ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 23: ᴜɴ ᴘᴏᴄᴏ ᴅᴇ ᴘᴀᴢ

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Denki está agradecido de que las clases finalmente hayan acabado, está demasiado cansado, las clases y los entrenamientos lo dejaron realmente agotado, lo único que quiere en ese momento es ir a su habitación y dormir, solo quiere un poco de paz.

Recoge sus cosas con calma, espera a que todos sus compañeros salgan y él sale al final, dirigiendose a su habitación, está dispuesto a poner algo de música, disfrutar de la melodía y sumergirse en la paz que la música brinda, ese definitivamente suena a un buen plan, lo único malo es que mañana es viernes, por lo que su paz solo durará esa noche.

-¡Kaminari!

Detiene su andar al escuchar la insoportable y molesta voz de Jiro, le es inevitable no soltar una maldición, suspira con cansancio, voltea y mira a la chica con el ceño fruncido.

-¿Qué quieres, Jiro? -se cruza de brazos.

-Solo quería saber cómo estás -la chica le dirige una mirada que se puede definir como preocupada.

-¿Tú? ¿Estas hablando en serio? A ti nunca ha importado como estoy, siempre eres quien me hace sentir mal con sus estúpidas bromas -mira a la chica de mala gana.

-Lo siento por eso, pero en serio, Kaminari. Me preocupas -la chica intenta acercarse.

-Si, claro. Cómo no -rueda los ojos con fastidio-. Agh, da igual, me tengo que ir.

Antes de que la chica pueda decir algo se aleja rápidamente, dejándola atrás. No quiere hablar con nadie, mucho menos con ella, la chica que constantemente lo hace sentir como un idiota, no tiene sentido que de un momento a otro ella se muestre preocupada, cuando siempre ha Sido ella la primera en molestarlo.

Continúa con su camino, cada paso que da es más cerca a su habitación, aunque antes de llegar Mina se atraviesa en su camino, ni siquiera tiene tiempo de preguntar que pasa, la chica simplemente lo lleva hasta la habitación de Bakugo.

-¡Lo traje, chicos! -exclama ella apenas ingresa a la habitación.

-¡Genial! Ahora estamos completos, ¿cuál es el plan, Bakubro? -Sero mira a su líder, esperando a que esté diga algo.

-Veamos...

Denki ladea la cabeza al ver que Bakugo tiene el cuaderno de Izuku, otra vez debió robarselo, suelta un bufido y sin dejar que siga buscando le arrebata el cuaderno, ¿Es tan difícil entender que por hoy solo quiere descansar de todo esto?

-¡Regresame eso, Pikachu! -gruñe Bakugo mirando al rubio con el ceño fruncido.

-Esto ni siquiera te pertenece, Bakugo -el chico del rayo suelta un gruñido.

-Solamemte lo tomamos prestado, Kamibro -habla Kirishima intentando calmar a su amigo.

-Ya les dije que quiero descansar de todo esto ¿Acaso no me escuchan? -mira a los cuatro soltando pequeñas chispas.

-Den, solo queremos ayudarte -Sero también intenta calmar al chico.

-Y yo solo quiero paz -cierra los ojos y respira profundamente.

No debería estar comportandose de esa forma, pero simplemente no puede concentrase en nada más, su mente esta tan contradictoria que no sabe que hacer, siente una mano sujetar la suya y sin pensar suelta una descarga.

Abre los ojos de golpe y se asusta, lastimo a Sero, sintiendose frustrado sale de la habitación, no puede estar con ellos, terminará haciéndoles más daño del que quiere y no podría cargar con eso, si tan solo pudiera descansar de todo un rato...

-¡Kaminari!

Suelta una maldición al escuchar aquella voz, es la maldita uva con patas. Respira profundamente, es como si ese día todos quisieran retenerlo, su paciencia llegó a su límite, se siente realmente enojado.

-¡Agh! ¿Tu también? -mira al chico con el ceño fruncido.

-Amigo, ¿te encuentras bien? -puede notar la preocupación del chico.

-Estoy perfecto, de maravilla -contesta con notable sarcasmo.

-Kami... -intenta acercarse al rubio.

Pero el ceño fruncido y las chispas que este suelta lo asustan, haciéndolo retroceder, esa es señal suficiente para que Kaminari se vaya del lugar.

En el camino se cruza con varios de sus compañeros, a los cuales ignora y si alguno intenta saludarlo solo basta una mirada, para que se vayan, finalmente llega a su habitación, entra y cierra la puerta, recargandose contra está, se desliza por esta hasta terminar en el suelo, oculta su rostro entre sus piernas.

¿Qué le esta pasando? El nunca ha sido así, esta consciente de que todo es por el estúpido quirk que los afecto, pero ¿por qué? Hasta ayer no se encontraba de esa forma, podía estar con sus amigos y no sentirse de esa forma.

Algo en su interior está cambiando, lo sabe y eso lo hace sentir realmente mal, la voz que lo contradice está desapareciendo, algo no está bien y necesita saber que es.

Sacude la cabeza varias veces, se pone de pie y deja el cuaderno de Izuku en su mesa de noche, decide darse un baño, tal vez eso lo ayude a despejar su mente, aunque no está seguro. Un largo baño hace que su cuerpo se relaje, aunque su mente cada vez es más y más lioso. Recuerda los momentos en los que solía ser feliz y aquello solamente hace que sus ánimos decaigan.

Lo único que quiere es acostarse en su cama y deprimirse, dejar que sus pensamientos lo invadan hasta terminar llorando. Sale de la ducha y se tira en la cama, sin embargo, sus cálculos salen mal y se golpea la cabeza contra la pared.

-¡Mierda! Ni siquiera para deprimirte sirves, Denki. Eres un idiota -se queja sobándose la cabeza.

Oculta su rostro en la almohada y ahoga un grito de frustración, no quiere sentirse así, busca su celular a ciegas hasta que logra encontrarlo, levanta la cabeza y comienza a revisar sus fotos, incluso los vídeos que solía grabar con sus amigos, videos donde se veía a un chico alegre y sonriente, un chico que demuestra todo lo que siente, cuando lo siente.

Quiere volver a ser así, ser capaz de reír hasta no poder más, hacerle bromas tontas a sus amigos, quiere demostrarle a Izuku lo que realmente siente, quiere mostrarle con acciones, no solamente con palabras, cuando lo quiere.

Gruñe y arroja el teléfono con algo de fuerza, con suerte no lo rompió, oculta su rostro en la almohada e intenta recordar cómo solía ser, tiene los recuerdos en su mente, pero parecen tan ajenos, parecen recuerdos que no le pertenecen a él.

¿Acaso se adueñó de la vida de otra persona? No suena a algo muy descabellado, aún si no fuera así... Lo siente de esa forma y lo destroza, la posibilidad de que nunca más vuelva a sonreír le duele.

Escucha su teléfono sonar, con pesadez se levanta y contesta la llamada, limpiando alguna de las lágrimas que habían salido sin darse cuenta.

-Bueno -contesta con la voz cansada.

-Kaminari.

-¿Profesor Aizawa? -pregunta confundido.

-El sujeto que atrapaste nos dió nueva información sobre el efecto del quirk que los afectó -dice el adulto.

-¿Nueva información? ¿Es algo importante? -suspira con cansancio.

-Nos dijo que el efecto del quirk tiene un límite de tiempo -comienza a explicar.

-Osea que... -lo incita a continuar.

-Si antes de las 00:00 horas del domingo no has vuelto, es probable que tú personalidad se vea afectada de forma permanente -explica su profesor.

Denki procesa las palabras dichas por el adulto, sin saber que responder solamente corta la llamada, eso significa que probablemente no volvería a ser el mismo.

Esto debe ser una muy mala broma, ¿Por qué la vida le hace eso? ¿Qué fue lo que hizo para merecer esto? Siente unas lágrimas caer por sus mejillas, no sabe que hacer, no sabe que sentir, las lágrimas solamente caen por sus mejillas sin poder detenerlas.

Su mirada viaja por toda su habitación hasta que está termina clavada en aquel cuaderno, sin dudarlo toma su celular y marca, solo unos tonos después la llamada es respondida.

-I-izuku... -habla con la voz quebrada.

Necesita un abrazo.

ɪɴᴠᴇʀᴛɪᴅᴏsWhere stories live. Discover now