"Mafia" «Jungkook»

Capítulo 21

- Ya la hinchazón está pasando, en un par de días ya no se notará ¿Aún te duelen los golpes? -preguntó alejándose de mi rostro dejando las cosas con las que me había curado a un lado de la cama.

- Todavía me molestan pero pasará -dije asintiendo levemente sin verlo.

Había despertado hace poco, al parecer Kim se había encargado de cambiarme de ropa y curarme el rostro, ya Jae Min no se encontraba aquí, según Kim el se habia hecho cargo de el mientras yo dormía.

- No debí de haberte dejado aquí sola, sé cómo es Jae Min y lo obsesionado que está contigo desde que te conoció -volví a asintir sin verlo, mis manos tenían cortes y aún no se dónde se habían hecho.

- Yang Mi...

- Estoy bien -lo interrumpí levantando el rostro para verlo- enserio estoy bien.

- Traje pizza para comer, iré a calentarla, quédate aquí -dijo levantándose mientras recogía las cosas y salía de la habitación.

~ Esto acabara rápido.

~ Haré esto rápido, no te preocupes pequeña.

~ Luego me lo agradeceras.

~ Te terminará gustando.

Fruncí mi ceño mientras me acostaba de medio lado en la cama, esa no era solo la voz de Jae Min...

Esa voz era...

- Yang Mi siéntate, debes de comer -me senté en la cama al ver a Kim entrar a la habitación.

- ¿Cómo entro Jae Min? ¿Acaso le abriste? -preguntó entregándome una rebanada de pizza.

Negué con la cabeza ligeramente.

- Escuché como abrían la puerta, según sus pasos no eras tú, luego escuché como abría las puertas, después...

- Talvez entro por la puerta trasera porqué no se podia abrir la principal sin abrir por dentro o con llave, además es mejor que lo olvides -volví a asintir mientras empezaba a comer- ¿Conoces mis pasos? -preguntó y asinti levemente.

- Si vives en una casa relativamente silenciosa en dónde solo se escuchan los pasos de los empleados, aveces sus quejas, además el tener un padre estricto ayudo mucho en aprender a saber quién es con solo escuchar la voz o los pasos, también me ayudó a aprender una o dos cosas -dije encogiéndome de hombros.

- Dime Yang Mi ¿Solo son tu y tu padre? -preguntó.

- Debiste de haberme investigando pero si, solo somos nosostros dos, mi madre nos dejo hace muchos años -dije bebiendo de mi bebida.

- Efectivamente te investigue pero no sé cómo eres exactamente y tampoco se mucho de tu familia. ¿No tienes acaso tíos, primos o abuelos? -preguntó tomando ya la tercera rebana desde que empezamos a hablar, si qué come rápido.

- Los padres de mi madre murieron antes de yo nacer y los de mi madre la abandonaron cuando ella decidió casarse con el, años después murieron. Los dos eran hijos únicos haci que estoy completamente sola con el -dije tomando la segunda rebanada de pizza.

- No recuerdo nada sobre mis abuelos maternos pero mamá solía hablarme de ellos cuando era niña, decía que eran buenas personas -seguí hablando.

- ¿Recuerdas el día que murió? -preguntó.

Negué levemente.

- Aún era pequeña haci que mis recuerdos de ese día son escasos, recuerdo un par de cosas pero borrosas, de noche logro recordar lo mismo o una o dos cosas más.

- ¿Esas son tus pesadillas? -asintí.

- Recuerdo correr hacia el sótano e ir hacia una esquina como ella me lo había ordenado cuánto entro el hombre a la casa, nosostras estábamos en la sala, había cerrado con seguro la puerta, luego escuché el disparó y no recuerdo nada más -decidí no decir nada sobre lo del hombre.

- No recuerdo haber visto su rostro, sabía que era algo grande pero para una niña de mi tamaño todo el mundo era más grande que yo en ese entonces -termine de comer, ya me encontraba llena sin embargo pude notar como el ya tomaba otra rebanada.

- ¿Y tu tienes familia? -pregunté, sabía que podia contestar con una mentira, no hablar o poder decir la verdad.

- Soy hijo único, mi padre murió hace ya varios años haci que estoy solo con mi madre, tampoco tengo tíos o primos, solo somos mi madre y yo -dijo con una leve sonrisa mientras cerraba la caja de pizza dejando de comer.

- Duerme es algo tardé -dijo mientras empezaba quitar todo de la cama mientras yo me acomodaba mejor en esta.

Mi cuerpo dolía, aún lo hacía mucho.
Apenas podía moverme unos centimetros y ya sentía de nuevo dolor.

- Buenas noches -susurré cerrando los ojos.

- Buenas noches -lo escuché y tuve que hacer un esfuerzo en mantener mis ojos cerrados al sentir como acaricio mi cabeza antes de salir de la habitación.

Volví a abrir mis ojos sentandome en la cama, pase una de mis manos por mi cabeza con lentitud.

- No me gusta que me toquen -susurré.

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