《𝙎𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙏𝙤𝙧𝙩𝙪𝙜𝙖𝙨》Larry Stylinson

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—¿Sigues aquí? —cuestionó Walker desde el marco de la puerta—. Pensaba que ya estarías en el aeropuerto.

—Solo revisaba unas cosas. —responde, completamente ensimismado, mirando la pantalla de su portátil.

—Harry —se acerca al escritorio y trata de husmear en el monitor—, no tienes nada que revisar. Me dejaste todos los expedientes de tus pacientes.

Solo se escucha el sonido de la rueda de desplazamiento del mouse, junto a un par de clics presionados con fuerza innecesaria.

—¿Qué ocurre? —pregunta y nota como su colega suelta un bufido antes de cerrar de golpe el portátil.

—Solo revisaba la confirmación de asistencia de unos amigos —se apresura en guardar su laptop en su maletín de cuero, el mismo que se cuelga sobre un hombro—. Ya sabes, ultimando detalles.

—¿Pasó algo malo? ¿Cancelaron? ¿Quién? —suelta suposiciones según lo que escucha de respuesta y camina siguiendo los pasos de Harry, quien parece desinteresado y algo molesto.

—Deja de preguntar si pasó algo malo.

Alex frunce el ceño al verse ignorado y abandonado un par de pasos atrás. Era uno de sus padrinos, se conocían desde su primer año en la universidad y Harry solo pretendía ignorarlo de esa forma.

—Nunca había visto a un novio molesto un día antes de su boda —habla al momento de alcanzar a su compañero—. Se supone que todo es felicidad y solo puedo verte con esa cara de gruñón.

—Deja de molestarme —apresura sus pasos hasta llegar al escritorio de recepción de la jefa de enfermeras—. Buenas tardes, Lucy. —responde amablemente al saludo de la mujer.

—Prometa que va a dormir al menos diez horas —dice la mujer—. Lo mejor es descansar antes del gran día. Debe estar emocionado. —la enfermera sonríe y revisa por última vez el folio que Harry se encargó de firmar.

—Sí, gracias. El doctor Walker tiene todo bajo control, pero si se ofrece algo-...

—Preguntaré —completa la mujer—. No se preocupe, solo disfrute y una vez más, mis disculpas por no poder asistir. Les deseo lo mejor.

Harry apenas sonríe, asiente y pronuncia un "Hasta luego". Como si su amigo no estuviera a su lado, retoma su camino por el pasillo de emergencias que le da un acceso más corto a las afueras del hospital.

—Hermano —Alex lo detiene interponiéndose en su camino— ¿Qué ocurre contigo?

Harry se hace a un lado y le indica a Walker que haga lo mismo para darle el paso al enfermero que empujaba a un paciente en silla de ruedas.

—No te atrevas a salirte por la tangente diciendo que no pasa nada, porque pasa algo —advierte—. Estás-...

—¿Molesto? —dice Harry— ¿Confundido? ¿Cómo podría estar?

—¿Se trata de la boda?

Harry niega con la cabeza y masajea su cien con sus dedos. Suspira, profundo y agobiado.

—Recibí un correo, eso es lo que ocurre.

Alex hace el gesto que le indica que continúe porque ciertamente no entiende y solo podría sacar conclusiones respecto a la boda, porque ese fue el tema recurrente durante los últimos tres meses. Todos sus colegas residentes e incluso las enfermeras hablaban de la boda del doctor Styles.

—Louis —el nombre sale de sus labios casi como su pesadumbre misma, lo era—. El correo era de Louis.

—¿Estamos hablando de-...?