Capítulo 10

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- Hoy saldré dos horas más tarde de lo normal -dije mientras veía por la ventana sabiendo que si me escuchaba.

- En su horario no dice nada, mi trabajo es seguir las reglas -dijo.

- En mi horario no está, pero cada viernes tengo que quedarme dos horas por ser la presidenta de la clase, puede ir a preguntar -dije haciendo la que no me importaba mientras era un manejo de nervios por dentro.

- No es necesario, el antiguo chófer me lo dijo también -dijo.

Bendecido sea el señor Choi.

Baje del auto en cuanto esté bajo pero casi caí al suelo al ser abrazada de repente y con fuerza.

- Yeon -dije intentando soltarme.

- Te extrañe mucho -dijo con su característica sonrisa.

- Ya vámonos -dije tomándola de la mano y literalmente arrastrándola, podía sentir la mirada de el chico aún en nosotras y eso me era algo incómodo.

- ¿No me extrañaste? Porque yo si -dijo aún sonriendo y no pude evitar desordenar su cabello como si fuera una niña, una ventaja de ser un poco más alta qué ella.

- Ya vamos a clases -dije escuchando sus quejas.

[...]

- ¿Crees que esto sea buena idea? -pregunté insegura, no quiero meterme en problemas y menos a Yeon.

- Talvez deberías de esperar otra semana más -dije intentando convencerla.

- Vamos Yang Mi, no seas haci, no pudimos ir la semana pasada -dijo haciéndo un perchero con sus labios- además todos estarán en el auditorio por las reuniones de cada semana, solo tienes que estar allá al final, nadie nunca a notado que faltemos -dijo intentando convencerme.

- Está bien -cedí a su propuesta con algo de inseguridad.

- Entonces que esperamos -dijo sonriendo aún más.

Un día de estos algo va a pasar, no puedo seguir sediendo a sus cosas siempre, sus padres pueden enterarse o peor, el mío.

[...]

- ¡Yeon! Apresúrate -dije caminando bastante apresurada, era tarde, teníamos menos de 15 minutos para cambiarnos, ir al auditorio y firmar unas cosas, ni siquiera habíamos entrado aún a la escuela.

- Espera -dijo atandose los zapatos mientas yo casi colapsaba al verla tan despreocupa como siempre.

- ¡No estoy jugando! ¡Yeon! Ya es tarde, tenemos que llegar a tiempo y tú solamente sigues tan relajada ¡Es momento qué tomes algo enserio! -exploté y me arrepentí al instante que ví sus ojos cristalizarse.

Ay no.

Sé cómo es de sensible Yeon, sé cómo es ella, se que no le gustan los gritos, se lo especial que es y aún haci exploté.

Trato de ser muy comprensible con ella siempre, aún sabiendo cómo es, aún cuando sus padres me dijeron qué no era una chica del todo normal, me acerque a ella.

- Yeon, no quise -intenté acercarme pero tan pronto como sentí que tomaron mi mochila por detrás caí al suelo.

- ¿Que...

Mire a esa o mejor dicho esas personas con algo de temor, los tres chicos estaban sonriendo mientras nos veían.

- ¿A quienes tenemos aquí? A la señorita perfección y a la estúpida de su amiguita, la tonta enferma -dijo uno de ellos.

- No olvides que es la presidenta de la clase, puede ir a contárselo a su papi y al director -dijo con burla otro de ellos.

Genial, eran ellos...

- Yeon -intenté acercarme a ella pero uno de ellos me tomo del brazo obligandome a seguir sentada en el suelo.

- ¿Por qué te preocupas tanto por esa enferma? ¿Acaso es tu proyecto de buena fe? -preguntó con burla otro.

- Ya dejen de molestarnos -dije algo bajo.

- ¿Que dijiste? -preguntó uno de ellos golpeando mi frente con su dedo.

- Si no quieres qué te molestemos ¿Entonces por qué tuviste qué ir con el chisme al director? -dijo con enojo en su voz.

- No dejaban de molestar a Yeon, no pensaba seguir viendo cómo la trataban -lo mire.

- Eres una chica bastante mala ¿Sabes? -preguntó aún haciéndo lo suyo con su dedo aún más fuerte- y a las chicas malas hay que castigarlas -dijo.

Cerré mis ojos fuertemente esperando seguramente un golpe como había visto hace una semana como con Yeon pero no sucedió nada.

- ¿Que demonios? -escuché y abrir mis ojos para ver la espalda de un chico frente a mí, era mi chófer.

- No dejaré que le pongan un dedo encima -dijo el chico con una expresión qué daba miedo viendo a los chicos frente a él.

- ¿Y tú quien demonios te crees? -preguntó soltándose finalmente de su agarré.

- Alguien que te puede dar una golpiza niño, ahora alejate de aqui si no quieres ver de lo que soy capaz -dijo.

Niño, esa frase qué dijo me confirmaba que era mayor que nosotros ya que ese chico solo es un año mayor que yo, además de que también se ve algo más mayor.

No dije nada al ver lo que hicieron los chicos, hasta yo me hubiera ido corriendo de ver a un chico que se nota qué hace ejercicio y que de miedo. Sin dudarlo me acerque a Yeon quien estaba viendo por dónde se habían marchado pero al verme su expresión cambio a una más alegre o eso aparentaba.

- Yeon yo... -intenté disculparme pero ella se me adelantó.

- Ya es tarde, deberías de irte, tienes raspones en tus rodillas, también no deberías de hacer esperar a tu chófer. Yo iré a hablar con los del comité mientras tú puedes irte.

- Pero...

No me dejo protestar cuándo ya se estaba yendo corriendo.

- ¡Adiós! -gritó agitando su mano mientras corría.

- Yeon -susurré.

- Es hora de irnos señorita Lee -dijo el chico llamando mi atención.

- Muchas gracias -dije haciendo una reverencia- de no ser por usted hubiera pasado algo peor, se que su trabajo es solo traerme y llevarme pero en verdad lo agradezco.

- Mi trabajo no es solamente llevarte y traerte, también es cuidar de ti -dijo el chico de ojos negros viéndome a los ojos.

Sus ojos...

Cuando menos lo espere ya era porque el se estaba dirigiendo hacia el auto.

- ¡Espera! -grité haciendo que se detuviera y volteara a verme.

- ¡Por favor no digas nada! -volví a gritar.

- ¿A qué se refiere con eso? -preguntó- ¿A qué salió de la escuela sin permiso? ¿A lo que acaba de suceder? ¿O a qué sale cada viernes con su amiga sin decir nada con la escusa de quedarse por trabajos? -decir que mi rostro es un papel en blanco queda corto, sentía como mis piernas empezaban a temblar- me lo dijo el señor Choi, además de que también la seguí -dijo mostradose despreocupado- no diré nada.

- ¿Habla enserio? -el asintió- muchas gracias, es usted una buena persona -dije haciendo una reverencia.

- Se que es algo inapropiado pero me gustaría que no me hablara de usted señorita, no soy tan mayor solo tengo 21 -dijo con una pequeña sonrisa con la cuál quedé cautividad los segundos qué duro.

- Entonces tampoco debería de llámame señoría, me llamo Yang Mi, puede, puedes -me corregí- llamarme haci cuando estemos solos ¡No quiero decir que estemos solos! ¡Solo digo que cuando me traigas! ¡No es que no quisiera estar a solas contigo pero -dije mi colapsó al escucharlo soltar una pequeña risa, dejándome completamente fuera de este mundo.

- Comprendo -dijo aún sonriendo.

Mientras el empezaba a conducir yo con algo de nervios en el asiento trasero intentaba cambiarme de ropa, no puedo llegar en otra cosa que no sea el uniforme.

Para la próxima me cambió en el baño.

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"Mafia" «Jungkook»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora