Capítulo 3

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Aquí os trigo el nuevo capítulo de oscuridad titulado El comienzo, en este capítulo podreís leer a James, en este libro habrán algunas partes contadas por él, ya ireís descubriendo el porque :D Espero que os guste y dejeís vuestra opinión. Besoooos 

Este capítulo y todos los demás estan registrados en safe creative prhibida su copia y distribución.

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   No sé cuántas horas llevaba dormida cuando desperté, todo estaba sumido en la oscuridad y me sentía algo desorientada ahí abajo. Una caricia en mi vientre me reconfortó.

—Buenos días pequeña, espero que hayas descansado —me susurró James al oído.

—Para ser un ataúd no se duerme nada mal —me di la vuelta y contemplé sus ojos, estos estaban iluminados por aquel halo sobrenatural e inquietante, observándome en la oscuridad de aquel sótano.

Mi estómago hambriento grito rompiendo el silencio, hacía casi un día que no comía.

—Creo que deberías comer algo —me dijo.

—Sí, yo también lo creo, pero en esta casa no hay nada. Ni siquiera hay utensilios para cocinar.

—Esta casa la construí para mantener las apariencias. Solo vengo cuando quiero estar solo —me explicó—. Tengo una idea, ¿por qué no coges dinero y das un paseo? Cerca de casa hay muchos puestos de comida y un restaurante. Puedes aprovechar para pasar por alguna boutique y comprarte un vestido nuevo.

—No me queda otra opción. O eso o morirme de hambre —le dije.

—El dinero se encuentra en la habitación, en una pequeña caja que guardo en el armario —me informó.

—Necesito que me dejes una llave, si no quieres que pase todo el día en la calle. Yo no puedo abrir puertas como tú —le recordé divertida.

—A veces olvido que eres humana, paso demasiado tiempo con vampiros —suspiró— en el aparador de la entrada hay una llave dentro del cajón, puedes cogerla.

—Dime James... ¿Podrías olvidar también mi calidez? —le dije mientras acariciaba su espalda con mis dedos.

—Eso nunca... Márchate si no quieres que te retenga aquí y mueras de hambre —no pude evitar reírme.

—Es una idea tentadora pero en estos momentos prefiero comer. Solo espero que no suceda nada extraño mientras estoy fuera.

—Es de día, no tienes nada que temer Emily.

Nos besamos durante unos segundos que parecieron eternos, después salí del ataúd y cerré la tapa. Un poco de luz se filtraba por debajo de la puerta, lo que me permitió orientarme, subí las escaleras y salí del sótano.

Con la sabana aun envolviendo mi cuerpo fui al piso superior, primero me dirigí al baño y me puse el único vestido que tenía, sucio y desaliñado. Tendría suerte si no me confundían con una mendiga, sobre un pequeño mueble vi que se encontraban varios objetos de baño, un cepillo y una bandeja con un trozo de jabón. Agarré el cepillo y poco a poco me fui desenredando el pelo, algo que me costó bastante trabajo ya que estaba enmarañado, otro aspecto negativo al tenerlo tan largo y rizado.

Me miré en el espejo y la imagen que me devolvió no me gustó. Había adelgazado, me di cuenta en seguida tan solo observando mi rostro. La mala alimentación de las últimas semanas me había pasado factura, rompí un trozo de sabana y lo utilicé para recogerme el pelo en un moño.

Me dirigí a la habitación de James y abrí el armario para coger un poco de dinero del lugar que me había indicado. La pequeña caja metálica se encontraba en el fondo, la abrí y vi que dentro había bastante dinero, cogí un poco de aquel dinero y el resto lo deposité dentro, al hacerlo mi mano tocó algo frío al fondo de la caja, la cogí y miré a ver de qué se trataba. Una pequeña llave plateada se encontraba dentro, inmediatamente supe que era la llave de la habitación de al lado, la curiosidad me invadió y no dudé en probar si mi teoría era correcta. Me paré frente a la puerta aun dudando de si debía entrar o no, al final terminé por introducir la llave en la cerradura, la giré hacía la izquierda y la puerta de abrió y entré dentro. Era enorme y estaba llena de armaduras de todo tipo, algunas eran de piel y parecían ser muy antiguas, en el centro se encontraban varias vitrinas que contenían múltiples armas de diferentes tamaños y tipos. Al observar la última pude ver algunos objetos que se diferenciaban de todos los demás, un anillo con grabados y un mechón de pelo rubio se encontraban dentro de una pequeña urna de cristal. No había duda de que esos objetos eran de una mujer, debían de ser de alguien importante para él, si no... ¿Para qué molestarse en conservarlos en una urna sellada? Quizás James en la antigüedad había estado enamorado ¿por eso no quería hablarme de su pasado? Me sentía mal por haber invadido sus recuerdos. Estaba claro que algo le atormentaba y por eso nunca quería hablarme de su vida pasada.

Macabra Tentación - 2.OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora