Sempiterno

8. 🌷

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LEAH

Esa voz... estoy de espaldas así que no los veo, pero yo conozco esa voz.

Enseguida giro, y es mi hermano Adrien

—Adrien??—sorprendida me encuentro con Aidan y Darren

—¿Leah... qué haces aquí?—pregunta, pero noto nerviosismo en su voz, pero no le preguntaré

—Aidan—exclama la persona que está a mi lado

—Mamá—dice el otro, giro los ojos sin que se den cuenta

—Parece que nos encontramos todos aquí—dice Darren divertido por la situación

—Mamá que tanto has comprado—me giro para ver a Lauren, y veo a Aidan que mira las bolsas como si nunca lo hubiese visto

—Compré algunas cosas, Leah me ayudo—se gira hacia a mi, y siento la mirada de Aidan en mi, pero no lo veo

Adrien se acerca a mi y me susurra en el oído

—Aidan me invitó a su casa...—no me sorprendo, sabía que se llevaría bien con el dúo

—Les parece si vamos a casa—dice la señora Lauren para pasarle una bolsas a Aidan

Nosotros asentimos, pero antes Darren dice;

—¿Vendrán por tu hermana Adrien?—dice el muy tonto, como si yo no estuviera ahí

—Para tu información, iré con ustedes... la señora Lauren me invitó a cenar—le digo con una ceja arqueada, llena de superioridad y me adelanto

Escucho que se queja, para luego quedarse atrás con Aidan, y su mamá.

Adrien y yo vamos al frente.

AIDAN

De regreso Leah y Adrien caminaban al frente, detrás de ellos íbamos, mi mamá, Darren.

Llevo 2 bolsas en cada una de mis manos, por el rabillo de ojo escucho las quejas de Darren, hacia Leah

Escucho que mi mamá le pregunta que tiene.

—¿Que tanto dices Darren?—mi mamá considera a Darren como su otro hijo, lo conoce desde hace 7

—Déjalo mamá, se ha quejado desde que Leah llegó a su casa—me río, y siento la mirada de Darren en mi

—¿Ah si, por qué?—dice con curiosidad

—Digamos que tiene una actitud que no me agrada—rueda los ojos con dirección a los dos hermanos

—Pero no hay, por qué decir mucho... tú no la conoces y la juzgas, sin embargo Leah no ha dicho nada de ti—tiene razón mi mamá, giro a mi lado para verle la cara a Darren, y le doy una sonrisa con diversión

—Vamos, chicos hay que preparar la cena, para los invitados—dice mi mamá y caminamos más aprisa, para alcanzarlos, por qué ya avanzaron mucho

El camino hacia casa fue tranquilo, por el rabillo donde se encuentra el espejo del copiloto, algunas veces giraba a verlo
Leah se encontraba en la ventanilla izquierda, Adrien en medio, y por último Darren del otro lado de la ventanilla.