Un encuentro inesperado en Cali

1- ¿Nos conocemos?

Hola, me llamo Yeimy Montoya y tengo 17 años. Soy de Medellín Colombia y hoy estoy muy feliz y emocionada porque voy a Cali después de mucho tiempo, allá vive mí abuela Carmenza y no voy a su casa desde los 10 años esa fue la última vez que fui a Cali.

Sola no viajo, ojalá viajara con mis papás pero ellos se quedan por el trabajo. Voy a viajar con mí mejor amiga Catalina y mí pez Juancho.

¡Que loco! Un viaje con amigos, días de playa, salir de rumba en las noches (quiero aclarar que esto me lo comentó mi abuela, dice que las fiestas de allá son lo más, y mí abuela no se pierde ninguna)

Terminó de empacar algunas cosas más y me junto con mis amigos así mí papá nos lleva al aeropuerto. Parece que Cata se irá a vivir allá por la exageración de maletas.

- Catica, en el aeropuerto solo te dejan llevar dos maletas mínimo- dijo Manuela.

- Pero no puedo dejar todas estas cosas, son súper importantes para mi- dijo Cata con un poco de angustia.

- Tienes 5 minutos para ver qué es lo que vas a llevar realmente, Yeimy ve a ayudarla- ordenó mí Papá.

Fuimos a mí habitación y empezamos a desempacar, tantas cosas que llevá Cata literalmente el closet completo.

- ¿Cata porque llevás ropa de invierno?

- Pues obviamente, allá debe de hacer mucho frío en las noches.

- Amiga es un clima tropical, es casi imposible que haga mucho frío allá.

- Perdón no sabía eso, entonces que hago llevó solo los vestidos y las faldas y todo lo de verano.

- Si, y creo que tu planchita de pelo también.

- Si obvio esa no me puede faltar.

- Vamos antes de que se nos haga tarde.

Bajamos y nos fuimos, el vuelo no sería tan largo solo de una hora más o menos. Juancho iba súper feliz era su primera vez viajando, y este era mí regalo de cumpleaños para el ya que el siempre me dio los mejores regalos.

Al entrar en el avión nos designaron nuestro asientos, a Juancho y a mí nos tocaba juntos pero Cata se sentaba junto a unos niños. Pobrecita y ella los odia.

- Yeimy yo quería decirte algo- dijo Juancho algo nervioso.

- Si mí pez, dime.

- Yo quería saber si podíamos va mejor dicho si tu podrías ayudarme a conquistar a Cata.

QUE LOCO MI MEJOR AMIGA CON MI MEJOR AMIGO, obviamente que los voy a ayudar.

- Claro Juan, yo te ayudo. Es más ahora te ayudo con esto.

Fui hasta el asiento donde se sentaba Cata, le dije que fuera al mío y yo me sentaba acá hasta que aterricemos. Ella feliz fue, no está de más decir que ambos se gustan.

- Pobre Yeimy debe de estar sufriendo con esos niños.

- Yo no lo creo Cata, veo que les está cantando y jugando.

- Cómo lo hace, yo no los pude ni ver a esos pende... Perdón digo niños.

Por fin llegamos

Mí abuela estaba esperándonos en el aeropuerto.

- ¡Mí niña hermosa! Estoy muy feliz de verte.

- Te extrañé demasiado, también me alegro de verte.

- Y estos jovencitos quienes son, espera ella es Catalina y vos sos Juancho.

- Si son ellos, pensé que los recordabas.

- Es broma mija obvio que me acuerdo de estos jovencitos, vengan vamos así aprovechamos el dia.

Fuimos hasta donde vive mí abuela, al entrar a la casa vimos que nos tenía una habitación apartada para los tres, nos pusimos a desempacar y ponernos ropa cómoda así íbamos a la playa, antes de irme mí abuela me pidió ir al almacén de doña Ligia. Mucho no la recuerdo pero se que jugaba con su hijo si no me equivoco.

- Traeme todo eso, así está noche preparo una cena especial antes de ir a bailar.

- Vale ya vuelvo, Cata Juan ya vuelvo voy a ir a comprar, ¿Me esperan?

- ¡Siii! Por mientras ordenamos lo que nos falta.

Fui hasta el almacén y las vecinas me saludan, no me acuerdo mucho pero se que son amigas de mí abuela.

- Hola, buenas venía a buscar el pedido del kilo de carne y unas verduras que dejó encargadas Carmenza Montoya.

- Buenas, si con gusto. Me alegro que se allá contratado una chica que la ayude.

- Amm no, se equivoca yo soy su nieta.

- Lolamento mucho ahora que te veo bien eres igual a ¿Yeimy? Sos vos.

-Si doña Ligia.

- Hace años que no te veía, estás grande y hermosa que lindo verte.

- Gracias igualmente digo lo mismo.

- Me acuerdo cuando tu y mí hijo siempre me pedían galletas para comer en la playa.

- ¿Su hijo sigue viviendo con usted?

- Si por supuesto, ahora fue a ayudar a su tío con unas diligencias ya debe de estar por venir.

- Bueno yo vengo a buscar el pedido, me alegro mucho de verla.

- Igualmente niña, hasta pronto.

- Adiós.

Llegué a casa y recogí las cosas que llevaría a la playa, llevamos algo de comida y nos fuimos. Estaba lleno de gente y un calor impresionante.

- Aquí está bien, estamos cerca de la sombra el sol y el mar.

- Si tienes razón Juan, vengan vamos a jugar con la pelota.

Mientras jugábamos sin querer choque con un chico alto de ojos azules y una sonrisa encantadora.

- Disculpa no te vi, ¿te lastime?

- Para nada princesa estoy perfecto.

- ¿Seguro? Después no me gustaría tener problema contigo.

- Todo perfecto. Sabes ahora que te veo bien tu carita se me hace familiar acaso sos ¿Yeimy?

- ¿Charly? Wuau no te reconoci.

- Estás hermosa Yeimy.

Al escuchar eso me puse roja como un tomate, está guapísimo no puedo creer que de chica fui novia de el.

- Y que te trae devuelta a Cali, vienes a estar un tiempo con tu abuela.

- Si la verdad que si, ah disculpa mira ellos son mis amigos Cata y Juancho.

- ¡Que tal!

- Un gusto, me gustaría hablar más contigo. Te parece si nos juntamos en la noche.

- Amm lo que pasa es que quedé en una cena con mí abuela y después iríamos a bailar.

- Está bien no te preocupes será otro día mejor, un gusto verte de nuevo princesa me hiciste feliz con tan solo verte.

Las palabras que me decía me derretían por dentro, creo que una parte de mí siempre estuvo enamorada de Charly.

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