y aseguraba que los vampiros les superábamos en todos los aspectos. No me tenía en demasiado estima.

Daria provenía de Rusia, era de estatura media y también rubia pero con ojos azules, apenas sonreía, Joram me contó que cuando Daria fue transformada estaba embarazada y perdió a su bebé, algo que nunca consiguió superar. Tenía un especial apreció por la vida humana y durante siglos vivió odiando su condición de vampira, en una ocasión había intentado morir exponiéndose al sol pero Fausto lo impidió. Era un ser atormentado que solo vagaba por el tiempo esperando su fin, era el vampiro más justo de todos ellos y estaba seguro de que aceptaría mi amor por Emily.

Macabra Tentación - 2.OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora